-¿Qué es esto? ¡¿Un paseo?! -gritó Harry Goldman en pleno
entrenamiento.- Noel, mi abuela corre más que tú. -le gritó al
jugador que le costaba correr aquel Suicidio, cuando siempre
era de los primeros.
-Deberías decirle lo de tu rodilla. -le musitó Cassandra cuando
pasó por su lado. Noel negó y siguió corriendo. El día del
partido contra Palos Nuevos se cayó en el cemento originándose así
una herida enorme en la rodilla derecha.
-Está bien, tomaros un descanso. A ver si así lo hacéis mejor
después. -dijo Goldman dando por perdido el ejercicio. Noel se sentó
y descansó un poco.
-¿Por qué no se lo dices? -le preguntó Cassie sentándose a su
lado.
-Porque no me duele tanto.
-Pues avísale a tu cara. Porque parece que te estás muriendo de
dolor. -le dijo Cassie.
-Estoy bien, de verdad. -dijo medio sonriendo. Cassie le sonrió y se
levantó para caminar un poquito y recuperar fuerzas. Entonces Mery
se sentó a su lado.
-¿Qué te pasa? -le preguntó.
-Nada, estoy bien.
-Vamos, Noel. Todos nos damos cuenta de que te pasa algo. Siempre
eras de los primeros y hoy eres de los últimos.
-No me pasa nada. Estoy un poco cansado. -entonces Mery se fijó en
la gota de sangre que corría por su pierna.
-Pues te está sangrando la pierna. -le informó. Noel se secó la
gota de sangre, pero ya era demasiado tarde, Jane lo había visto.
-Enseñame la herida, Noel. -le ordenó. Noel, resignado, levantó un
poco el pantalón y le enseñó la herida que se había hecho el día
anterior. Jane abrió los ojos como platos y Mery se tapó la boca al
ver el tamaño de la herida.- Vamos, te la voy a vendar.
Noel se fue con Jane y Mery se quedó mirando por donde se iban.
William y Brianna se sentaron en la grada, un poco alejados de Mery.
Mery se acercó despacio.
-Si, mi tía está muy rara. Sale mucho con el padre de los Evans,
pero dice que solo son amigos. -le decía Brianna a William.
-Si dice que solo son amigos, creele. -dijo Will. Entonces ambos
vieron a Mery a su lado.- ¿Qué haces, Mery?
-Quería hablar con vosotros. -dijo suavemente.
-Pero yo no quiero hablar. -dijo Brianna levantándose.
-Por lo menos escúchame, por favor. -Brianna la miró y se volvió a
sentar.- Se que lo que hice estuvo muy mal, pero me arrepiento y lo
siento. No se que más hacer. Y Brianna, Will no me dijo
absolutamente nada, yo os escuché escondida detrás de una pared. Lo
siento, y espero que algún día me podáis perdonar.
-Mery, me humillaste. Yo no lo estaba pasando bien. ¿Sabes lo que es
que tus padres no vivan contigo por motivos de trabajo? Yo sentía
que mis padres me habían abandonado. Y lo sabía Will porque es mi
vecino, no se lo conté yo. Solo lo sabía él, Kayla y Cassie.
Cassie y Kayla lo sabían porque son como mis hermanas. Yo lo estaba
pasando realmente mal. Pasé las Navidades sola. Es muy duro y no
quiero que nadie me tenga pena. Por eso no lo sabía nadie. Y no
tenían ningún derecho a decirlo. -después de ese discurso se
levantó y se fue. Will la miró y también se fue.
-¡Chicos! -Goldman los llamó y todos se reunieron en el centro.- El
viernes jugamos las semifinales y tenemos que ganar. Nadie se
esperaba que llegáramos aquí. Y nuestros amigos de Palos Nuevos
vendrán a vernos. Así que espero un partido competitivos, deportivo
y, sobre todo, quiero ganar. Así que hay que trabajar mucho. Por
eso, os espero mañana a las siete. Desde las siete hasta las once
habrá entrenamiento, aquí mismo. Ahora id a las duchas.
Los chicos se fueron a duchar a su vestuario y las chicas al de
ellas. Cuando se terminaron de duchar y se asomaron por la puerta las
gotas de lluvia golpeaban fuertemente el suelo.
-¿Qué hacemos? -le preguntó Ryan a Noel. Will ya se había ido con
Cassie y Brianna.
-No se... Papá aun debe de estar en el trabajo.
-¡Ofú! Como llueve. -dijo Mery cuando vio el tiempo.
-¿Ofú? -preguntó riéndose Noel.- ¿Qué expresión es esa?
-No se, siempre la dije. -se excusó Mery.- Tendré que correr hasta
llegar a casa.
-Para, para. ¿No hay nadie en el equipo con coche? -preguntó Ryan,
los tres se pusieron a pensar.
-Si, Will... -dijo Mery.- y Margarett. Margarett tiene coche.
Maggie llevó a los mellizos y a Mery a casa. Pero cuando Noel y Ryan
entraron en su casa se sorprendieron con la presencia de la lengua de
su padre dentro de la boca de Heather y viceversa.
-¡Papá! -gritó Noel.
-¡Qué asco! -añadió Ryan.
-No seáis irrespetuosos. -dijo Adam. Heather se limpiaba los restos
de su pintalabios.
-Yo ya me estaba yendo. -dijo Heather. Se levantó, le dio un beso a
Adam, la acarició la cabeza a Noel y Ryan y salió de la casa.
-Sois puntuales, eh. -se quejó Adam.
-¡Papá! -lo llamó Ryan mientras empezaba a recoger los platos de
la cena. Él lo miró sorprendido.- Está lloviendo. -su padre enarcó
una ceja.
-Llévala a casa. -añadió Noel. Adam cogió la llaves del coche y
salió corriendo.- Este hombre no sabe como tratar a una mujer...
-dijo recogiendo los platos que había usado su padre y su cita.
-Lo se... Es la primera cita que tiene después de mamá. -dijo Ryan
recogiendo los cubiertos y los vasos.
-¿A ti cómo te va con Mónica?
-Muy bien, mucho mejor que antes. -dijo sonriente Ryan.- ¿Y tú?
¿Abigail?
-¿Qué dices? No, por dios... No tropezaré con la misma piedra otra
vez más.
-Entonces, ¿quién?
-Nadie.
-Vamos, Noel... A mi no me engañas. Soy tu hermano.
-¿Por qué siempre tiene que haber alguien? No hay nadie, Ryan.
Estoy solo y estoy bien así.
-¿Quién es? Si no hubiera nadie me hubieras dicho que tenías a
siete chicas esperándote en la puerta de casa o algo así. Si
insistes en que no hay nadie es porque hay alguien. ¿Quién es?
-Mery Murray. -dijo en voz baja, pero su hermano lo escuchó igual.
-¿¡Estás loco!? Mery Murray, ¿después de todo lo que le hizo a
Brianna y a Will? -su hermano parecía estar entrando en cólera.-
Noel, ¿dónde tienes la cabeza?
-¿Qué pasa, Ryan? Si, Mery Murray. ¿Y qué? ¿Solo tú puedes
estar con quien quieras? Ella cometió un error y se arrepiente. ¿O
te olvidas de todas las veces que engañaste a Mónica con otras
chicas? ¿Solo por eso vamos a hacer que su vida sea un infierno?
-ahora Noel estaba en cólera.- Además, hiciera lo que hiciera se lo
hizo a ellos, no a mi.
-Mira, haz lo que quieras. Pero se lo tienes que decir a Brianna y a
Will. Porque si no lo haces tú, lo haré yo.
Después de esa discusión ambos se sentaron en el sillón, se
pusieron una manta por encima de los dos y vieron en silencio la
película que ponían esa noche.

Me encanta!! El partido al fina lo ganaron?? Más!!
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