miércoles, 30 de enero de 2013

30.Alicia.





-¿Ya nació? -la volvieron a ignorar por cuarta vez en la noche. Patricia le preguntaba a cada médico o enfermera que pasaba por su lado pero ninguno le contestaba. Rendida se sentó al lado de su hermana.

-No te van a contestar, Patri. -dijo Carolina con la voz cansada.

-Tenés razón. -la miró y se dió cuenta de que se estaba durmiendo.- ¡Ehh! No te duermas nena que va a nacer tu último hermano y te lo vas a perder.

-Tengo sueño.

-Hubieras dormido más. -sentenció Patricia.- Acá no se durme hasta que vea salir a papá por esa puerta con mi hermano en brazos.

-Hermano o hermana. -dijo Carolina.

-Presiento que va a ser varón. Mi intuición me lo dice. -dijo romántica. Entonces entraron por la puerta Ana con Óscar y Lucía.

-¿Ya nació? -entonaron los tres a la vez.

-No lo sabemos, nadie me dice nada... -dijo poniendo puchero y abrazándose a Óscar.

-Bueno, pues a sentarse y esperar... -dijo Ana. Carolina, sentada a su lado, apoyó la cabeza en su hombro y se quedó dormida.

-Que no duermas.. -dijo Patricia con rabia mientras despertaba a su hermana.

-¿Cuando llegaron ustedes? -preguntó Lucía.

-Desde las cuatro que estamos acá. -se quejó Patricia.- Y aun no se nada. ¿Cuanto tarda un parto? -le preguntó a Ana.

-Depende. Soraya nació en 30 minutos, en cambio, con Bea tuve un parto de 5 horas. -dijo Ana.

-Que mal... Pues con la mala suerte de mamá, tarde 8 horas mínimo. -dijo Carolina. Óscar rió y chocó su mano con la de ella.

No tiene gracia! Mirá si sale algo mal. -dijo Patricia.

-No salió nada mal. -Peter apareció por la puerta con un ser vivo en un toallón. Todos se pararon para ver al nuevo integrante de la familia. Peter dejó ver su piel blanca, sus grandes y verdes ojos, su nariz de Lanzani.

-Es un nene precioso. -dijo Patricia.

-Nena, es una nena preciosa. -la corrigió Peter

-Patri, tenés la intuición en el culo. -dijo Carolina posando una mano en su hombro.

-¿Como está mamá? -preguntó ignorando a su hermana.

-Está cansada. Ahora va a dormir. Después la ven. -entonces Peter vió a un apareja de ancianos por el pasillo. Ella venía corriendo y el venía tranquilo detrás de ella.

Ya nació, Tomás! ¡Nació y nos lo perdimos! -gritó Natalia. Peter le mandó bajar el tono de voz y le enseñó a sus papás la nueva integrante de la familia.

Pero que linda mi nieta! ¡Que linda! -exclamó Tomás al ver sus ojitos verdes.

-Nosotras estamos acá, abuelo. -dijo Carolina.

-¿Vas a hacer una escena de celos ahora? -dijo Peter.

-No, yo soy grande y no me pongo celosa. -dijo Carolina. Se abrazó a la grande panza de su abuelo y Peter volvió a desaparecer con la nena.

Lali despertó de su sueño y se encontró con Peter mirándola desde el sillón del cuarto. Le sonrió y el se acercó.

-¿Cansado el trabajo de traer criaturas hermosas al mundo? -dijo Peter acariciando su pelo revuelto.

-¿Como está la nena? -preguntó ella.

-Está dormidita. ¿Querés algo?

-Si, un café con muchas nubes dulces. -pidió ella. Peter rió al recordar que pidió lo mismo hace 15 años.

-Tus hijas, las mayores, están histéricas. Patricia quería un hermano, Carolina tiene sueño y su hermana no le deja dormir.

-Deciles que pasen, en silencio. -dijo Lali. Peter salió a por el café de su esposa y les dijo a las mellizas que fueran a ver a su mamá.

-Hola, ma. -dijo Patricia asomándose al cuarto de su mamá con su hermana.

-Pasen, ¿ya la conocen? -preguntó agarrando a su última hija en brazos.

-Si, papá nos la dejó ver antes. -dijo Carolina acariciandole el cachete a la beba.

-Nos vamos, y dejamos que entre la tía Ana, Óscar y Lucía, ¿si? -las dos nenas dejaron un beso en cada cachete de su mamá y salieron. Entonces entró la hermana de la mamá.

-La tercera, eh. -dijo acercándose.- Me ganaste en eso, y en marido. -dijo entre riendo.

-Si, parece que Peter es un poco menos invécil que Eduardo. -rió Lali.- ¿La querés tener? -dijo ofreciéndole a su sobrina. Ana la agarró despacio y con cuidado.

-Ay, hermana, te felicito. Es la beba más hermosa que veo en los últimos 15 años. -dijo Ana.

-¿Como querés que se llame? -le preguntó.

-No, eso lo eligen vos y Peter. Yo no tengo nada que decir.

-Si no lo elegís vos, lo escojen Óscar y Lucía. Pero yo quería que lo escojieras vos. -su hermana la miró.- Por favor...

-Dale, dejame que piense... -Ana miró la nena de arriba a abajo y le sonrió.- ¿Que te parece Alicia?

-Alicia, me encanta. -sonrió ella. Entonces vió a Peter obsevándolas desde la puerta.- Peter, ¿nos estás espiando?

-No... Solo quería saber el nombre de mi hija. -dijo dejándole el café en la mesa de luz.

-¿Te gusta Alicia? -le preguntó Ana.

-Si, me gusta Alicia.

-Bueno, me voy y así dejo entrar a tus sobrinos. -dijo dejando a la beba en brazos de su madre otra vez. Óscar, Lucía, Soraya y Bea entraron despacito.

-¿Como se llama? ¿Mariana Junior? -dijo riendo Óscar cuando la tuvo en brazos.

-¿Por que lo decís? -preguntó la madre.

-Porque ella es 15 años más chica que sus hermanas mellizas, como vos. -explicó dejando a la pequeña en brazos de Bea.

-Es casualidad... -dijo Peter sonriendo sin dejar de mirar a su hija que pasaba de brazos en brazos, hasta que llegó a sus brazos.

-¿Como se llama? -preguntó Soraya.

-Alicia, Ana lo escojió. -dijo Mariana.

-Re lindo nombre, para un aprincesita como ella. -dijo Lucía.

-Si, ya me llegan Carol y Patri de guerreras. -dijo Peter haciendo reír a los sobrinos de su mujer. Los cuatro salieron dejando entrar a los papás de Peter.

-¿Ya tiene nombre? -preguntó Natalia.

-Si, se llama Alicia. -le comunicó su hijo.

-¿Sabés que si vos fueras una nena te llamarías Alicia? -le dijo su papá.

-Tomás, no le cuentes eso al nene.

-No sabía que mi segundo nombre fuera Alicia. -rió Peter.

-No, tu segundo nombre es Pedro. Alicia sería tu tercer nombre. -acotó Mariana.

Todos rieron pero se tuvieron que callar para que Peter pudiera tranquilizar a su última hija.

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