12.-El ensayo.

Brooke decidió, con Sam, que no le dirían nada de lo de Esther a nadie. Subió a su habitación a prepararse para el ensayo. Cuando llegó, Catherine salía de la ducha.

-Brooke, gracias a la dieta, he adelgazado un quilo y medio. -dijo feliz.

-¿Os estáis pesando? -preguntó Brooke.

-Sí. ¿A que no adivinas cuánto adelgacé yo? -le dijo Micaella. Brooke esperó la respuesta.- ¡Cinco quilos! -gritó emocionada.- Así Connor me va a amar.

-Voy a pesarme yo. -dijo Brooke. Se subió a la báscula y las chicas esperaron la reacción de Brooke.- Peso medio quilo menos...

-Tú sólo querías mantenerte. -le dijo Micaella.- Vamos, ahora vístete que después me tienes que ayudar a maquillarme y a peinarme.

Brooke se puso una falda negra, una camisa blanca con encaje y unos tacones negros. Se dejó el pelo suelto y se maquilló.

Lauren se puso un vestido a dos colores: la parte de arriba negra y la de abajo rosa. Tenía mucho escote y la falda un poco de vuelo. Se hizo una trenza con su pelo rubio, cogió un bolso negro con adornos dorados y unos tacones dorados.

Catherine se puso una falda de tubo beis, una camisa blanca y una americana del mismo color que la falda. El pelo lo tenía largo, negro, ondulado y suelto. Se puso una pulsera dorada y lista.

Angie se unió a ellas, antes de que terminaran de arreglarse. Angie tenía mucho estilo y llevaba unos pantalones con un estampado azul marino y beis, con una camisa azul marino. Se recogió el pelo en una coleta y se puso unos pendientes largos.

Por último, Micaella llevaría puesto un vestido negro muy sencillo, con unos tacones negros y una americana granate. Su pelo era de un color entre rojizo y granate, precioso. Tenía un pequeño piercing en la nariz. Brooke, que era hija de peluquera, le hizo un recogido con un moño por la mitad de la cabeza y la maquilló un poco.

-No se que vas a hacer sin mi. Siempre te peino y te maquilló yo. -le dijo Brooke, mientras estaba terminando de maquillarla. De repente, Micaella se dio cuenta de que en cuanto Brooke volviera de luna de miel se iría a vivir con Paul.

-¿Y quién me va a poner guapa? -preguntó Micaella.

-Tendrás que aprender... -le dijo Catherine, retocándose el maquillaje.

-Chicas, vamos. Es hora. -dijo Angie. Salieron al pasillo y en el ascensor se encontraron con John, con Sammuel y con Morgan.

-Hola, chicas. Que guapas todas... -dijo John. Su novia lo abrazó por la cintura y él sonrió. Brooke se acercó a Sam, discretamente.

-¿Se lo contaste a alguien? -le preguntó Brooke.

-Sólo a Morgan. -dijo Sam, mirando a Morgan que estaba a su lado. Brooke y Morgan se miraron.

-Por favor, no se lo cuentes a Paul. Se va a preocupar... -le pidió Brooke.

-No lo haré. -dijo Morgan.

Brooke le sonrió y el ascensor llegó a la planta baja. Todos se dirigieron al salón dónde al día siguiente se celebraría la boda y el ensayo se celebró. Después, todos se fueron a cenar.

-Sam, ¿dónde está Esther? -le preguntó Paul. Sam pensó en una excusa lo más rápido posible, pero Morgan se le adelantó.

-El avión se ha retrasado. Pero no te preocupes, mañana estará aquí. -dijo Morgan con una sonrisa.

-Menos mal, yo sin Esther no me caso. -dijo Paul.

Lo dijo medio en broma, pero en el fondo algo de realidad había. Brooke se puso tensa, pero respiró profundamente y se sentó a cenar. La cena estaba muy buena y todos la estaban disfrutando. Micaella se había sentado cerca de Connor y hablaba con él animadamente.

-Entonces, ¿estás soltero? -le preguntó Micaella.

-Sí. ¿Y tú, Mica? -ella iba a contestar, pero él la interrumpió.- ¿Te importa que te llame Mica, es más corto?

-Que va, todo el mundo me llama Mica o Mic. Y sí, estoy soltera. Demasiados idiotas con los que salí. -dijo ella, medio riendo.

-Y yo con demasiadas histéricas. -dijo Connor.- Por cierto, te queda bien el piercing. No me había fijado en que lo tenías cuando nos presentaron.

-Es que no lo tenía. Es nuevo. -dijo Micaella, con una sonrisa.

-Entonces, eres músico, también. -le dijo Paul a Jack. Paul tenía un brazo sobre el respaldo de la silla de Brooke, que hablaba con Karen.

-Sí, toco el clarinete. -dijo Jack, sonriente.

-¿Cómo conociste a Karen?

-En clase, íbamos juntos a coro. -explicó Jack.

-Hijo, ¿nos van a servir alcohol? -interrumpió Bob, el padre de Paul.

-¡Papá! -se quejó Karen, pero tanto su padre como su hermano la ignoraron.

-Sí, en un rato. ¿Ya tienes ganas de beber? -dijo Paul, riéndose.

-Sí. No sabes como están tu madre y Scarlett. ¡Están hablando de nietos! -al escuchar esto, Brooke se atragantó y Karen escondió la risa.

-¿Nietos? -preguntó Paul.

-Sí, como no os apuréis escogerán ellas los nombres. -dijo Bob.

Todos se rieron y Bob se unió a la conversación de Jack y Paul.