miércoles, 14 de mayo de 2014

11.-Viernes, dieciocho de abril.

Brooke iba a dar su última clase de la mañana. Esa mañana estaba feliz y radiante, así que llegó con alegría a su última clase. Esa clase era su favorita, los alumnos de esa clase eran geniales.

-Hola, chicos. -dijo entrando en clase.


Empezó a dar su clase sobre la segunda guerra mundial. Se sentó sobre la mesa, como solía hacer. Quedaban diez minutos de clase y vio como la clase empezaba a hacer cosas raras. Hasta los alumnos más aplicados estaban distraídos. De repente, una alumna levantó la mano.

-Dime. -le dijo Brooke, parando su explicación.

-Señorita Lee, nos dijeron que usted faltará durante dos semanas. ¿Es eso cierto? -preguntó aquella chica.

-Sí, es cierto. -dijo Brooke, sonriente.

-Bueno, como escuchamos ese rumor... -dijo uno de sus favoritos levantándose, y acercándose a ella- hemos estado investigando. Felicidades, señorita Lee. -dijo sacando una caja de bombones de su espalda.

Todos los alumnos se levantaron y, con orden, abrazaron a su profesora favorita. Brooke, estaba tan sorprendida que hasta se replanteó varias veces que eso fuera un sueño. Pero no lo era. Todos se quedaron mirándola, hasta que ella reaccionó.

-Gracias, chicos. Pero, ¿cómo os enterasteis? -preguntó Brooke, simplemente sorprendida.

-Se lo sonsacamos a la señorita Gómez. -profesora de Matemáticas y amiga de Brooke.

Brooke se rió y disfrutó de los últimos minutos de clase comiendo los bombones con sus alumnos. Cuando el timbre sonó, Brooke recogió sus cosas, se despidió de sus compañeros y salió del instituto. Muchos de sus alumnos la saludaron hasta que llegó al coche de Paul, que estaba aparcado delante de la puerta.

-¿Lista? -preguntó Paul.

Brooke asintió y Paul arrancó. Ya lo tenían todo y se iban a la estación de tren. En la puerta de ésta se encontraron con sus compañeros de viaje. Allí estaban: Catherine, Lauren, Jonh, Angie, Emma, Taylor, Micaella, Ava, Emily, Sammuel, Edward, Danniel y Lucas. Al verlos todos aplaudieron.

-¿Estamos todos? -preguntó Paul.

-Sí. -gritaron todos a la vez.

Todos tenían ya su billete, así que subieron directamente al tren. Ocupaban casi un vagón del tren, pero rápidamente se dividieron por grupos, dejando a Brooke y Paul solos. Micaella los interrumpió.

-Oye, Paul, ¿Connor viene a la boda? -le preguntó interrumpiéndolos.

-Sí, claro. -dijo Paul. Micaella le sonrió de oreja a oreja.

-¿Y tiene novia?

-Creo que no. -dijo Paul.

-Os digo que yo consigo a ese hombre como sea. -dijo Micaella. Se levantó y volvió con sus amigas. Paul fue el siguiente en levantarse y acercarse a Sammuel.

-Oye, ¿tú estás seguro de que Esther llega al ensayo de la boda? -le preguntó.

-Sí, eso me dijo. Pero si quieres la llamo. -dijo Sam. Paul asintió. Sam sacó su móvil y marcó el número de su novia.- No me contesta, debe de estar en el avión ya.

-Gracias. -le dijo con una sonrisa.

En cuanto llegaron al hotel, muchos más invitados estaban ya allí. Entraron, con Paul y Brooke al frente, que se acercaron al mostrador.

-Ustedes deben de ser los de la boda, ¿me equivoco? -dijo la recepcionista.

-No, somos los de la boda. -dijo Paul, pasando un brazo sobre los hombros de Brooke.- ¿Están listas ya las habitaciones?

-Así es. Si me dicen sus nombres, por orden, les daré las llaves de las habitaciones. -dijo la mujer.

-Brooke Lee. -dijo Brooke, primero que su novio.

La mujer la buscó en la lista y le dio las cuatro llaves de su habitación. Así hicieron el resto, se fueron y se acomodaron en sus habitaciones. Era temprano, así que Brooke fue a conocer el hotel. Era enorme, así que de paso daría un paseo. Pero en la recepción se encontró con Karen, que no había llegado a la misma hora que el resto.

-Brooke. -exclamó Karen al verla. Se acercó y le dio un abrazo.

-Hola, Karen.

-Mira, él es Jack, mi novio. Jack, ella es Brooke, la novia y futura esposa de mi hermano. -dijo Karen, presentando a su novio.

-Es un placer. -le dijo Brooke.

-El placer es mío. Gracias por la invitación. -dijo Jack.

-Acercaros al mostrador, allí os darán la llave de la habitación. -dijo Brooke, señalando a la mujer que los atendió antes.

-¿Sabes el número de habitación de mi hermano? -le preguntó Karen.

-Está en la 118. -dijo Brooke, con una sonrisa.- Y tus padres en la 203.

-Gracias, nos vemos en el ensayo.

Brooke siguió paseando hasta, más o menos, una hora y media antes del ensayo. Cuando pasó por delante del mostrador, de vuelta a su habitación, la recepcionista la paró.

-Disculpe, señorita Lee, todavía queda una persona por registrase. -le dijo la mujer.

-¿Quién? -preguntó Brooke, sorprendida.

-Esther Cowell. -dijo la mujer leyendo la lista.

-Se acaba de cancelar su vuelo. -dijo Sam, apareciendo detrás de Brooke.

-¿Cómo? -preguntó Brooke.- No puede faltar, Paul no se casará sin su mejor amiga delante.

-Lo se, dice que está en un autobús camino a París. Allí cogerá el tren a Londres y desde allí otro tren a Torquay. -explicó Sammuel.

-Eso le llevará mucho tiempo. -dijo Brooke, preocupada.

-Sí, no llegará para el ensayo. Ni para mañana. Espera llegar a tiempo para el domingo por la mañana. -dijo Sammuel.


Brooke suspiró y pasó las manos por su cabeza.

1 comentario:

  1. Q mal, pero por nada del mundo cancelen la bodaaa!!!!!
    Másss Noveeee!!!

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