El día de las semifinales había llegado y con ella la lluvia seguía
golpeando las ventanas a diario. Los chicos sentados en clase,
esperando a que el profesor llegara hablaban.
-¿Y eso era aquello tan importante que nos tenías que contar?
-preguntó sorprendida Brianna.
-Si, ¿estáis enfadados? -preguntó Noel, temiendo que su amiga lo
ahogara con sus propias manos.
-No, Noel. Tú puedes hacer y sentir lo que quieras. No te lo vamos a
prohibir. -dijo Brianna.
-Además, no es tan malo que te guste Mery. -añadió Will.
-Me alegro tanto que os lo toméis tan bien... -confesó Noel,
suspirando.
-Brianna Parsons, Noel Evans, William Morgan y Patty Collins. A la
clase de Harry Goldman. -anunció la profesa de Historia desde la
puerta de la clase de Matemáticas. Los cuatro nombrados se
levantaron y fueron a una clase, que llevaba vacía años, tantos que
ni la calefacción funcionaba.
-Goldman, aquí nos vamos a morir de frío. -se quejó Shelby Burton,
la capitana de las animadoras, también reunidas allí.- Además,
¿para que nos reuniste a nosotras aquí?
-Os reuní a vosotras aquí porque si queréis animar a mis chicos
vais a tener que aprender las jugadas, como ellos. -anunció Goldman.
Carraspeó y continuó con su “clase”.- Os reuní aquí para
explicaros un par de jugadas y de técnicas que utilizaremos esta
tarde. Kayla llegó y golpeó la puerta.- Señorita Marvin, llega
tarde. Pero tome asiento.
-Yo no se si debo estar aquí... -dijo ella mirando a sus compañeros
desde la puerta. En las últimas semanas había avanzado mucho. Ya
caminaba con normalidad y había empezado a hacer unos ejercicios
para devolverle la movilidad a sus piernas.
-Por favor, leé esto. -pidió Goldman acercándose a ella para darle
un papel. Ella lo colocó encima de la carpeta que llevaba sobre los
brazos.- En voz alta. -pidió Goldman.
-Kayla Marvin, Abigail Edwards, Alice Parker, Brianna Parsons, Mona
Bratts, Cassandra Jones, Patty Collins, Mery Murray, Jamie Horn,
Lilly Adam, Sarah Perry y Margarett Hayman. -dijo con una pequeña
sonrisa.
-Se te olvidó la parte más importante. -le dijo Goldman.- El
título.
-Equipo femenino de Duendes Verdes. -dijo ella con una sonrisa más
grande.
-Ahora lee lo que pone tu sudadera. -pidió Goldman. Todos los chicos
y las chicas los días de partido llevaban la sudadera del equipo
durante todo el día, y ella no era la excepción hoy.
-Duendes Verdes.
-Ahora, por favor. Siéntese con el resto de sus compañeros.
La clase era minúscula para veinticuatro jugadores, diez animadoras,
el delegado y los dos entrenadores. Por eso había algunos
desafortunados de pie, o compartiendo sillas, o sentados sobre mesas,
o sentados en el suelo. Cuando Kayla se acercó a buscar sitio,
Brianna se levantó y le obligó a Will que le hiciera sitio sobre
sus piernas, para que Kayla se pudiera sentar. Todavía hacía mucho
frío y los chicos se abrigaban como podían. Las sudaderas, las
manos dentro de las sudaderas, bufandas, gorros de lana, calor
corporal... Y Harry Goldman explicando las jugadas de esa tarde en
aquella clase sin calefacción, no ayudaba a mantenerse caliente.
-Entonces, quiero que el escolta se la pase al pívot y éste juegue
uno contra uno... Hoy es importante lucirse. Nuestros amigos de Palos
Nuevos vendrán a vernos, ya que serán nuestros posibles rivales en
la final.
-Si es que llegamos a la final. -comentó Charley.
-Gray, cuando lleguemos a la pista das veinte vueltas corriendo.
-dijo Jane. Goldman lo aprobó con su mirada y disfrutó del castigo,
como solía hacer. El timbré sonó y los chicos se levantaron y
fueron saliendo hacia el comedor, era la hora de comer.
-El instituto, que época tan bonita... -suspiró Goldman. Noel,
Kayla y Mery, los últimos en salir, lo escucharon y se rieron.- ¿De
qué se ríen? ¡Vamos! ¡A comer para estar fuertes esta noche! -los
chicos rieron otra vez y salieron de la clase. Mientras caminaban
hacia el comedor, Noel pasó el brazo por los hombros de Kayla, le
sonrió y le besó la cabeza. Mery que caminaba detrás de ellos lo
vio y miró al suelo.
-¿Duele, eh? -le sorprendió una voz detrás de ella. Mona había
parado en su taquilla antes de ir al comedor y vio la escena.
-¿De que hablas, Mo?
-De que te gusta Noel.
-No, ¿estás loca? Además, él seguro que me odia por lo que le
hice a Brianna.
-Vamos, Mery. Todo el mundo olvidó eso ya. Olvídalo tú también.
-Will no lo olvidó. Sigue sin querer que volvamos a ser los amigos
de antes... -dijo Mery, triste.
-Lo olvidó, pero no pretendas que todo vuelva a ser como antes...
Vas a tener que trabajar duro para ello. -dijo imitando a Goldman.
En cuanto el timbre sonó después de la última clase de la tarde,
los alumnos salieron corriendo de sus clases. Los carteles de ánimo
hacia los equipos de baloncesto empezaron a aparecer. Algunos de
ellos se pintaban la cara de verde con las iniciales del equipo en
las mejillas. Las animadoras bailaron un poco antes de que
presentaran al equipo contrario femenino. Después las animadoras de
colocaron en un pasillo y la mascota del equipo al final de éste.
Gavin Walker empezó a leer los nombres de las jugadoras de Duendes
Verdes y a medida que las iba nombrando por su dorsal ellas
atravesaban el pasillo de animadoras y llegaban al lado de la mascota
a la que le chocaban las manos. La primera fue Kayla, la seguda
Abigail y así sucesivamente hasta llegar a Margarett. Después los
dos equipos empezaron a calentar en su parte del campo
correspondiente. El partido empezó y Cassie fue la primera en
encestar. Los chicos las animaban desde las gradas.
-¡Están que se salen! -dijo Ty, después de un triple de Patty.
Las chicas estaban ganando con facilidad y Goldman estaba contento
por eso. Había visualizado a las chicas y a los chicos de Palos
Nuevos entre el público y le gustaba que ellos supieran que no iba a
ser fácil ganar a Duendes Verdes. El partido fue ganado por las
chicas de Duendes Verdes, con mucho trabajo, compañerismo, técnica
y apoyo por parte de del público. Las chicas lo celebraron en el
campo y los chicos, ya cambiados y preparados para jugar, lo
celebraron con ellas. Después Gavin Walker nombró a cada uno de los
jugadores que atravesó corriendo el pasillo de las animadoras y se
abrazó con la mascota. Las chicas se ducharon tan rápido que cuando
salieron a las gradas los chicos todavía estaban empezando. Brianna
abrazó a su tía y a su prima que disfrutaban del partido.
-¿Os quedáis a ver el de los chicos? -les preguntó.
-Si, Adam viene ahora.
-¿Va a venir Adam Evans? -preguntó sorprendida, su tía asintió.-
Nunca vino a ver ningún partido de sus hijos.
-Será el amor que lo está cambiando... -dijo su tía.
-¿Ya le llamas amor? -preguntó riendo Brianna. Le dio un beso a su
prima y volvió con su equipo a primera fila para ver el partido de
los chicos.
-¿Pensáis que tienen posibilidades de ganarnos en la final? -le
preguntó una voz a Cassie. Era aquel tal Mike, capitán de Palos
Nuevos.- No lo hicieron el otro día, no lo van a hacer nunca.
-¿Quién te crees que eres? -dijo Cassandra levantándose. Brianna
al ver a su rival del otro día también se levantó, mientras el
resto del equipo miraba sorprendidas.
-Quizá si que nos ganen. Porque el otro día tenían a dos chicas en
su equipo... -comentó Mike.
-Te vas. -dijo Mónica llegando.
-¿Tú me estás mandando irme? -preguntó riendo.
-Te vas. -repitió Jared, apareciendo en escena. Había llegado con
Mónica, pero se había retrasado hablando con un compañero de
clase. Mike los miró una vez más y volvió con su equipo alejados
de las chicas.- ¿Estáis bien? El imbécil de su hermano jugó
contra nosotros hace unas semanas. -recordemos que Jared jugaba al
football.
-Si, solo vino a repetirnos que las pistas de las vías del tren son
de ellos. -dijo Brianna.- No les hagáis caso.
Jared y Mónica se sentaron con ellos y disfrutaron del partido.
Peter, Ryan, Will, Paul y Sheldon eran los titulares, que ya estaban
en la pista. Pero, Brianna se acercó al banquillo y llamó a Noel.
-¿Qué pasa? -preguntó él.
-¿Ves a mi tía? -le preguntó ella. Noel miró y asintió.- Mira a
su derecha. -su amigo le hizo caso.
-Está tu prima. ¿Qué pasa?
-A la otra derecha. -Noel rió y miró. Allí estaba sentado su
padre. Noel sonrió y le chocó la mano a su amiga. Brianna se volvió
a sentar.
Los chicos tuvieron un partido más difícil por momentos, pero
siempre por delante en el marcador. Llegaron los últimos segundos
del partido y el la pista estaban Ryan, Noel, Charley, Brandon y
Leonard. Metieron la última canasta y el pitido final sonó,
haciendo así que se proclamaran finalistas por nueve puntos de
diferencia. Celebraron la victoria, y no fueron los únicos. Cuando
miraron a la grada vieron la escena de Heathery Adam celebrándolo
con un beso. Los mellizos y Brianna se rieron.
-No sabía que vuestros partidos fueran siempre tan interesantes.
-dijo por cuarta vez Adam, cuando entraron en casa.
-Si, papá.
-Además son tan impredecibles. Estáis ganando y de un momento a
otro perdéis. -dijo fascinado Adam. Noel le contestó riendo.
-Y además te gusta celebrar las victorias, ¿no? -su padre lo ignoró
como si no hubiera dicho nada.
-Creo que voy a ir a todos los partidos que os quedan.
-Papá, solo nos queda un partido. -añadió Ryan.- Pero ese te
aseguro que será el mejor partido que verás en tu vida... -dijo
frotándose las manos.

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