Brooke iba a dar su última clase de la mañana. Esa
mañana estaba feliz y radiante, así que llegó con alegría a su
última clase. Esa clase era su favorita, los alumnos de esa clase
eran geniales.
-Hola, chicos. -dijo entrando en clase.
Empezó a dar su clase sobre la segunda guerra mundial.
Se sentó sobre la mesa, como solía hacer. Quedaban diez minutos de
clase y vio como la clase empezaba a hacer cosas raras. Hasta los
alumnos más aplicados estaban distraídos. De repente, una alumna
levantó la mano.
-Dime. -le dijo Brooke, parando su explicación.
-Señorita Lee, nos dijeron que usted faltará durante
dos semanas. ¿Es eso cierto? -preguntó aquella chica.
-Sí, es cierto. -dijo Brooke, sonriente.
-Bueno, como escuchamos ese rumor... -dijo uno de sus
favoritos levantándose, y acercándose a ella- hemos estado
investigando. Felicidades, señorita Lee. -dijo sacando una caja de
bombones de su espalda.
Todos los alumnos se levantaron y, con orden, abrazaron
a su profesora favorita. Brooke, estaba tan sorprendida que hasta se
replanteó varias veces que eso fuera un sueño. Pero no lo era.
Todos se quedaron mirándola, hasta que ella reaccionó.
-Gracias, chicos. Pero, ¿cómo os enterasteis?
-preguntó Brooke, simplemente sorprendida.
-Se lo sonsacamos a la señorita Gómez. -profesora de
Matemáticas y amiga de Brooke.
Brooke se rió y disfrutó de los últimos minutos de
clase comiendo los bombones con sus alumnos. Cuando el timbre sonó,
Brooke recogió sus cosas, se despidió de sus compañeros y salió
del instituto. Muchos de sus alumnos la saludaron hasta que llegó al
coche de Paul, que estaba aparcado delante de la puerta.
-¿Lista? -preguntó Paul.
Brooke asintió y Paul arrancó. Ya lo tenían todo y se
iban a la estación de tren. En la puerta de ésta se encontraron con
sus compañeros de viaje. Allí estaban: Catherine, Lauren, Jonh,
Angie, Emma, Taylor, Micaella, Ava, Emily, Sammuel, Edward, Danniel y
Lucas. Al verlos todos aplaudieron.
-¿Estamos todos? -preguntó Paul.
-Sí. -gritaron todos a la vez.
Todos tenían ya su billete, así que subieron
directamente al tren. Ocupaban casi un vagón del tren, pero
rápidamente se dividieron por grupos, dejando a Brooke y Paul solos.
Micaella los interrumpió.
-Oye, Paul, ¿Connor viene a la boda? -le preguntó
interrumpiéndolos.
-Sí, claro. -dijo Paul. Micaella le sonrió de oreja a
oreja.
-¿Y tiene novia?
-Creo que no. -dijo Paul.
-Os digo que yo consigo a ese hombre como sea. -dijo
Micaella. Se levantó y volvió con sus amigas. Paul fue el siguiente
en levantarse y acercarse a Sammuel.
-Oye, ¿tú estás seguro de que Esther llega al ensayo
de la boda? -le preguntó.
-Sí, eso me dijo. Pero si quieres la llamo. -dijo Sam.
Paul asintió. Sam sacó su móvil y marcó el número de su novia.-
No me contesta, debe de estar en el avión ya.
-Gracias. -le dijo con una sonrisa.
En cuanto llegaron al hotel, muchos más invitados
estaban ya allí. Entraron, con Paul y Brooke al frente, que se
acercaron al mostrador.
-Ustedes deben de ser los de la boda, ¿me equivoco?
-dijo la recepcionista.
-No, somos los de la boda. -dijo Paul, pasando un brazo
sobre los hombros de Brooke.- ¿Están listas ya las habitaciones?
-Así es. Si me dicen sus nombres, por orden, les daré
las llaves de las habitaciones. -dijo la mujer.
-Brooke Lee. -dijo Brooke, primero que su novio.
La mujer la buscó en la lista y le dio las cuatro
llaves de su habitación. Así hicieron el resto, se fueron y se
acomodaron en sus habitaciones. Era temprano, así que Brooke fue a
conocer el hotel. Era enorme, así que de paso daría un paseo. Pero
en la recepción se encontró con Karen, que no había llegado a la
misma hora que el resto.
-Brooke. -exclamó Karen al verla. Se acercó y le dio
un abrazo.
-Hola, Karen.
-Mira, él es Jack, mi novio. Jack, ella es Brooke, la
novia y futura esposa de mi hermano. -dijo Karen, presentando a su
novio.
-Es un placer. -le dijo Brooke.
-El placer es mío. Gracias por la invitación. -dijo
Jack.
-Acercaros al mostrador, allí os darán la llave de la
habitación. -dijo Brooke, señalando a la mujer que los atendió
antes.
-¿Sabes el número de habitación de mi hermano? -le
preguntó Karen.
-Está en la 118. -dijo Brooke, con una sonrisa.- Y tus
padres en la 203.
-Gracias, nos vemos en el ensayo.
Brooke siguió paseando hasta, más o menos, una hora y
media antes del ensayo. Cuando pasó por delante del mostrador, de
vuelta a su habitación, la recepcionista la paró.
-Disculpe, señorita Lee, todavía queda una persona por
registrase. -le dijo la mujer.
-¿Quién? -preguntó Brooke, sorprendida.
-Esther Cowell. -dijo la mujer leyendo la lista.
-Se acaba de cancelar su vuelo. -dijo Sam, apareciendo
detrás de Brooke.
-¿Cómo? -preguntó Brooke.- No puede faltar, Paul no
se casará sin su mejor amiga delante.
-Lo se, dice que está en un autobús camino a París.
Allí cogerá el tren a Londres y desde allí otro tren a Torquay.
-explicó Sammuel.
-Eso le llevará mucho tiempo. -dijo Brooke, preocupada.
-Sí, no llegará para el ensayo. Ni para mañana.
Espera llegar a tiempo para el domingo por la mañana. -dijo Sammuel.
Brooke suspiró y pasó las manos por su cabeza.

Q mal, pero por nada del mundo cancelen la bodaaa!!!!!
ResponderEliminarMásss Noveeee!!!