Llevaban ya un par de días en Londres y creían conocerlo entero.
Controlaban el metro, habían ido a las zonas más turísticas y
populares de Londres... Era viernes y el lunes ya volverían a Bezos.
Así que tenían que disfrutar de los últimos días allí. Entre un
grupo grande de personas organizaron una salida nocturna clandestina.
Entre ese grupo enorme de personas estaban Olivia e India. Cada una
se preparaba en su habitación, con sus amigas. Olivia buscaba en su
maleta su vestido de fiesta, el único que había llevado de viaje.
Lo encontró y sonrió. Lo puso sobre ella y miró a sus amigas.
-¡Magnífico! -dijo Becca.
-Perfecto. -dijo Nancy.
Era un vestido a rayas rojas, azules marino y beis. No tenía mangas
y era corto. Se lo puso, se dejó el pelo suelto y ondulado. Después
se maquilló un poco, sin faltar el rojo en los labios.
Por otro lado, India se puso uno de sus conjuntos favoritos. Era una
falda negra, con un poco de vuelo; y una blusa blanca, de encaje y
cuello negro. Ella se alisó el pelo y lo recogió un poco. Se
maquilló con ayuda de Pauline, por último se pintó los labios de
rojo y guardó la barra de labios en el bolso.
Olivia se calzó con tacones altos azules marino e India se puso unos
botines negros con un poco de tacón. Ambas cogieron su bolso, le
sonrieron al espejo y salieron de su habitación. Habían quedado
todos en la habitación de Sebastian, Greggory y Bryan, los
organizadores de la escapada.
-¿Estamos todos? -preguntó Bryan, cuando las chicas de la
habitación de India llegaron.
-Yo creo que sí. -dijo Cory. Greggory los contó y asintió.
-Pues vamos. Salimos por la puerta de atrás, está abierta. -dijo
Sebastian.
Todos salieron lo más silenciosos que pudieron por el pasillo. De
últimos iban Olivia y Sebastian, de la mano. Cuando pasaron por
delante de la puerta de la habitación que estaba al lado de la de
Sebastian ésta se abrió. Los dos se asustaron, pero se
tranquilizaron al ver que era Loreen.
-¿A dónde vais así? -preguntó Loreen.
-Es una actividad de nuestro colegio. -dijo Olivia, ya que Loreen se
había pasado todo el viaje quejándose de que los dos colegios
estaban haciendo actividades juntos y no por separado, como se había
prometido.
-¿De vuestro colegio? -dijo Loreen.- ¿Y por qué India, Michelle y
Pauline van? -preguntó señalando a las tres chicas que caminaban
delante de la pareja.
-Esas no son ellas... -mintió Sebastian.
-¡Vamos! -se quejó Michelle, girándose. Loreen le vio la cara y
miró con los brazos cruzados a la pareja.
-Bueno, sí, son ellas. Pero, ¿a ti que te importa? -le dijo Olivia.
Cogió la mano de su novio otra vez y tiró de ella para salir de la
situación.
Como Sebastian había dicho la puerta de atrás estaba abierta y
todos salieron por allí. Caminaron por las calles, guiados por
Bryan. Bryan había disfrutado de un viaje con su primo a Londres el
pasado verano y conocía una discoteca fantástica. No estaba muy
lejos, pero tuvieron que caminar quince minutos, frenados por los
tacones de algunas. Cuando llegaron hicieron cola, pero al ver que
eran un grupo muy grande los dejaron pasar.
La discoteca estaba oscura, solo iluminada intermitentemente por las
luces de colores. La entrada estaba un poco más alta que el resto
del local. La música sonaba fuerte, en ese momento con I gotta
feeling de Black eyed peas. La gente con las manos y las copas
levantadas saltaban al ritmo de la música. Los chicos al entrar
sonrieron fascinados.
Los primeros en bajar a la pista de baile emocionados fueron Cory,
Noah, Pauline, Michelle, Sebastian y Becca. El resto disfrutó unos
segundos más de la vista y la sensación desde ahí. Pero no
tardaron en enloquecer y saltar a la pista de baile. Las últimas
fueron India y Olivia, que antes de irse a bailar se sonrieron.
En un momento determinado Olivia se separó de la fiesta y se acercó
a la barra. Allí encontró a Elliott, ex novio de India, pero
también su compañero de clase. Pidió una copa, pero al sentir la
mirada de Elliott sobre ella lo miró.
-Olivia... -dijo él, como si fuera un caballero.
-Elliott... -respondió ella de la misma manera.
-Parece que lo estás pasando bien... -dijo Elliott. Olivia revoleó
los ojos y dejó de mirarlo. Le dieron la copa y la bebió de un
sorbo. India llegó corriendo.
-¡Liv, Liv! -gritó al verla, emocionada.- ¡Van a jugar al juego
del hielo! ¡Vamos! -gritó. Entonces vio a Elliott a su lado. Le
dedicó una mala mirada y volvió a mirar a su amiga.- ¡Venga!
-Voy, voy... -dijo Olivia antes de terminar la copa.
India la cogió de la mano y la arrastró hasta un círculo de
alumnos. Todos iban a jugar al juego del hielo. Las normas eran las
siguientes: cogían un trozo de hielo y lo tenían que ir pasando de
boca en boca, a los que se les cayesen tenían que besarse. Pero no
llegaba un pico, tenían que besarse de verdad. Mientras sonaba Super
bass de Nicki Minaj.
India se colocó entre Bryan y Cory, Olivia entre Greggory y Kevin.
Todo fue perfecto, hasta que el hielo se resbaló entre las bocas de
Greggory y Nancy. El resto gritaron, ellos se miraron, elevaron un
hombro y se besaron. El resto les gritó, entre ellos Michelle.
-Oye, ¿no te importa que esté besando a tu chico? -le preguntó
India, sorprendida.
-No. Los dos sabíamos donde nos metíamos entrando en el círculo.
-dijo Michelle con una sonrisa. India asintió convencida y sonrió.
Siguieron jugando hasta que Pumpin' Blood empezó a sonar.
Entonces algunas chicas gritaron y se fueron a bailar, disolviendo
así el círculo y haciendo que todos volvieran al baile. Las chicas
organizaron una pequeña coreografía para el estribillo, que al
final acabó bailando toda la discoteca. Entre gritos, cantos, saltos
y bailes, todos estaban agotados. Pero aguantaron hasta altas horas
de la madrugada.
Para volver no esperaron unos por otros. Los que quisieron se fueron
antes y los que no, siguieron con la fiesta. De los más fiesteros
eran Sebastian y Olivia, que volvían al hotel de los últimos. Iban
riéndose y dando traspiés. Detrás de ellos caminaban Greggory y
Michelle. Sebastian se separó de Olivia y él y Gregorry se
separaron un poco de sus novias.
-Oye, déjame la habitación hoy a mi. -le pidió Sebastian. Sabían
que Bryan esa noche estaría con su novia en la habitación de ésta.
-Jo.. No, dejame a mi. -pidió Greggory. Después se quedó
pensativo.- Bueno, te dejo la habitación si tú me dejas un
preservativo.
-¿Qué? -preguntó Sebastian.
-Un trato. Yo no os molesto si tú me dejas un preservativo.
-¿No trajiste?
-No.
-Está bien. Te doy uno, pero no quiero que vuelvas hasta mañana por
la mañana.
Los dos se dieron la mano y se rieron.
Siguela me encanta ��
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