sábado, 13 de diciembre de 2014

XXXVIII.

Inés e Isabella llegaron juntas al instituto. Caminaron juntas y decidieron ir a la biblioteca después de comer. Ambas tenían exámenes en la semana del 18 de febrero. Por eso, en cuanto terminaron la comida se disculparon y fueron a la biblioteca. Se sentaron juntas y se concentraron en sus libros de textos.

Julian y Claire, un poco más tarde, fueron a la biblioteca también. Cosmo, Logan y Thomas disfrutaban un poco del tiempo con Mason, que no había asistido a clase ese lunes. Estaban en el pasillo de la biblioteca, por eso cuando Inés pasó por delante una situación incómoda se produjo. Pero decidieron no intervenir en la vida del otro durante un tiempo.

Isabella dejó de leer su libro de biología cuando Rachel pasó por su lado y se rió. La miró mal, pero no le dio importancia. En la biblioteca apenas estaban ellas, Inés, Julian, Claire y tres chicos más.

Pero Lola y Ryder estaban caminando juntos por el pasillo del instituto.

-Vamos, no puedes decir que eres mejor escolta que yo. -le dijo Ryder, casi riéndose.

-¿Por qué no? Tiro mejor que tú y corro más. -explicó Lola.

-Pero yo manejo mejor el balón.

-Eso es cosa de los bases, cariño. -le dijo Lola. Él se rió y se acercó a besarla.

-Me voy, tengo que hacer un par de cosas antes de entrenar. -dijo él. Ella asintió y se separaron.

Pero apenas Ryder había dado seis o siete pasos y algo interrumpió a todo el instituto. Era un sonido sordo y corto. Pero todos sabían lo que eso significaba. Era el sonido de un disparo dentro del instituto. Los adolescentes comidos por el pánico siguieron el protocolo. Esconderse en las aulas con las luces apagadas y la puerta cerradas, o correr hacia el exterior. El miedo y la desesperación de muchos adolescentes hicieron que Lola se chocara muy fuerte contra una taquilla. Lola se dejó caer al suelo, agarrándose el brazo.

-Lola, Lola, vamos. -dijo Ryder, corriendo hacia ella. La ayudó a levantarse y empezaron a correr.

En la biblioteca, uno de los chicos fue el primero en actuar. Se levanto y cerró la puerta. Isabella corrió y apagó las luces. Inés no sabía muy bien lo que estaba pasando, pero sabía que no era nada bueno. Se escondieron entre las estanterías o debajo de las mesas. Inés, Isabella, Julian y Claire decidieron hacerlo debajo de la mesa donde estaban estudiando.

-Tranquilas, tranquilas... -dijo Julian, con la respiración entrecortada. Abrazó por los hombros a Claire, que estaba a su lado.

La puerta se intentó abrir y todos miraron hacia allí.

Somos nosotros! -gritó Cosmo, sabía quién estaba dentro. Inés salió de debajo de la mesa y caminó hacia la puerta.

-No les puedes abrir. -dijo Rachel.

-Son Cosmo, Thomas, Logan y Mason. -dijo Inés.

-Ellos pueden ser quiénes dispararon. -dijo otro de los chicos. Pero Isabella caminó más rápido que Inés hacia la puerta y la abrió despacio.

Cosmo, Thomas y Logan entraron rápido, pero Mason, que era el último escuchó unos pasos detrás de él. Eran Ryder y Lola. Él la iba agarrando, parecía que Lola estuviera sangrando. Puso una mano sobre la puerta y esperó a que llegaran, entró detrás de ellos.

-Lola, ¿qué te pasó? -preguntó Logan, al verla.

-Me empujaron y me golpeé contra una taquilla. -dijo ella, con dolor en su voz. Thomas y Julian bloquearon la puerta y se adentraron más en la biblioteca. Se escondieron entre dos pasillos de estanterías, en silencio. Solo se escuchaban los sollozos de dolor de Lola.

-¿Te duele mucho? -le preguntó Ryder. Lola asintió. Él miró su hombro y vio un hueso sobresalir de su lugar normal, además del corte.

-¿Qué pasa? -preguntó Lola, al ver la cara de Ryder.- ¿Qué pasa? -repitió al no recibir respuesta.

-Lola, tienes que estar tranquila, pero creo que es algo más que el corte.

-¿Qué? -preguntó ella angustiada.

-Tranquila, tranquila, ya vamos a salir de aquí. -dijo llevando la cabeza de Lola hacia su pecho. Mason, agachado, fue hasta donde estaban su hermana e Inés.

-¿Vosotras estáis bien? -les preguntó preocupado.

-Sí. -dijo Isabella.

-¿Tú? -le preguntó Inés. Era la primera palabra que le dirigía desde que él la besó.

-Sí, sí, no me pasó nada. -dijo él, intentando tranquilizarlas.

Pero una sucesión de tres o cuatro disparos más sonó. Todos se asustaron y se juntaron más, en una esquina. Mason abrazó a su hermana. Cuando vio a Inés mirándolos la abrazó también. Pasaron los minutos en silencio, mirándose unos a otros. Después escucharon gritos. Claire cerró los ojos con fuerza, dejando caer las primeras lágrimas. Inés se agarró fuerte a la camiseta de Mason.

-Me duele.... -dijo Lola. Estaba sudando, agotada y aterrorizada. Logan se acercó a ella y apoyó su mano en la rodilla de su compañera.

-¿Cuánto tiempo llevamos aquí? -preguntó Isabella, desesperada.

-Al menos dos horas. -dijo Cosmo.

-¿Cuánto tiempo podemos estar aquí sin que nos vengan a rescatar? -preguntó Inés. Mason le frotó el brazo y la atrajo más hacia él. Inés entendió la respuesta: podría llegar a pasar mucho tiempo.

Lola estaba cada vez más dolorida y algunos pudieron notar eso. Rachel empezó a rebuscar en su mochila y sacó un sobre de alguna medicina y una botella de agua.

-Toma. -le dijo a Lola. Ryder y Bella, que estaban con Lola en ese momento, miraron a Rachel extrañados.- Es un calmante, estará mejor durante un tiempo. -explicó Rachel.

Bella, mucho a su pesar, cogió lo que Rachel les estaba dando y se lo preparó a Lola. Echó el contenido de la medicina en la botella y lo intentó revolver lo mejor posible.

-Lola, tómate esto. -le dijo dándole la botella. Lola llevó la botella a la boca con el brazo que podía mover y la tomó.

-Sabe mal. -se quejó ella.


-Dije que te calmaría el dolor, no que supiera bien... -dijo Rachel, intentando ser amable. Bella se dio cuenta que en momentos así incluso las peores personas sacan su lado más humano.

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