viernes, 7 de diciembre de 2012

12.Nieve.





-Chicos que emoción ¿no? -le dijo Candela Lali y Peter que la acompañaban en el avión.

-Si, yo estoy deseando llegar. -dijo Lali.

-Y yo. Siempre fue mi sueño. Nueva York y en Navidad. -mientrás decía esto Peter pasó un brazo por los hombros de Lali y esta se apoyaba en su pecho.

-¿Se lo dijeron a alguien ya? -preguntó Candela.

-¿El que? -preguntó Peter. Candela enarcó una ceja.

-No. -contestó Lali.

-¿Y cuando piensan decir algo? -preguntó Candela otra vez.

-No se... Estamos bien así ¿no? -dijo Peter.

-¿Piensan vivir el resto de su vida ocultándose para que nadie sepa? -dijo Candela. Entonces escucharon acercarse a Alex y la pareja se separó.

-Huesos, ¿me acompañás al baño? Pablo y Rochi no hacen otra cosa que chapar y me aburro. -pidió la pequeña.

-Si, vamos. -la flaca se paró con Alex y se fue al baño. Peter aprovechó y volvió a abrazar a Lali.

-Huesos tiene razón. Algún día le diremos a los demás que andamos en algo. -dijo la petiza.

-¿Como andamos en algo? ¿Que es ese algo? Pensé que tenías bien claro que yo quería estar con vos. -dijo Peter.

-Si, pero que yo sepa, vos no me pediste ser tu novia. -Peter la miró separándose un poco.

-¿En serio que me declare para que te quede claro que quiero estar con vos?

-Si.

-No seas nena anda...

-Esta nena quiere una declaración. -fue lo último que dijo antes de darle un beso en la comisura de los labios y separarse de el.

Minutos después anunciaron que iban a aterrizar y Candela volvió. Recogieron sus valijas y salieron a la gran ciudad. Un remix los recogió de parte de Nicolás y los llevó a un edificio de Manhanttan.

-Jodeme, es mi sueño. ¿Donde vamos a vivir? -dijo emocionada Alex mirando atentamente el alto edificio donde el remix los había dejado.

-Solo vamos a pasar acá dos semanas no te emociones. -dijo Pablo. Rocío le golpeó el brazo.

Que mala onda! -dijo la rubia.

-Las llaves del catorce D. -la petiza le entregó la llave a Pablo, Rocío y Alejandra. Los tres ocuparían ese departamento.- El catorce A. -las llaves llegaron a las manos de Nicolás, Agustín y Vicotrio.- Y las del caotrce C... -miró a su alrededor y solo Candela y Peter estaban allá. Peter sonreía y Candela los miraba enarcando una ceja.

-Me están jodiendo. -se quejó la flaca.

-Hay dos cuartos... -se escusó Lali. Candela agarró las llaves enojada y se adentró en el edificio.


-Esto es perfecto... -dijo Nico cuando entró a la casa.

-Acá me puedo traer todas las minitas que quiera... -dijo Agustín observando bien el living-cocina.- Empezando por Candela.

-No, no, no, no... -lo interrumpió Vico.- YO traeré a Huesos acá. Bien linda, bonita, tranquila...

-Por favor yo seré el único que traeré a alguna minita neoyorquina a una o a más. -Nicolás ya estaba sobre el sillón y buscando el mando a distancia de la TV.

-Por favor. Os apuesto todas los gastos de los tres de un sábado a que yo me acuesto con más mujeres que ustedes mientras estemos acá. -Agustín miró a sus compañeros los cuales aceptaron el reto y chocaron sus manos.


-Yo duermo en un cuarto, sola. -advirtió Alejandra antes de entrar en el pequeño depto. Cuando entraron se dieron cuenta que contaba con dos cuartos. Uno se lo adueñó Alex y el otro lo compartirían Rocío y Pablo.

-Che, ¿no tienen unas ganas horribles de ver de una vez Nueva York? -dijo Rocío mientras los hermanos sacaban algo con que abrigarse ya que afuera estaba frío.

-Yo quiero verlo todo, todo. Times Square, la estuta de la libertada, Central Park, Chinatown, Brooklyn, Manhattan, Empire State, Broadway, la avenida de Madison, Queens... -Alejandra enumeraba toda Nueva York bajo la atenta mirada de Rocío y de Pablo.

-¿Estudiaste lo que teníamos que ver de Nueva York? -rió Pablo.

-¿Que os parece si empezamos por dar un paseo y ya mañana empezamos con la ruta urística?


-No me puedo creer que Vázquez me haya puesto SOLA con ustedes. -se quejaba Candela mientras se introducía en uno de los cuartos Peter y Lali reían pero pararon de reirse cuando vieron a Candela salir del cuarto con las valijas.

-¿Que hacés? -preguntó Lali cuando la vió salir.

-Ese es su cuarto. -dijo arisca antes de adentrarse en el cuarto de al lado. Pater y Lali volvieron a reír y se sentaron en el sillón. Peter aprovechó y pasó un brazo por los hombros de la petiza la cual apoyó su cabeza en el hombro del morocho.

-¿Vos creés que le va a durar mucho en enfado? -le preguntó Peter a Lali.

-No, cuando salga a ver la ciudad se le va a pasar. -rió Lali.- Se va a encantar ante Nueva York. -lo dijo como si intentara vender algo.

-¿Y creés que Nueva York encantará algo más que el enojo de Huesos? -cuando dijo esto ya se estaba acercando más a Lali.

-No se, depende si aceptás que esta nena quiere una declaración en toda regla. No vamos a ser novios así por así. No... -dijo apartando la boca de el con su dedo índice.

-Nos vamos, es una orden. -dijo Cande saliendo de su cuarto más abrigada que antes y tan solo con su bolso de mano.

-¿Como? -dijo sorprendida Lali.

-Acá mando yo. Y digo que vamos a dar un paseo para una primera toma de contacto con la ciudad. -explicó la flaca mirándolos desde un lateral de sillón.

-Si, mi sargento. -dijo Peter burlándose de Cande y parándose para agarrar algo más de ropa. Lali rió e imitó a Peter.

En menos de media de llegar los nueve estaban ya saliendo del edificio juntos. Se pararon en medio de la calle y miraron a su alrededor. Nueva York es tal cual lo describían las películas. La gente corriendo hacia todos los lados. Pero siempre con esa sonrisa. En una esquina había un grupo de jóvenes bailando bien abrigados. Puestos de cafés y de hotdogs por todos lados. Pero lo que más les fascinó es que, de repente, sintieron pequeños copos de nieve caer del cielo.

-Está nevando... -dijo Victorio impresionado.

-Creo que ya estuve acá sin saberlo. -dijo Nicolás, todos rieron de el.

-Es perfecto, chicos. -dijo Candela.

-Lo mejor es que no veré un cadáver en un tiempito. -añadió Rocío. Agustín y Candela le dieron la razón.

-¿Sabés que? -le susurró Peter a Lali mientras caminaban detrás de todos sus amigos. Ella lo miró sin saber.- Creo que este viaje va a ser más que unas Navidades en Nueva York, mucho más. -sin más juntó los labios con los de ella apenas unos segundos y siguió caminando mientras que Lali se paró y lo miró desconcentrada. Segundos después, cuando sus amigos se alejaban, caminó rápido hasta alconzar a Peter otra vez.


Después de un largo paseo por las calles de Nueva York, volvieron a sus respectivas viviendas a descansar. Al día siguiente visitarían Brooklyn e iba a ser muy cansado. Lali se duchó primera, después Peter y por último Candela. Mientras la última estaba en el baño Peter y Lali aprovecharon para besarse un ratito en su cuarto. Pero el timbre los interrumpió. Peter fue a abrir y atrás de la puerta estaban Agustín, Victorio y Nicolás con las tazas que Euge y Gas les habían regalado.

-¿Unos cafecitos? -propuso Nicolás adentrándose en el depto de los tres morochos. Los chicos se pusieron a hacer cafés y minutos después salió Lali a ayudar y a beber un poco de café con ellos. Charlaban tranquilamente en la mesada hasta que Cande salió del cuarto de baño con tan solo una toalla rodeando su cuerpo. Su pelo caía mojado sobre su espalda y las babas de Agus yde Vico caían sobre el suelo.

-Ui, sorry. Ya me visto y salgo. Vallan preparándome un café. -pidió Cande antes de adentrarse en su cuarto.

-A ver si no nos babamos tanto. -dijo Lali llamando la atención de Agus y Vico que seguían mirando la puerta de Candela como si pudieran ver través de ella.


¿Les dejó de gustar Entre Muertes? Por favor, si en así ponganlo por los comentarios... 
Gracias a las que siguen leyendo y firmando, sobretodo.
Un beso.
Cris.~

4 comentarios:

  1. Me encanta!! Sospecho que este viaje a va a estar genial Más!

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  2. quiero ver como sigue!!!!!
    me encanta la nove...
    espero el otro...
    besos!!!!! :)

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  3. Me encanta la nove!! quiero más!!

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