Las
Navidades, y el verano se acercó. Esto, a Patricia le encantaba. Esa
mañana se despertó con su pelo rizado totalmente despeinado -como
cada mañana-. Entró a su baño y se peinó un poco. Se puso una
camisa vaquera, sus shorts -muy shorts- y sus converses para bajar a
desayunar con su mamá y su tripón de 8 meses.
-¡Buen
día! -la saludó con efusividad cuando le vió sentada en el
comedor.
-Hola,
cielo. ¿Como estás? -preguntó mientras se preparaba su taza de
café con unos cereales de colores.
-Bien,
hoy me voy a ayudar a la Tía Ana a preparar todo para pasar las
Navidades en casa. -dijo sentándose a su lado con us desayuno ante
el.
-Si
necesitan más ayuda me llaman. -su hija la miró enarcando una ceja.
-¿A
vos y a tu panza de 8 meses?
-Tenés
razón. Llaman a Peter. -las dos rieron y vieron salir corriendo de
la casa a Carolina.- ¿A donde va?
-Va
con Santiago. -dijo su hija ya acabando de desayunar.- Yo me voy con
Tía Ana. Vuelvo a la noche.
-¿Vas
a salir a bailar, hoy? -le preguntó antes de salir.
-Si.
-dijo sonriente antes de echarse a andar hacia la casa donde se crió
su madre y donde vivía Ana.
La
Tía Estrella ya había viajado para ayudar con la tarea. A ella no
le gustaba que le llamaran Tía, la vieja de apenas 60 años estaba
muy loca. De jóven fue actriz, pero no le fue muy bien. Está
obsesionada con el sexo y con decir que tuvo novios que nunca
existieron. Bebía mucho alcohol y solía emborracharse. Cuando
Patricia llegó a la casa abrió con su llave verde. Si tía la
recibió desayunando. Le ofreció desayunar pero esta se negó ya que
ya había desayunado. Estrella bajó hasta el enorme comedor, en un
pijama que le tapaba muy poco y dejaba ver su no lindo cuerpo.
-Buen
día, Tía Estrella. -dijo Patricia.
-¡Ay
nena! No me llames más Tía, me hacés sentir como si tuviera 60
años. -se quejó esta.
-Tenés
60 años. -acotó Ana.
-Y
vos 50. -le echó en cara su tía.
-¿Querés
café? -le preguntó Ana.
-¿Café?
¿Por la mañana? ¡Vos querés que vaya mal al baño! -se quejó la
vieja. Agarró una tostada y se fue al living al ver a las mujeres
que te decían el futuro por la TV.
-No
soporto a esta mujer. -dijo Patricia. Su tía se rió y recogió el
comedor.
Las
dos mujeres empezaron a ordenar la casa para prepararla para las
Navidades. Aquella enorme mansión tenía 5 cuartos, el cuarto en
donde dormirían Ana, Lucía, Alejandra y Lali; otro donde dormirían
Carolina, Patricia, Soraya y Bea; otro donde se hospedarían los
hombres Óscar, el novio de Lucía y Peter; el cuarto de Estrella que
dormiría sola; y un último cuarto que permanecería vacío, ya que
era en el que dormían María José y Carlos.
-Che,
¿aquí quien dormía? -preguntó Patricia montado una cama entre
otras dos individuales.
-Acá
dormía yo. Bueno, todavía duermo acá. -dijo Ana mirando su cuarto.
-Entonces
acá duermen ustedes ¿no? -su tía asintió.- Che, ¿y porque
Estrella duerme sola? ¡Es injusto!
-¿Querés
dormir vos con ella? -su sobrina negó rápidamente.- Por eso duerme
sola, porque nadie quiere dormir con ella.
-Normal...
-suspiró Patricia. Su tía se rió y siguieron con la labor de
ordenar la casa. Cuando tenían ya dos cuartos totalmente preparados
decidieron dejarlo así por ese día. Se sentaron en el jardín con
una café en cada par de manos. Y llegó Estrella con su ropa de
adolescente.
-¡Hola,
chicas! -dijo cuando las vió.
-¿A
donde fuíste, Tía? -con Ana, Estrella ya desistía de intentar que
no la llamara Tía.
-Estuve
con mi novio. -dijo ella orgullosa.
-¿Que
novio? -dijo riendo Patricia.
-¡Malcriada!
-gritó ella.- Con mi novio.
-Mi
hija no es una malcriada, eh. -dijo Peter apareciendo atrás de ella
con las manos en los bolsillos del jean.
-Lo
siento, Pitt. Pero es que me ofendió su pregunta. -dijo la vieja
acercándose al recién llegado.
-Tía,
¿por que no vas a llamar a un tal Fernando que te llamo a la tarde y
ya no estabas? -dijo Ana intentando salvar a su cuñado de las garras
de su tía.
-¿Que
Fernando? -Ana elevó un hombro.- ¡Hay cientos de Fernandos en mi
vida! La próxima vez que te deje su apellido y su número de cuenta.
-la vieja entró a la casa y Peter y su hija estallaron en risas.
-Tenés
suerte que te salvé. Si no te viola acá mismo. -dijo Ana.
-Lo
se, gracias cuñadita. -Peter le regaló un beso en la mejilla y miró
a su hija.- ¿Te llevo a casa? -propuso.
-Si,
por hoy ya acabamos y además, hoy voy a ir a bailar. -dijo agarrando
sus cosas.
-¿A
bailar? Saliste jodona, eh. -rió Peter.
-Tengo
de quien heredarlo. -dijo segura Patricia.
-¿Quien
te lo dijo ya? -preguntó Peter.
-Pablo
me lo contó todo, pirata. -lo acusó su hija.
-Pará,
antes era un pirata. Ahora soy un padrazo ¿o no? -dijo Peter.
-Si
decí que la paternidad te sentó bien. -dijo Ana parándose para
despedirse de su sobrina.- Gracias por ayudarme, linda.
-De
nada, sabés que me encanta venir a esta casa. -dijo mirando para la
mansión Patricia.
-Chau,
Ana. Si necesitás algo, ya sabés. -dijo Peter.
Los
dos Lanzani subieron al auto y Peter manejó hasta su casa.
-¿Tu
hermana? -preguntó Peter al entrar y solo ver a Lali frente al
televisor.
-Salió
con su novio. -dijo Mariana.- Me llamó para avisarme que iba a
llegar tarde.
-¿Como
tarde? Lali como llegue embarazada te hacés cargo. -amenazó Peter.
-¿Por
que yo?
-Porque
cuando nacieron dijimos que vos te encargabas del tema del sexo y yo
del alcohol y las drogas. -dijo Peter. Patricia rió y subió a su
cuarto a preparase para salir a bailar.
Se
vistió con una pollera negra de cintura alta, una remera blanca, una
americana negra y, como no, los tacos negros. Se maquilló muy
sencillamente y se echó perfume. Agarró dinero y el celular y los
metió en los bolsillos de la americana. Había algo que odiaba mucho
eran los bolsos por eso siempre guardaba todo el los bolsillos.
-¿A
donde vas así, loca? -preguntó su padre cuando la vió bajar las
escaleras.
-A
bailar, papá. -se acercó a darles un beso a cada uno de sus papás
y se fue. Caminó moviendo las caderas, como su tía Candela le había
enseñado, hasta que se encontró con Laura y Paula. Ellas tres eran
inseparables. Camiraron hasta la zona de discotecas y pubs. Pagaron
la entrada a una y entraron. Fueron a la barra a pedir y se sentaron
a observar mientras bebían.
-Mirá,
ahí vienen las Inas y los Inos. -dijo Laura mirando al enorme grupo
que entraba por la puerta.
-Entre
ellas tu hermana luciendo nuevo novio. -dijo Paula mirando a Santiago
de la mano de Carolina. Patricia se paró y saludó a su hermana
antes de agarrar a Yago y separarlo un poco de los demás.
-Che,
¿por que vino Santiago con ustedes? -le preguntó ella.
-Porque
a todos les cae re bien y es re simpático. Además es en re novio de
Carolina y ella está re colada por el. Entonces por eso viene con
nosotros. -dijo algo enojado.
-¿Por
que no dijiste nada vos? -preguntó Patricia.
-¿Que
voy a decir, Patri? ¿Que no quiero que venga porque estoy locamente
enamorado de Carolina? Por favor... -dijo desviando la mirada.
Patricia le agarró los cachetes haciendo que la mirara.
-Pues
si. Dale, Yago. Carol es re lenta, decile vos lo que sentís por
ella.
-No,
no. Voy a ser el estúpido y no quiero. Da igual. Quizás deba
buscarme una minita hoy.
-El
truco de un clavo saca otro clavo, no funciona. -dijo ella cruzándose
de brazos.
-No
se, Patri. Algo se me ocurrirá. Chau. -le dió un beso en el cachete
y se fue.
Bailaron
hasta que se le cansaron los pies y hasta que la hora que Mariana
había marcado para volver a la casa. Las hermanas caminaron por las
calles, tuvieron que parar para que Patricia se sacara los tacos y
caminara descalza hasta su casa. Cuando llegaron vieron la ambulancia
para frente a su casa. Asustadas corrieron a dentro de la casa. Al
entrar vieron a Mariana en una camilla sudando y quejándose y a
Peter llamando deseperadamente a alguien por el celular.
-¡Peter
están acá! -gritó Mariana entonces Peter su celular y se acercó a
ellas.
-¿Que
pasó? -preguntó Carolina.
-Va
a nacer tu hermano. -dijo Peter agarrando prendas de abrigo para los
tres y dándoles a cada una el suyo.- Vámonos al hospital.
-¡Que
bien! Unas mellizas y el otro prematuro. Se acabó, Peter, se acabó.
-amenazó Mariana. Sus hijas se rieron y los cuatro montaron en la
ambulancia camino hacia el hospital. Esa familia se iba a completar
al fin.

Ja ja ja !! me encanta!! Más!!
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