domingo, 20 de octubre de 2013

Preparación.




-Siete, seis, cinco... -Harry Goldman contaba los segundos que les quedaban para llegar a la linea de meta a sus chicos.- tres, dos, uno... ¡Tiempo! Sarah, Brandon y Margarett,como fuisteis los últimos haced 40 abdominales. -los tres nombrados obedecieron y el resto bebió de las botellas que Kayla y Eric repartían.- Ahora, haré dos equipos y competiréis. ¿Si?

Después de separar a los chicos en dos grupos, mandó a Kayla para el que tenía un jugador de menos.

-Pero, Goldman, yo no creo que pueda... -dijo Kayla.

-¿Te sientes con fuerzas? -interrumpió Goldman. Kayla asintió.- Pues inténtalo. Equipo verde, conmigo. Equipo negro, con Jane.

Kayla compartía equipo con Ryan y con Brianna, entre otros nueve chicos más. Eran el equipo verde, por eso estaban escuchando a Goldman.

-Bien, titulares de hoy. Brianna, Kayla, Sheldon, Ted y Peter. Kayla, ¿puedes?

-Se intentará. -prometió ella. Goldman sonrió y los cinco nombrados salieron a pista a competir contra Mery, Will, Alice, Carl y Sarah.

-Mery, Mery, ¿me dejas defender a Brianna? -le pidió Will. Era la primera vez que le hablaba bien desde lo que había pasado con su novia. Ella sonrió y asintió.

-Yo defiendo a Ted. -dijo Mery.

-Tendré cuidado. -le dijo Sarah a Kayla, cuando ambas iban a saltar a por el balón inicial.

-No lo tengas. Soy una jugadora más. -le dijo Kayla. Sarah le sonrió y las dos saltaron a por el balón, que ganó Sarah.

Cuando Brianna recibió el balón y vio a su novio delante de ella para defenderla, se sorprendió.

-¿Qué haces? -le preguntó.

-Te defiendo. -contestó Will. Brianna empezó a botar y a proteger el balón de su novio para no perderlo. Cuando se lo pasó a Peter miró a su novio y le echó la lengua. Estuvieron haciendo tonterías durante todo el partido, mientras que Kayla luchaba por todos los balones y se esforzaba lo máximo. Se sentía muy bien por volver a jugar un partido, aun que fuera en el entrenamiento. Pero después de pasados cuatro minutos sus piernas le fallaron y cayó al suelo. Todos corrieron a ayudarla.

-Chicos, no la agobiéis. -pidió Eric acercándose. Cuando llegó hasta ella y con ayuda de Ryan la levantaron.

-Lo siento. -le dijo Kayla a Goldman, cuando el viejo se sentó a su lado mientras ella descansaba.

-Está muy bien, Kayla. Estuviste cuatro minutos esforzándote lo máximo.

-Pero un partido dura cuarenta minutos no cuatro.

-Pero no tienes porque jugar cuarenta minutos.

-Goldman, ¿sabe todo lo que daría yo por jugar el último partido? Aun que fueran cuatro minutos... Lo daría todo.

-Lo se. -dijo Goldman. Después se levantó y dio por terminado el entrenamiento reuniéndolos a todos en un círculo.- Muy bien, chicos. -hizo una pausa.- Cuando yo entrenaba a Palos Nuevos las dos semanas previas a la final les prohibía comer comida basura, les obligaba adormir por lo menos nueve horas diarias y les prohibía las relaciones sexuales. -cuando dijo esto último algunos se rieron y otros intentaron no hacerlo.- Pero a vosotros no os voy a decir nada de eso. Porque si os pido que no comáis comida basura o que comáis sano se que no me vais a hacer caso. Coméis como linces. -algunas veces, los miraba comer en el comedor y se sorprendía de lo que comían sus chicos.- Se que dormís más de nueve horas diarias, es más alguno debe de dormir más de doce horas. -dijo mirando a Patty, que solía quedarse dormida sobre la mesa del comedor, después de comer.- Y si os pido que no mantengáis relaciones sexuales, dejáis el equipo. -todos rieron ante el último comentario.- Pero, además no necesitáis nada de eso. Porque cuando llegué aquí vi a algunos con mucho talento. -miró directamente a gente como Brianna, Sarah, Ryan, Sheldon, Brandon, Will.- Y los que no teníais talento, habéis trabajado tanto que ya sois iguales que vuestros compañeros. -ahora miró a Mery, Noel, Charley, Abigail...- Por eso lo único que vamos a hacer estas dos semanas va a ser entrenar muy duro, como lleváis hecho durante todo el año. Así que mañana aquí a las siete. Ahora id a ducharos, que oléis mal.

Los chicos se fueron a las duchas y cuando salieron se encontraron con la imagen de una chica que jugaba en la categoría más pequeña de Duendes Verdes, llorando en el banco de la entrada. Los chicos miraron a las chicas para que se ocuparan de la situación. Cassie y Eric se acercaron a la niña. Cuando se acercaron se dieron cuenta de que su larga melena estaba cortada por un lado.

-Hola, cielo. -dijo Eric.- ¿Qué te pasó? -la niña que debía tener apenas once años se echó a llorar más fuerte.

-No llores, no llores, cariño. Nosotros jugamos en Duendes Verdes, como tú. -dijo Kayla señalando el escudo del colegio en la sudadera del equipo.- No puedes estar tú sola aquí fuera. Es tarde. ¿Tus padres?

-Me quedé a dormir en casa de Lucy. -dijo la niña entre sollozos. Lucy era una niña de su edad, conocida por sus ricos padres y lo que ellos podían hacer con su dinero. Era capitana de las animadoras más pequeñas y delegada de su curso. No había nada que no pudiera conseguir.- Me invitó a dormir a su casa, porque era su cumpleaños.

-¿Y por qué estás aquí? -preguntó Eric.

-Porque me quedé dormida antes que ellas y aprovecharon para hacerme esto. -dijo señalando su pelo.- Ninguna de mis amigas están, solo a mi me invitó. Y cuando me enteré de lo que me hicieron salí corriendo. -el resto del grupo también se había acercado y todos escuchaban atentos la historia de la pequeña.

-¿Cómo te llamas? -le preguntó Cassie.

-Miley Corbin.

-Entonces, Miley. Ahora vamos a hacer esto. Te acompañamos a buscar tus cosas a casa de Lucy y te llevamos a casa, ¿si?

Miley asintió. Kayla le dio la mano y con Eric y Brianna la acompañaron a buscar sus cosas. La madre de Lucy les abrió desesperada ante la idea de que hubiera perdido a una niña. Cuando vio a Miley suspiró tranquila, pero cuando vio la mitad de su pelo cortado se llevó las manos a la boca.

-¿Qué pasó, Miley? ¿Y quiénes son ellos? -preguntó la madre de Miley.

-Yo soy su prima. -mintió Kayla.- Miley viene a buscar sus cosas y la llevaremos a casa.

-Pasa, cariño. -dijo la mujer. Miley entró en la casa de la mano de Brianna y Eric y Kayla se quedó en la puerta con la mujer.- ¿Tú no eres una de las chicas...?

-Si, yo estuve secuestrada. -dijo Kayla.

-Lo siento.

-No pasa nada. Ya estoy aquí, sana y salva.

Brianna y Eric entraron de la mano de Miley donde las niñas dormían. Estaba la luz apagada y las niñas durmiendo.

-Dejé mis cosas allí. -dijo Miley señalando una esquina. Lo dijo susurrando y sin encender la luz. Pero Brianna encendió la luz, despertando a las niñas y habló con un tono de voz alto.

-Vete a cogerlas. -las niñas se frotaron los ojos para ver mejor. Entonces se dieron cuenta de quien estaba en la habitación.

-Tú eres Brianna Parsons y tú, Eric Shaw. -dijo una niña, rubia.

-Los mismos. -contestó Eric.

-¿Y qué hacéis en mi casa? -preguntó Lucy en mal tono.

-Venimos a buscar a Miley. -contestó en el mismo tono Eric. Cuando Miley recogió sus cosas y se acercó a ellos, Eric pasó su brazo por su espalda y la encaminó a la puerta. Brianna miró a todas las niñas y se acercó a la protagonista.

-Mi perra se llama con tú, pobre de ella. -la niña se tapó la boca con las manos horrorizada y Brianna le sonrió burlona. Después salió por donde había entrado y se encontró con Eric y Kayla discutiendo con la madre de Lucy.

-No os la podéis llevar. -decía la mujer.

-Lo que no puede hacer es dejar que unas niñas hagan este tipo de cosas. -le discutió Kayla.- Y nos la llevamos a su casa.

-Llamaré a su madre. -amenazó la mujer.

-Bien, dígale lo que su hija le hizo a Miley. -dijo Eric saliendo de la casa con el resto de las chicas. Se subieron al coche de Will y los cuatro viajaron con la niña a su casa.

-¡Miley! -gritó su madre cuando la vio, la niña corrió a abrazarse a su cintura.- ¿Qué te pasó? ¿Quiénes sois? La madre de Lucy me llamó diciendo que unos extraños se habían llevado a mi hija de la fiesta.

-¿No le contó lo que su hija le hizo a Miley, no? -dijo Eric.

-Mamá, ellos te lo van a contar. -dijo Miley. La madre de Miley los dejó pasar y preparó unos chocolates calientes para todos, mientras los chicos le contaban lo ocurrido a ella y a su marido.

-Y eso fue lo que pasó. -terminó Kayla después de contar todo con pelos y señales.

-Muchas gracias, no se como agradeceros todo lo que habéis hecho. -dijo el señor Corbin.

-No hay nada que agradecer. Encantados de ayudar. -dijo Eric.

-Esto está buenísimo, señora Corbin. -dijo Brianna señalando su chocolate.- A mi esto me vale de agradecimiento. - sus amigos rieron de ella.

-¿Jugáis en Duendes Verdes, no? -les preguntó el padre de Miley.

-Si.

-Es que me gusta mucho veros jugar. Siempre que puedo voy a veros.

-Gracias.

-¿La semana que viene jugáis las finales, no?

-Si.

-¿Y cómo lo lleváis?

-Bien, bastante bien. -dijo Will.

-Yo, en realidad, estoy muy nerviosa. -confesó Brianna. Se volvieron a reír de la rubia.

-No te preocupes. La semana que viene los tres estaremos allí para animaros. -prometió la señora Corbin.

-Nos alegra mucho. -agradeció Eric.

-Bueno, nos tenemos que ir. Mis padres se van a asustar si no llego a casa pronto. -dijo Kayla


-Mis padres seguro que ya llamaron a la policía. -bromeó Will. Se despidieron de la familia y cada uno volvió a su casa.

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