-Chicos
que emoción ¿no? -le dijo Candela Lali y Peter que la acompañaban
en el avión.
-Si,
yo estoy deseando llegar. -dijo Lali.
-Y
yo. Siempre fue mi sueño. Nueva York y en Navidad. -mientrás decía
esto Peter pasó un brazo por los hombros de Lali y esta se apoyaba
en su pecho.
-¿Se
lo dijeron a alguien ya? -preguntó Candela.
-¿El
que? -preguntó Peter. Candela enarcó una ceja.
-No.
-contestó Lali.
-¿Y
cuando piensan decir algo? -preguntó Candela otra vez.
-No
se... Estamos bien así ¿no? -dijo Peter.
-¿Piensan
vivir el resto de su vida ocultándose para que nadie sepa? -dijo
Candela. Entonces escucharon acercarse a Alex y la pareja se separó.
-Huesos,
¿me acompañás al baño? Pablo y Rochi no hacen otra cosa que
chapar y me aburro. -pidió la pequeña.
-Si,
vamos. -la flaca se paró con Alex y se fue al baño. Peter aprovechó
y volvió a abrazar a Lali.
-Huesos
tiene razón. Algún día le diremos a los demás que andamos en
algo. -dijo la petiza.
-¿Como
andamos en algo? ¿Que es ese algo? Pensé que tenías bien claro que
yo quería estar con vos. -dijo Peter.
-Si,
pero que yo sepa, vos no me pediste ser tu novia. -Peter la miró
separándose un poco.
-¿En
serio que me declare para que te quede claro que quiero estar con
vos?
-Si.
-No
seas nena anda...
-Esta
nena quiere una declaración. -fue lo último que dijo antes de darle
un beso en la comisura de los labios y separarse de el.
Minutos
después anunciaron que iban a aterrizar y Candela volvió.
Recogieron sus valijas y salieron a la gran ciudad. Un remix los
recogió de parte de Nicolás y los llevó a un edificio de
Manhanttan.
-Jodeme,
es mi sueño. ¿Donde vamos a vivir? -dijo emocionada Alex mirando
atentamente el alto edificio donde el remix los había dejado.
-Solo
vamos a pasar acá dos semanas no te emociones. -dijo Pablo. Rocío
le golpeó el brazo.
-¡Que
mala onda! -dijo la rubia.
-Las
llaves del catorce D. -la petiza le entregó la llave a Pablo, Rocío
y Alejandra. Los tres ocuparían ese departamento.- El catorce A.
-las llaves llegaron a las manos de Nicolás, Agustín y Vicotrio.- Y
las del caotrce C... -miró a su alrededor y solo Candela y Peter
estaban allá. Peter sonreía y Candela los miraba enarcando una
ceja.
-Me
están jodiendo. -se quejó la flaca.
-Hay
dos cuartos... -se escusó Lali. Candela agarró las llaves enojada y
se adentró en el edificio.
-Esto
es perfecto... -dijo Nico cuando entró a la casa.
-Acá
me puedo traer todas las minitas que quiera... -dijo Agustín
observando bien el living-cocina.- Empezando por Candela.
-No,
no, no, no... -lo interrumpió Vico.- YO traeré a Huesos acá. Bien
linda, bonita, tranquila...
-Por
favor yo seré el único que traeré a alguna minita neoyorquina a
una o a más. -Nicolás ya estaba sobre el sillón y buscando el
mando a distancia de la TV.
-Por
favor. Os apuesto todas los gastos de los tres de un sábado a que yo
me acuesto con más mujeres que ustedes mientras estemos acá.
-Agustín miró a sus compañeros los cuales aceptaron el reto y
chocaron sus manos.
-Yo
duermo en un cuarto, sola. -advirtió Alejandra antes de entrar en el
pequeño depto. Cuando entraron se dieron cuenta que contaba con dos
cuartos. Uno se lo adueñó Alex y el otro lo compartirían Rocío y
Pablo.
-Che,
¿no tienen unas ganas horribles de ver de una vez Nueva York? -dijo
Rocío mientras los hermanos sacaban algo con que abrigarse ya que
afuera estaba frío.
-Yo
quiero verlo todo, todo. Times Square, la estuta de la libertada,
Central Park, Chinatown, Brooklyn, Manhattan, Empire State, Broadway,
la avenida de Madison, Queens... -Alejandra enumeraba toda Nueva York
bajo la atenta mirada de Rocío y de Pablo.
-¿Estudiaste
lo que teníamos que ver de Nueva York? -rió Pablo.
-¿Que
os parece si empezamos por dar un paseo y ya mañana empezamos con la
ruta urística?
-No
me puedo creer que Vázquez me haya puesto SOLA con ustedes. -se
quejaba Candela mientras se introducía en uno de los cuartos Peter y
Lali reían pero pararon de reirse cuando vieron a Candela salir del
cuarto con las valijas.
-¿Que
hacés? -preguntó Lali cuando la vió salir.
-Ese
es su cuarto. -dijo arisca antes de adentrarse en el cuarto de al
lado. Pater y Lali volvieron a reír y se sentaron en el sillón.
Peter aprovechó y pasó un brazo por los hombros de la petiza la
cual apoyó su cabeza en el hombro del morocho.
-¿Vos
creés que le va a durar mucho en enfado? -le preguntó Peter a Lali.
-No,
cuando salga a ver la ciudad se le va a pasar. -rió Lali.- Se va a
encantar ante Nueva York. -lo dijo como si intentara vender algo.
-¿Y
creés que Nueva York encantará algo más que el enojo de Huesos?
-cuando dijo esto ya se estaba acercando más a Lali.
-No
se, depende si aceptás que esta nena quiere una declaración en toda
regla. No vamos a ser novios así por así. No... -dijo apartando la
boca de el con su dedo índice.
-Nos
vamos, es una orden. -dijo Cande saliendo de su cuarto más abrigada
que antes y tan solo con su bolso de mano.
-¿Como?
-dijo sorprendida Lali.
-Acá
mando yo. Y digo que vamos a dar un paseo para una primera toma de
contacto con la ciudad. -explicó la flaca mirándolos desde un
lateral de sillón.
-Si,
mi sargento. -dijo Peter burlándose de Cande y parándose para
agarrar algo más de ropa. Lali rió e imitó a Peter.
En
menos de media de llegar los nueve estaban ya saliendo del edificio
juntos. Se pararon en medio de la calle y miraron a su alrededor.
Nueva York es tal cual lo describían las películas. La gente
corriendo hacia todos los lados. Pero siempre con esa sonrisa. En una
esquina había un grupo de jóvenes bailando bien abrigados. Puestos
de cafés y de hotdogs por todos lados. Pero lo que más les fascinó
es que, de repente, sintieron pequeños copos de nieve caer del
cielo.
-Está
nevando... -dijo Victorio impresionado.
-Creo
que ya estuve acá sin saberlo. -dijo Nicolás, todos rieron de el.
-Es
perfecto, chicos. -dijo Candela.
-Lo
mejor es que no veré un cadáver en un tiempito. -añadió Rocío.
Agustín y Candela le dieron la razón.
-¿Sabés
que? -le susurró Peter a Lali mientras caminaban detrás de todos
sus amigos. Ella lo miró sin saber.- Creo que este viaje va a ser
más que unas Navidades en Nueva York, mucho más. -sin más juntó
los labios con los de ella apenas unos segundos y siguió caminando
mientras que Lali se paró y lo miró desconcentrada. Segundos
después, cuando sus amigos se alejaban, caminó rápido hasta
alconzar a Peter otra vez.
Después
de un largo paseo por las calles de Nueva York, volvieron a sus
respectivas viviendas a descansar. Al día siguiente visitarían
Brooklyn e iba a ser muy cansado. Lali se duchó primera, después
Peter y por último Candela. Mientras la última estaba en el baño
Peter y Lali aprovecharon para besarse un ratito en su cuarto. Pero
el timbre los interrumpió. Peter fue a abrir y atrás de la puerta
estaban Agustín, Victorio y Nicolás con las tazas que Euge y Gas
les habían regalado.
-¿Unos
cafecitos? -propuso Nicolás adentrándose en el depto de los tres
morochos. Los chicos se pusieron a hacer cafés y minutos después
salió Lali a ayudar y a beber un poco de café con ellos. Charlaban
tranquilamente en la mesada hasta que Cande salió del cuarto de baño
con tan solo una toalla rodeando su cuerpo. Su pelo caía mojado
sobre su espalda y las babas de Agus yde Vico caían sobre el suelo.
-Ui,
sorry. Ya me visto y salgo. Vallan preparándome un café. -pidió
Cande antes de adentrarse en su cuarto.
-A
ver si no nos babamos tanto. -dijo Lali llamando la atención de Agus
y Vico que seguían mirando la puerta de Candela como si pudieran ver
través de ella.
¿Les dejó de gustar Entre Muertes? Por favor, si en así ponganlo por los comentarios...
Gracias a las que siguen leyendo y firmando, sobretodo.
Un beso.
Cris.~

Me encanta!! Sospecho que este viaje a va a estar genial Más!
ResponderEliminarquiero ver como sigue!!!!!
ResponderEliminarme encanta la nove...
espero el otro...
besos!!!!! :)
Me encanta la nove!! quiero más!!
ResponderEliminarme encanto sube mas
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