-Sebastian, la luz está apagada. Fijo que cerraron hoy. -dijo
Olivia, bajándose de la moto de su novio, delante del Buker's- Vamos
a buscar otro lugar. O a mi casa, mis padres salieron a una fiesta y
mi hermano no está. -Sebastian sonrió y pasó un brazo por los
hombros de Olivia.- Lo digo en serio, no me ignores.
-No te ignoro. -dijo Sebastian.
-¿Entonces? Por favor, no me gusta perder el tiempo. -dijo mirando
su reloj de pulsera, eran las ocho y media.
-Es que los Buker me dijeron que iban a cerrar hoy, pero me dejaron
el local, solo para nosotros. -dijo Sebastian, inventándose una
excusa en el momento.
-¿De verdad? -preguntó Olivia sonriendo y mirándolo. Él la miró
y asintió. Olivia se acercó a darle un beso. Los dos caminaban
lentamente hacia la puerta del Buker's.
Mientras, dentro del café...
-Vale, me acaba de Sebastian que están saliendo de casa de Liv.
Todos a sus puestos, en cinco minutos están aquí. -dijo Becca, con
el teléfono en la mano.
-¿Nosotros donde nos ponemos? -le preguntó Ryan a India, que corría
a esconderse.
-Poneros en el escenario, delante de los micrófonos. -dijo India,
señalando los micrófonos con una tira de color cada uno. Los chicos
llevaban sus corbatas de colores. El micrófono verde era para Ryan,
el amarillo para Jason, el azul para Michael, el rosa para Bob, el
naranja para Thomas y el rojo para Olivia.- ¡Vamos! -gritó India.
Todos se escondieron debajo de las mesas, en los servicios, en la
cocina, debajo de la barra... Se escondieron donde pudieron, eran
muchos y el Buker's no era una mansión.
Sebastian empujó la puerta de cristal del café, que estaba abierta.
Y solo había una luz al fondo, que iluminaba a los Colorful ties.
Olivia levantó na ceja confusa.