lunes, 24 de febrero de 2014

Los partidos.


El primer partido de la tarde era el de los juveniles masculino. Entraron a cambiarse mientras Cassandra lo preparaba todo. Cuando Kayla llegó, acompañada de Eric, Cassandra la ayudó a bajar las escaleras para acceder a la pista.

-Odio el embarazo. -confesó ella. Cassandra se rió y los chicos empezaron a salir del vestuario y se pusieron a calentar.- ¿Cómo es el partido de hoy? -preguntó Kayla, sentada en el banquillo, al lado de Cassandra.

-Difícil, más de lo normal.

-¿Palos Nuevos? -el equipo vecino seguía siendo el enemigo número uno de Duendes Verdes. Pero Cassandra negó.

-Ravens. -dijo mirando la puerta.- Y ahí vienen. -se levantó y les enseñó el camino a los vestuarios. Pero resulta que el entrenador de los Ravens era Tyron Mosby, antiguo compañero de equipo de los chicos. Cassandra en cuanto lo vio sonrió y lo abrazó.

-Cassie, cuanto tiempo. -dijo él sorprendido.- No sabía que eras la entrenadora. -confesó.

-Ni yo que tú eras el entrenador de los Ravens. -dijo Cassandra, emocionada por ver a su antiguo compañero. De repente, detrás de ella estaba Kayla, que también abrazó.

Kayla, estás embarazada! -dijo Tyrone, sorprendido.- ¿Quién es el padre?

-Presente. -dijo Eric, llegando para saludar a su compañero. Se abrazaron fuerte y Tyrone lo miró serio.

-Así que Kayla Marvin... Ya lo dijo Brandon en el viaje a París... -recordó Ty.

-Nadie puede resistirse a mis encantos... -bromeó Eric.

-¿Hoy veré a alguien más? -preguntó Tyrone.

-Si, Brianna y William entrenan al equipo que juega después de los nuestros. -dijo Kayla.

-Noel y Ryan vendrán a ver los partidos. -añadió Eric.

-Y yo le acabo de mandar un mensaje a Mery. -dijo Cassandra con el teléfono en las manos. Tyrone, Mery y William eran inseparables en el instituto y Cassie estaba segura de que Mery se alegría mucho al ver a su amigo.

La enana! -exclamó Tyrone. Tenía la costumbre de llamar así a Mery por su metro y medio.

-Entrenadoras... -dijo Wesley interrumpiendo.

-Sí, ya vamos. -dijo Cassandra.- Después hablamos, Ty. -le dijo disculpándose. Cassandra y Kayla volvieron con su equipo y Eric a las gradas. El partido empezó y no era nada fácil. Noel, Ryan, Brianna y William llegaron justo para el principio del partido. Se sentaron en las gradas con Eric y animaron a más no poder. Al ir perdiendo de cuatro puntos, Cassandra pidió un tiempo muerto.

-Chicos, bebed o os deshidratareis. -les dijo Kayla, repartiendo botellas de agua.

-Bien, esta es la estrategia. Paul, pásale el balón a Charles cuando pases el medio del campo. Tú, -mientras iba ordenando señalaba a cada uno de sus jugadores con el rotulador de la pizarra, donde estaba escribiendo.- Se la pasas a Ted, que quiero que estés dentro de la zona. Si puedes, juegas. Sino, le devuelves el balón a Charles, que se la pasa a Harry que angula para que Wesley tire un triple. ¿Si? ¿Alguna duda? -ninguno habló así que los mandó volver al campo.

Cuando los chicos entraban en el campo Cassandra miró a Ty y éste la miró a ella. Se estaban desafiando con la mirada. Esa jugada, entre otras, salieron bastante bien y el partido terminó con Duendes Verdes dos puntos por delante. Los dos equipos se saludaron.

-Buen trabajo, chicas. -les dijo Tyrone a Cassandra y a Kayla. Entonces, vio a Mery y a William acercarse a él. Mery corrió hasta él y lo abrazó con fuerza. William se unió al abrazo. Noel, Ryan y Brianna se acercaron detrás de ellos.- Hola, chicos.

-¿Cómo estás? -le preguntó William.

-¿Por qué no me avisaste de que venías? -le dijo Mery.

-Porque pensaba que seguías en Tuinod. -le dijo Tyrone.- Me dijeron que jugaban ahora vuestras chicas. -les dijo a William y a Brianna.

-Así es. -dijo Brianna.

-Pues me quedaré a ver que hicisteis con el equipo. -les dijo sonriente Tyrone.

-Chicos, tenemos que salir de aquí. -les dijo Cassandra.

-Después, ¿tomamos un café juntos? -propuso William. Su amigo asintió y todos se fueron a las gradas, menos Brianna y William.- ¿Crees que Christine le contó algo al resto?

-¿Sobre qué? ¿Sobre lo que vieron por la mañana? -William asintió.- Estoy segura. Son unas cotillas, Will.

Las chicas salieron del vestuario y a medida que pasaban por delante de ellos para ir a calentar los miraban con una sonrisa y curiosas. William, les ordenó a Molly y a Christine que dirigieran el calentamiento y ellas lo hicieron con una sonrisa.

-Lo saben todas... -bufó William, sentándose en el banquillo. Brianna se sentó a su lado.

-Bueno, a lo mejor no se lo dijo. -le dijo Brianna intentando animarlo.

-¿Viste como nos miraron? Lo saben todas. Las conozco muy bien. -dijo William, seguro de lo que decía.

-Bueno, no pasa nada. Ahora hay que ganar el partido y después ya nos preocuparemos de ellas. -dijo Brianna.

William asintió y llamó a sus chicas para darles un par de indicaciones antes del partido. Unieron sus puños en el centro de un círculo y gritaron el nombre del equipo. Las chicas defendieron la victoria con uñas y dientes. Tanto que el partido se estaba poniendo violento, y la que más alterada estaba era Molly. Mientras el equipo contrario tiraba unos tiros libres, William la llamó.

-Tienes que tranquilizarte, Molly. -le dijo sin que ella saliera del campo y sin que él entrara.

-Pero nos están pegando... -se quejó Molly.

-Me da igual. -la interrumpió William.- Eres capitana, tienes que mantener la calma.

-Lo intentaré. -prometió ella. William la miró serio.- Vale, me tranquilizo. -dijo ella antes de volver al partido.

El partido no fue tan bien como el de los chicos, pero gracias a una canasta de suerte de Daphne ganaron de un punto. Las chicas lo celebraron con alegría. Después, y por último, jugaron el equipo de Brianna, Cassandra y Lilly. Goldman, las dirigió a la victoria.

-Se nota que estáis de vuelta. -les confesó Tyrone. Después de los partidos todos fueron a Cazadores de Duendes. Eric, Kayla, Tara, Noel, Mónica, Ryan, Brianna, William, Cassandra, Jared y Tyrone se sentaron en una gran mesa.

-¿Por qué lo dices? -le preguntó Brianna.

-Porque Duendes Verdes revivió. Con Brianna y Cassandra en el equipo senior femenino, volvió la esperanza en Goldman de dirigir a un buen equipo. Con Cassandra y Kayla volvió las ganas de jugar en unos jugadores perdidos. Con William y Brianna entrenando a las cadetes, mantenéis a vuestro mejor equipo en primera división. Y, ¿quién sabe? ¿Por que no volver a ser campeones nacionales? Y si los mellizos y William volvieran al equipo senior masculino, éste volvería a ser un equipo.


Todos los nombrados se miraron los unos a los otros y los que no estaban nombrados sonreían. Sonreían porque sabían que eso era verdad.

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