Quince: FIN DE TEMPORADA.

Eran las cinco de la mañana y ella ya se estaba duchando. Todos en su casa todavía estaban durmiendo menos ella. Salió de la ducha y se miró en el espejo. Se peinó y se vistió. Cuando salió del baño vió a Julia bajando las escaleras.

-Julia... -susurró Lali. Su madre se giró al oirla.- ¿Papá ya se despertó?

-No, pero si querés andá y despertalo.

-No, da igual. -le regaló una sonrisa y se adentró en su cuarto. Allá estaba Rochi durmiendo plácidamente. Entonces buscó una lapicera y un papel y empezó a escribir.

Rocío Lanzani:

Ahora sos mi hermana y cuñada. Y pensar que hace apenas menos de un año tan solo eran dos minas que jugaban al básquet y un día sus equipos se enfrentaron... Ahora dormís todas las noche en mismo cuarto que yo. Compartimos equipo, amigos, el grupo teatral, compartimos a tu hermano, a los míos... Te voy a echar de menos.

Dejó la notita encima de su mesa de luz y agarró su celular que también estaba allá. Buscó en su agenda el nombre de Lali y borró el número. Agarró otro papelito y se dispuso a escribirles a sus hermanos.

Queridos rubios:

Mis hermanos desde que llegué a esta casa. Mis hermanos desde la infancia. Pese a que ahora se hayan sumado dos más quiero que sepan que para cuando me nombren a mis hermanos voy a pensar en los dos rubios estúpidos con los que viví tantos años. No os preocupéis por mi, y no me voy a olvidar de traeros algún regalito.

Entró despacio al cuarto de los varones y dejó la notita encima del escritorio. Buscó sus celulares y repitió la acción que antes con el de Rochi. Después agarró su último papelito y escribió el nombre de Peter.

Peter:

TE QUIERO.

Dejó la nota en la almohada de su novio y un último beso en su mejilla. Agarró su celular y borró su número. Cuando salió del cuarto de los varones se adentró de nuevo en el suyo para agarrar su valija y salir con ella. Cuando iba a bajar las escaleras con ella su padre la sorprendió por detrás ayudándola a bajar la valija.

Desayunaron Lali, Julia y Roberto solos. Hasta que llegó Mayte y se les unió. Tomaron café y algún tostado y después sentaron en el jardín a esperar que sea la hora. Roberto llamó a un taxi hace apenas treinta minutos. Los cuatro bien abrigados esperaban el taxi cuando este llegó. Roberto miró a Lali.

-¿Estás lista cariño? -preguntó Roberto. Ella asintió y le dió sus valijas para que las cargara en el baúl.

-Che, petiza. ¿No te ibas a despedir? -eran las seis de la mañana y los cuatro adolescente que vivían con ella estaban en la puerta de casa en pijama. Se abalanzó sobre ellos y los abrazó uno a uno.

-Suerte, peti. A ver si trabajás en alguna comedia musical y te vamos a ver. -le dijo Rochi cuando la abrazó.

-Cuidate, y comprame algún musical de Broadway. -le pidió Gastón. Ella le dió un beso y otro abrazo más.

-Peti, traeme una estatua de la libertad en miniatura. -ese fue Nico. Después simplemente abrazó a Peter sin decirse nada, se despidieron.

Subió al remis y los saludó desde adentro.

12 horas. 12 horas desde que había cojido ese avión. Entonces, el, apartó a su hermana un poco ya que ella estaba apoyada en el mientras los seis veían una pelicula. Subió a su cuarto y volvió a agarrar la nota que Lali le había dejado. Ya la leyó por la mañana pero le encantaba ver el te quiero de su novia escrito en aquel papel.

Buscó su celular y abrió la agenda. Al no encontrar la primera vez el número de Lali se extrañó. Lo revisó cuatro veces pero el número no aparecía. Entonces Gastón, Rochi y Nicolás llegaron a su cuarto.

-¿Que hacés? -preguntó Rochi.

-Quería llamar a Lali pero no encuentro su número. -dijo aun buscando en su celular. Rochi se lo arrevató y tampoco lo encontró.

-A ver, tranquilos. Sería un fallo del celular. -dijo Gastón.- Ya lo busco en el mío. -agarró su celular y al ver que tampoco lo encontraba empezaba a asustarse.- Maldita enana...

-Yo tampoco lo tengo. -dijo Nicolás.

-Ni yo... -esta vez fue Rochi.

-Lo hizo ella. -llegó a la conclusión Peter.

-Pero, ¿por que? -preguntó Rochi.

-Porque sabe que si hablamos con ella, va a tener que volver a casa porque no lo va a soportar. -dijo Gastón.

-Cuando se iba de pequeña a los campamentos y nosotros no íbamos con ella siempre pedía que no la llamaramos. Y por eso borró su número de nuestro celular. -explicó Nicolás.

-Ya va llamar ella. -dijo Gastón.

¿COMO? ¿Como iba a aguantar no llamarlos? Solo llevaba 12 horas sin verlos y ya los echaba de menos. Con su mamá dejaron las cosas en el pequeño apartamento en el cual iban a vivir en el próximo mes y se fue a dar un paseo. Caminaba por las calles de New York y todo le parecía conocido. De las peliculas, de la TV, de las revistas... Entonces mientras caminaba mirando su celular la foto que tenía con sus hermanos, Peter y Rochi. Estaban las cinco caras sonrientes en la pantalla del celular.

Se sentó en un banco y empezó a ver las siguientes fotos a aquellas. Con Euge, Cande, Pablo, Agus, Mimi, Coco, Vico, Teté, Eva, Raquel, Lucas, Marcos, Raul, con su papá, con Julia...

-¿Como lo voy a soportar? -se preguntó en voz alta.

Se paró y caminó unos pasos mirando el celular hasta que se tropezó y su celular calló al suelo.

-Oh, sorry... Sorry. -dijo el extraño con el que tropezo. Los dos se agacharon y cogieron su celular. Cuando levantó la mirada vio una sonrisa enorme y unos ojos azules que la miraban.- Are you new in New York?

-Yes, I arrived today.

-Come with me. -le estiró mano y ella se la cogió. No sabía porque pero el le daba confianza. Fueron caminando y charlando, ya que el inglés de Lali era excelente. Le iba enseñando las calles, los lugares.- What's your name?

-Lali.

-¿Lali? -ella asintió.- I'm Matthew.

¿Dejaron de firmar? Hace  tres capítulos que apenas tengo firmas. Bueno, como ya leyeron, acá dejó la primera temporada de Hermanos.  Pero ya tengo un segunda, siempre y cuando ustedes quieren que siga. Sino tengo más novelas por la mitad... Ustedes decidan y yo subo o no la segunda temporada de hermanos...

Un beso.

Cris.~