martes, 22 de octubre de 2013

Las normas de Goldman.




Miércoles:
Norma número uno: comida sana.

-Tengo tanta hambre que me comería un elefante. -dijo Ryan sentándose con sus amigos en la mesa del restaurante al que iban todos los miércoles.

-Acuérdate, comida sana. -dijo Kayla mirando la carta.

-¿Cómo quieres que como ligero y sano si aquí todo es carne? -dijo William mirando la carta.

-Puedes pedir una ensalada. -propuso Kayla.

-Que asco... -musitó Noel. El camarero llegó y los miró.

-¿Que van a comer? -preguntó.

-Yo una ensalada. -dijo Kayla.

-Yo chuletas de cerdo con salsa barbacoa. -pidió Brianna. Kayla le dio una patada por debajo de la mesa.- ¿Qué? -le preguntó mirándola.- Ahh.. Si, y una Coca-cola.

-Yo lo mismo. -dijo Eric.

-¡Eric! -le gritó Kayla.

-¿Qué? Yo no voy a jugar.

-Yo, quiero esto a la barbacoa y Fanta de naranja. -dijo Will. Así, uno a uno, iban pidiendo comida poco sanas y para nada ligeras. Cuando el camarero se iba a ir con los pedidos, Kayla lo interrumpió.

-¿Me cambia la ensalada por lo que pidió ella? -dijo señalando a Brianna. Sus amigos rieron y el camarero lo anotó.

Norma número dos: dormir al menos nueve horas diarias.

2 a.m.

-Estoy tan nerviosa que no podré dormir... -le dijo Cassie a Brianna por teléfono.

-Yo tampoco. Mira la hora que es y yo todavía despierta. En cuatro horas tengo que levantarme, Cassie.

-Para dormir cuatro horas es mejor que no duermas nada. -dijo ella.

-¿Y qué hago durante estas cuatro horas?

-No se, llama a Will. Yo acabo de llamar a Jared.

-Si, ¿y mi tía que?

-Tu tía lleva dormida por lo menos cinco horas. Y si no te escuchó gritando por teléfono, no te va a escuchar con Will.


-Cuarenta y cinco, cuarenta y seis... -Kayla contaba el número de abdominales hacía.- Si quiero volver a jugar, tengo que trabajar. -había convertido su garaje en un pequeño gimnasio, donde entrenaba a diario. Sobre todo trabaja las piernas, no quería que les fallaran en el peor momento. Miró el reloj y vio la hora.- Sigo hasta las tres y entonces me voy a dormir. -se dijo a si misma y siguió con sus trabajos para reforzar sus piernas.


-¿No crees que deberíamos irnos a la cama? -dijo Noel. Él y su hermano estaban viendo capítulos de la cuarta temporada de FRIENDS. Después de ver ese par de capítulos en casa de Brianna ambos se propusieron volver a ver toda la serie.

-Yo no tengo sueño. -dijo Ryan.

-Pero son las dos de la madrugada.

-¿Ya? Que rápido pasa el tiempo. Pero solo nos quedan dos capítulos para terminar la cuarta temporada.

-Tienes razón, no tiene sentido dejarlo ahora.


William dormía plácidamente en su cama hasta que escuchó algo golpear su ventana. Se asomó a ella y vio a su novia haciéndole señas. Entonces cogió su móvil y la llamó.

-¿Pasa algo?

-¿Vienes a hacerme compañía? No me puedo dormir... -dijo ella del otro lado.

-Ábreme la puerta. -dijo el. Ella sonrió y bajó las escaleras para abrirle la puerta a su novio cuando llegara.

Norma número tres: prohibidas las relaciones sexuales.

Brianna le abrió la puerta a Will y lo recibió de brazos abiertos. Igual hizo Cassie con Jared.

Jueves.

-Me duele la barriga... -se quejó Cassie.

-Te avisé de que no tomaras esa salsa. -dijo Kayla.

-Yo me muero de sueño... -dijo Noel. Brianna y Will dormían uno encima del otro sobre la mesa del comedor.

-¡Despiertos chicos! -les gritó Goldman al oído.- Kayla, ven a mi clase, por favor...

-¿Puede acompañarme? -preguntó señalando a Cassie, Goldman asintió. Los tres se fueron a aquella minúscula clase sin calefacción.

-Señorita Marvin. Después de discutirlo intensamente he decidido que jugará la final, mañana. -la sonrisa se hizo en la cara de Cassie, pero no en la de Kayla.- ¿No se alegra, Marvin?

-El otro día lo intenté y solo pude aguantar cuatro minutos. -dijo ella preocupada.- No quiero decepcionar a nadie...

-No decepcionarás a nadie, Kayla. -dijo Cassie.

-Además, como solo puede cuatro minutos, esos serán los minutos que jugará. Si no quiere, no pasa nada...

-Si que quiero. Pero, ¿y si no puedo?

-Si confías en ti misma, podrás. Porque el resto del equipo confía en ti.

-Eso es verdad, Kayla. -añadió Cassie.

-¿Qué me dices? -preguntó Goldman.

-Está bien. Lo haré. -aceptó Kayla.

-Y por favor, cumplan mis reglas. No quiero zombis corriendo por la pista mañana. -pidió Goldman.


Por eso, ese jueves después de clase cada uno se fue a casa. Descansó, cenó algo ligero y se fue a la cama muy temprano. Llegaba el gran día...

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