Febrero había llegado y contra pronósticos de todos, todos los equipos de Duendes Verdes estaban consiguiendo victorias y avances. Kayla ya estaba más gorda por el embarazo y había actuado un par de veces en algunos bares de los alrededores. William y Brianna avanzaban en su relación y Brianna se había convertido en una entrenadora más para el cadete femenino. Kayla es mañana intentaba ponerse unos vaqueros ajustados.
-¿Qué
haces? -le preguntó Eric cuando la vio pelearse con la cremallera
del pantalón.
-No
me abrocha. -dijo ella, intentándolo otra vez.
-Normal,
Kayla. -le dijo él, agarrando sus manos para que parase de
intentarlo.- Estás embarazada.
-Y
gorda. -añadió ella.
-Sí,
normalmente las mujeres durante el embarazo engordan. Toma, ponte
esto. -sacó un vestido de embarazada.
-Yo
quería ponerme los vaqueros... -se quejó ella.
-Pero
no puedes. -le dio un beso y bajó a la cocina.
Después
de vestirse y preparase, se fue caminando hacia Cazadores de Duendes.
Allí había quedado para desayunar con Brianna y Cassandra. Cuando
llegó, las dos ya estaban allí, hablando con Tara.
-Hola,
chicas. -dijo con una sonrisa, sentándose en una silla.
-Que
bonito vestido, Kayla. -le dijo Tara.
-Gracias...
-Pero,
llegas tarde. -le dijo Cassandra.
-Lo
siento, tuve un problema con unos pantalones. Pero todo solucionado.
-explicó ella.
-¿Qué
te traigo, Kayla? -le preguntó Tara.
-Un
café con leche y unas tostadas con mermelada. -le dijo Kayla. Tara
se disculpó para llevarles el desayuno a la mesa. Las chicas se
pusieron a hablar y Tara les llevó el desayuno. Mientras
desayunaban, Wesley, Eric y Christine, entraron en la cafetería.
-¡Entrenadoras!
-exclamó Eric, al verlas.
-Hola,
chicos. -dijo Cassandra con una sonrisa.
-Chicos,
¿no tenéis clase hoy? -les preguntó Kayla.
-Es
sábado, Kayla. -le recordó Brianna. Los chicos se rieron.
-Perdón,
estoy un poco perdida. -se disculpó ella, volviendo a sus tostadas.
-¿Listos
para los partidos de hoy? -les preguntó Brianna. Esa tarde jugarían
tanto el equipo juvenil masculino, como el cadete femenino, como el
senior femenino.
-Siempre
estamos preparados. -dijo Wesley.
-¿Vosotras?
-les preguntó Christine a Cassandra y a Brianna.
-Por
supuesto. -dijeron a coro las dos.
-Bueno,
vamos a pedir un café y nos vamos. -dijo Eric sonriente. Se
acercaron a la barra y pidieron sus cafés. William entró y al ver a
las chicas se acercó a ellas.
-Hola,
chicas... -dijo besando las cabezas de Cassandra y Kayla. Cuando iba
a darle un beso a Brianna, ésta le hizo gestos para que no lo
hiciera ya que estaban allí los jugadores y habían prometido
intentar guardarlo en secreto por un tiempo. Pero William no entendió
y la besó de todos modos.
-Will...
-le dijo ella, separándolo. Entonces señaló con la mirada a los
chicos. William se giró hacia donde ella le señalaba y vio a
Christine con la boca abierta y tapándosela mientras que Eric y
Wesley se reían.
-Mierda...
-musitó William. Los tres se fueron riéndose y William se sentó
con las chicas a desayunar. Cuando Tara se acercó, William
preguntó:- ¿Y Noel?
-Se
fue con las niñas a las pistas de las vías. -informó ella.
-A
ver, Kelly, no puedes dar más de dos pasos sin botar el balón. -le
explicaba Noel a su hija.
-¿Por
qué? -preguntó Lisa.
-Porque
así son las reglas. -dijo Noel.- Ahora, votad con la izquierda.
Cada
una tenía su balón y hacían todo lo que su padre les indicaba.
Votaban muy torpemente con la izquierda, pero todo iría mejorando
con los años. Después les mandó tirar a canasta, ninguna de las
dos le llegaba, pero Noel las levantó en brazos y cada una metió
una canasta. Después se sentaron en la mesa.
-Papá,
¿vosotros erais buenos? -le preguntó Kelly.
-¿Nosotros?
Éramos los mejores.
-Cuéntanos
algo.
-A
ver, ¿queréis que os cuente como ganamos el campeonato nacional?
-les propuso. Las dos niñas asintieron y Noel empezó con su
relato.- Os lo voy a contar todo desde el principio. Era mi último
año de instituto, y vuestro tío y yo éramos los mejores del
equipo.
-¿Tío
Ryan? -preguntó Lisa. Noel asintió.
-Y
ese año teníamos compañeros de equipo nuevos y entrenador nuevo.
¿Sabíais quién era mi entrenador? -las dos negaron, atentas a la
historia.- Harry.
-¿Padrino?
-preguntó Kelly. Sí, Harry Goldman era el padrino de Kelly Evans.
Su madrina era Jane, que ahora vivía en California, entrenando a un
equipo de chicas.
-Sí,
el mismo. -dijo Noel. Después continuó con su historia.- Nosotros
no ganábamos casi nunca, pero cuando llegó Goldman empezamos a
entrenar de verdad. Entrenábamos muy duro, pero después ganábamos
los partidos. -el claxon de un coche lo interrumpió. Cuando se giró
vio a su hermano y a su sobrino esperándolos.- Otro día termino de
contaros la historia. Ahora vamos, que hoy comemos con el tío Ryan.
Las
niñas cogieron sus cosas y subieron al coche, al lado de su primo.
Noel subió al lado de su hermano y Ryan condujo hasta su casa, donde
Mónica preparaba la comida. Más tarde llegó Tara de trabajar. Ese
día comieron en familia y después fueron a ver los partidos de
Duendes Verdes.

Que llegue el bebe :)
ResponderEliminarMásss Noveee!!!!