sábado, 15 de agosto de 2015

55.-

Era martes y estaban oficialmente de vacaciones. Pero no todo había terminado todavía. A Olivia le quedaba la final de coros y a Sebastian la final con su equipo de soccer. Ambos tenían mucho que ganar.

Los dos comieron juntos aquel martes, en el Buker's. Después de comer fueron en la moto de Sebastian hasta el estadio de soccer. Allí Sebastian se despidió de ella, Olivia le deseó buena suerte y Sebastian entró en el vestuario.

Olivia miró su reloj, todavía era pronto, sus amigos tardarían al menos media hora en llegar. Se sentó sola en las gradas y se puso los cascos. Escuchó música hasta que un papelito impactó contra su cara. India y Michelle acaban de llegar.

-¡Ey! -se quejó Olivia, sacándose los cascos.

-Hola, Liv. -dijo Michelle, sentándose a su lado. De su otro lado se sentó India.- Espero que tu novio esté listo para ganar esta final.

-Lo está. ¿El tuyo lo está? -preguntó Olivia.

-Sí, está muy emocionado. -dijo Michelle. India enarcó una ceja mirando al campo.

-¿Soy la única presente que no tiene a un novio jugando esta tarde? -se preguntó a si misma. Sus amigas se rieron y el resto de los chicos llegaron, sentándose a su alrededor. Entre ellos llegaba Nick.

-Nick, India se acaba de quejar porque no tiene un novio jugando esta tarde. -le dijo Michelle a Nick, cuando éste se sentó al lado de India.

-¿En serio? -dijo Nick, mirando a India.

-No dije eso. Solo me di cuenta de que ellas dos tenían a sus novios jugando la final y yo no. -dijo India.

-Yo antes jugaba al soccer... -dijo Nick, recordando.- Pero era malísimo y lo dejé. -al decir eso todos se rieron.

-Lo sentimos, Nick. -le dijo Pauline.

Entonces India le dio un codazo a Olivia y le señaló con la mirada la entrada. Por ahí llegaban los Lawer, todos. Y detrás de ellos Loreen. Los Lawer se sentaron y Loreen lo hizo lo más alejada de ellos posible. Olivia se disculpó y pidió que le guardasen el sitio mientras iba a saludar a los Lawer. En cuando estuvo a la vista de los tres, todos sonrieron.

-Hola, cariño. -dijo Lucy, dándole un beso.- ¿Cómo estás?

-Bien, ¿y vosotros? -preguntó Olivia, terminando de saludar a Cara.

-Bien, venimos a ver a mi hijo ganar esta tarde. -dijo Steve, que era un gran seguidor del soccer.- ¿Tú también?

-Eso espero... -dijo Olivia. Los cuatro rieron.- Bueno, vuelvo a mi sitio, si no me quitarán el sitio.

-Ve, tranquila. -dijo Lucy.

-Cara, ¿quieres venir? -propuso Olivia.

Cara sonrió y asintió. Olivia le ofreció la mano y la ayudó a levantarse. Las dos volvieron con el resto de chicos que no dudaron en hacerle un sitio a Cara al lado de Olivia. Estuvieron hablando de la final de coros de ese viernes hasta que el partido empezó.

Para algunos el soccer resultaba aburrido, pero no esa tarde. Esa tarde el partido estaba siendo interesante. Intentos de gol, faltas, miradas, discusiones... El público animaba a sus equipos, gritando, aplaudiendo y cantando. Entre los más emocionados estaban los amigos de Olivia e India, ellas también, claro. El descanso llegó y los jugadores se fueron retirando hacia el vestuario despacio. Sebastian corrió hasta la valla que separaba las gradas del campo y Olivia se asomó sobre esta.

-Lo estáis haciendo genial. -le dijo Olivia a u novio.

-Gracias... -dijo él transpirando.- Oye, ¿qué hace Cara con vosotros?

-La invité a sentarse con nosotros. ¿Está mal? -preguntó Olivia, extrañada.

-No, no, todo lo contrario. Gracias, es que últimamente está un poco sola. Con Loreen perdió muchos amigos...

-Pues ya los volverá a ganar, o ganará otros mejores. Tranquilo. -dijo Olivia, pasando una mano por la frente y el pelo de su novio.

-¿Y Loreen que hace aquí? -preguntó Sebastian.

-¿Quieres dejar de preocuparte por quién está o deja de estar aquí? Preocúpate por el partido que todavía no marcasteis ningún gol.

-No es tan fácil meter un gol.

-Eso lo dices tú porque no eres capaz de meter uno. -dijo Olivia, haciendo rabiar a su novio, una de sus actividades favoritas.

-¿Qué no? ¿Cuánto quieres apostar?

-Una cena. Si lo metes pago yo, sino pagas tú.

-Está bien. -dijo Sebastian. Entonces miró a su espalda y vio a su entrenador mirándolo.- Me tengo que ir. -dijo antes de darle un beso rápido e irse corriendo.

La segunda parte empezó y todo era todavía más emocionante. Corrían de un lado a otro sin descanso. Pero a falta de quince minutos el equipo contrario metió un gol. El equipo de Sebastian se puso las pilas y no tardaron en anotar ellos también. Y no fue otra persona que Sebastian el que metió el gol. Después de celebrarlo con su equipo señaló a las gradas, a Olivia. Todos suspiraron pensando en un acto de amor, pero Olivia frunció el ceño.

-Que bonito... -dijo Cara.

-No, no... No me lo está dedicando. Me lo está echando el cara. Le prometí que si metía un gol pagaba una cena. -dijo Olivia, apretando los dientes. Cara se rió y le dio dos palmaditas en el hombro.

Mientras la conversación estaba pasando el equipo contrario volvió a marcar, produciendo desesperación en los cuerpos de los jugadores de Bezos. Pero ya no hubo nada más que hacer, el árbitro pitó el final del encuentro antes de que los chicos pudieran meter más goles. El equipo de Sebastian y de Greggory se fue al vestuario destrozado mientras el público les aplaudían.

Cuando los jugadores salieron del vestuario, ya duchados y arreglados, los que quedaban fuera eran los más cercanos. Algunas familias, amigos, hermanos... Entre ellos Olivia. Sebastian la vio y sonrió. Ella se acercó y lo abrazó.

-¿Y mis padres? -preguntó Sebastian.

-Les dije que te debía una cena y se fueron a casa. -dijo Olivia. Sebastian se rió.

-No es necesario que me pagues una cena. No lo decía en serio. -dijo Sebastian.


-Pero yo sí, y soy una chica de palabra. Así que vamos, seguro que estás muerto de hambre. -dijo Olivia, tirando de él.

2 comentarios: