Había
pasado una semana desde que los chicos habían decidido contratacar
con el grupo de teatro. Y los lugares de ensayo eran en casa de Lali
y Rochi. Lo cual no le gustaba nada a Peter y a Nico, pero en cambio
Julia y Roberto estaban encantados. Habían limpiado el lugar y
pintado. La paredes ahora eran verdes y tenía cuadros de artistas
colgados. Algunos trajeron sus intrumentos y los dejaban allá. Unos
silones viejos que estaban allá porque estaban rotos los arreglaron
y ahora los tenían cubiertos con unas sábanas azules y amarillas.
Pasaban allá mucho tiempo. Todos los días ensayaban y pasaban tres
o cuatro horas encerrados en el lugar. De vez en cuando Julia les
llavaba comida y bebida, era la única que entraba mientras ellos
ensayaban.
Peter,
Nicolás y Roberto esa tarde estaban viendo un partido de fútbol por
la TV. Estaban muy tranquilos con sus Coca-colas, los aperitivos y el
partido, hasta que empezaron a pasar personas por delante del living,
provenientes del garage. Los últimos en pasar fueron Gastón, Lali,
Rochi y Coco. Que se quedaron parados en la puerta del living mirando
la escena.
-Vamos
a dar un paseo. -dijo Rochi. Peter y Nicolás los miraron.
-Quedaron
en venir Euge, Pablo, Cande y Agus. ¿Se olvidaron? -dijo Peter.
Lali, Gas y Rochi se taparon la boca con la mano.
-Si,
se olvidaron. -contestó Nicolás.
-Eh...
Damos el paseo rápido y volvemos. -dijo Lali.- Chao, pa. -Roberto
levantó una mano sin quitar la mirada de la caja mágica. Los cuatro
se fueron y Nicolas y Peter se pararon y se fueron a su cuarto. Una
vez allá, cada uno se tumbó en su cama.
-Che,
¿y si llamamos a los chicos que vengan mañana? -dijo Peter.
-Si,
ellos no van a venir hasta... -hizo como si mirara el reloj de
pulsera, el cual no llevaba.- hasta la nueve por lo menos. -eran las
cinco de la tarde.
-Estoy
cansado del temita este de que se pasen todo el día con ellos. -dijo
Peter enojado.- Ni bola me dió Lali en la última semana.
-Parece
que no tengo hermanos. -se quejó el rubio.- Además, mañana es el
cumple de Lali. No creo que ninguno de sus amigos se acuerde.
-Ni
ella se acuerda. ¿Le compraste algo?
-Si,
un saco que vi en la tienda que hay a cuatro cuadras. -saco una bolsa
de debajo de su cama.- ¿Vos?
-Un
vestido negro que vi en esa misma tienda. -sacó una bolsa igual que
la del rubio de abajo de su cama. Los dos se miraron y rieron. Pero
sus risas cesaron cuando escucharon el timbre de la casa.
-¡Que
alguian abra! -gritó Roberto. Julia fue la que debió abrir porque
fue a la que escucharon decir:
-Mayte,
¿que hacés acá?
Los
dos alieron corriendo de su cuarto y bajaron hasta encontrase a los
tres en el hall.
-¿Mamá?
-dijo Nicolás. Ella se acercó y le dió un beso en el cachete.
-Peter
¿que tal? -dijo después de darle otro beso al único morocho que se
encontraba en la casa. Roberto, Julia, Mayte y Nico eran rubios.
Peter salió a su papá en eso.- Tengo que hablar con ustedes. -dijo
mirando a la pareja. Ellos asintieron y los tres se metieron en la
cocina. Peter y Nicolás se adentraron en el living a esperar.
Estuvieron sentados en el sillón hasta que vieron entrar a sus
hermanos entrar corriendo.
-Chicos,
¿y los demás? -preguntó Lali cuando los vió solos.
-Los
llamamos para que no vengan. -explicó Peter.
-¿Pasó
algo? -dijo Gastón al ver la cara de los dos varones.
-Está
mamá hablando con papá y con Julia en la cocina. -explicó Nicolás.
-¿Mamá?
-dijo Lali. Su hermano asintió entonces se sentó en el sillón
mirando a la misma nada. Peter pasó un brazo por sus hombros y la
atrajó para abrazarla. Rochi y Gastón se sentaron donde pudieron a
esperar como los demás. Hasta que escucharon la puerta abrirse y
salir a los tres adultos, entonces todos se pararon.
-¿Lali,
Gastón? ¿Ya llegaron? -dijo Roberto.
-¡Hijos!
-Mayte se lanzó a abrazar a Lali y Gastón. También saludó a Rochi
con un beso en el cachete.
-Tenemos
que hablar, todos. -dijo Roberto. Entonces los cinco adolescentes se
sentaron de nuevo. Y fua Mayte la que empezó a hablar.
-Bueno,
mañana es el cumple de mi Lali. Así que para que me pueda perdonar
y como regalo te quiero dar esto. -entonces sacó un sobre de su
bolso. Lali lo miró con detenimiento y lo agarró despacio.- Abrilo.
Cuando
lo abrió vió un pasaje de avión. Ponía la fecha de mañana y
hacia Nueva York.
-Tengo
que hacer un trabajo allá y me gustaría que vinieses conmigo.
-explicó Mayte.- Se que siempre quisiste ir, y por eso te pido que
me acompañes.
-Pero
mamá, la escuela, el equipo, el grupo... -dijo Lali sin procesar
bien la información.
-Lo
se, pero volveremos antes de que las clases empiecen. Y si yo me
tengo que quedar volvés vos sola en el avión, no te preocupes. Y ya
se que hoy no es tu cumple, que es mañana. Pero mirá, -señaló
donde ponía la fecha del pasaje.- es para mañana y no tenemos
tiempo. ¿Que decís? ¿Venís o no conmigo?
Lali
miró a su al rededor. Parecía que su papá y Julia daban su
aprovación, Rocío y Gastón envidiaban que tuviera la oportunidad
de ir a la ciudad de la fama, Nicolás le decía con la mirada que
fuera que le iba a venir bien distraerse un poco. Pero Peter, Peter
no decía nada con la mirada. Solo miraba el pasaje hacia Nueva York.
Lali solo volvió a mirar a su mamña y asintió. Ella sonrió y la
abrazó.
-Prepará
las valijas con todo lo que tengas. O no, con lo que quieras. Cuando
lleguemos allá nos compramos todo lo que quieras y cambio de look.
-su mamá estaba mucho más emocionada que ella.- Mañana a primera
hora vengo y nos vamos al aeropuerto en taxi.
Después
que su mamá le diera algún que otro consejo más se fue. Y Julia y
Roberto decidieron dejar a los cinco solos y se fueron al cine.
-Volveremos
tarde. -fue lo último que dijo Julia.
Los
cinco seguían sentados en el sillón del living.
-¿No
me van a decir nada? -preguntó Lali al ver que ninguno iba a hablar.
-Que
suerte, petiza. -dijo Rochi, seguido a esto todos la abrazaron. Pero
en la ronda de filicitaciones Nicolás salió del living y fue hasta
la cocina. Cuando volvió vió a los dos rubios en la puerta del
living, esta medio cerrada y ellos espiando lo que pasaba adentro.
-¿Que
pasó? -preguntó Nico.
-Están
hablando. -dijo Rochi. Nicolás se unió a la ronda de espias.
-¿Que
le dijo Peter? -preguntó el recien llegado.
-Que
la iba a esperar.. -dijo Gastón.
-Que
romántico. -ironía de parte de Nicolás. Rocío dejó escapar una
risita. Estuvieron espiando hasta que timbre sonó y Gastón fue a
abrir entonces vió a Eugenia, Candela, Agustín, Victorio y Pablo
con cinco caras largas. Detrás de ellos estaban Coco, Mimi, Teté,
Lucas y Raul. Todos ellos con alguna bolsa en las manos. Los dejó
pasar y todos se adentraron en el living. Saludaron y se despidieron
de Lali. Le entregaron sus regalos de cumpleaños y se fueron
sentando por donde pudieron.
-Bueno,
tomá. -dijo Nicolás dándole su regalo, al igual que Peter.-
Teníamos preparaa una fiesta sorpresa para mañana pero como no nos
da tiempo...
Lali
abrió todos los regalos y se despidió de todos sus amigos. Hasta
que se volvieron a quedar solos los cinco hermanos.
-¿Y
ahora que hacemos? -preguntó Gastón.
-Yo
me voy a hacer la valija. -dijo Lali parándose. Todos la miraron.-
No me miren así que si pudiera os llevaba.
La
petiza se fue a su cuarto y los cuatro hermanos se quedaron en el
living mirando a la misma nada.
-Se
nos va la petiza. -dijo Rochi.
-¿Y
que vamos a hacer nosotros sin nuestra hermanita? -dijo Nicolás
mirando a Gastón.
Cuando
eran pequeños Lali era como el peluche de todos. Todos la cuidaban,
la mimaban... Pero los que más la querían eran sus hermanos, y
después de ellos su papá. Siempre que Roberto y Mayte se peleaban
Roberto acababa con su hija.
-Roberto
ya te dije que no quiero que tu madre venga a vivir acá. ¿Por que
no se va con tus hermanos? -la mamá de Roberto tenía una avería en
su casa y a la mañana siguiente estaría en casa de los Riera.
Mientras, ahora, Roberto y Mayte discutían en la cama de dos
plazas.
-Pará
que es mi mamá.
-Si,
pero tu hermana Cristina no tiene hijos todavía. -la segunda más
pequeña de los Riera estaba casada pero todavía no habían
concebido.
-Pero
Cris está muy ocupada con el trabajo. -esa era la escusa que su
hermana le dió.
-¿Y
Máximo? -el pequeño solo tenía 20 años.
-Máximo
comparte casa con dos amigos. -Roberto iba a defender a todos sus
hermanos.
-¿Y
Antonio? -el mayor de los Riera estaba casado y tenía una hija de la
edad de los mellizos.
-No
tiene sitio en casa.
-¿Y
nosotros si? -se quejó Mayte. El susupiró y se paró.- ¿Ahora a
donde vas?
-Nico
y Gas durmen acá y yo con la nena. -dijo saliendo de su cuarto.
Entró al de sus hijos y los tres, los cuales tenían 5 años todos,
despertó a los mellizos y los mandó al cuarto con su madre. El se
acostó en la cama de Nicolás.
-Papi,
¿por que dormís conmigo? -preguntó Lali asomando su cabecita por
la litera de arriba.
-Porque
discutí con mamá.
-¿Por
que?
-Por
cosas de mayores.
-¿Que
cosas de mayores?
-Lali,
dormí. -su hija le hizo caso y se durmió.
A
la mañana siguiente Roberto abrió la puerta de su cuarto y vió a
los dos rubios durmiendo apoyados en su madre.
-Lali...
-la petiza se giró y vió a Peter en la puerta. El se acercó y la
abrazó.- Te quiero y te voy a echar de menos.
-Yo
también, Pitt. Yo también. -dijo abrazándole.

Que se lo lleve!! que no lo deje!! que va aparecer alguna yegua !! Más!!
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