sábado, 6 de octubre de 2012

Catorce: LA DESPEDIDA.




Había pasado una semana desde que los chicos habían decidido contratacar con el grupo de teatro. Y los lugares de ensayo eran en casa de Lali y Rochi. Lo cual no le gustaba nada a Peter y a Nico, pero en cambio Julia y Roberto estaban encantados. Habían limpiado el lugar y pintado. La paredes ahora eran verdes y tenía cuadros de artistas colgados. Algunos trajeron sus intrumentos y los dejaban allá. Unos silones viejos que estaban allá porque estaban rotos los arreglaron y ahora los tenían cubiertos con unas sábanas azules y amarillas. Pasaban allá mucho tiempo. Todos los días ensayaban y pasaban tres o cuatro horas encerrados en el lugar. De vez en cuando Julia les llavaba comida y bebida, era la única que entraba mientras ellos ensayaban.

Peter, Nicolás y Roberto esa tarde estaban viendo un partido de fútbol por la TV. Estaban muy tranquilos con sus Coca-colas, los aperitivos y el partido, hasta que empezaron a pasar personas por delante del living, provenientes del garage. Los últimos en pasar fueron Gastón, Lali, Rochi y Coco. Que se quedaron parados en la puerta del living mirando la escena.

-Vamos a dar un paseo. -dijo Rochi. Peter y Nicolás los miraron.

-Quedaron en venir Euge, Pablo, Cande y Agus. ¿Se olvidaron? -dijo Peter. Lali, Gas y Rochi se taparon la boca con la mano.

-Si, se olvidaron. -contestó Nicolás.

-Eh... Damos el paseo rápido y volvemos. -dijo Lali.- Chao, pa. -Roberto levantó una mano sin quitar la mirada de la caja mágica. Los cuatro se fueron y Nicolas y Peter se pararon y se fueron a su cuarto. Una vez allá, cada uno se tumbó en su cama.

-Che, ¿y si llamamos a los chicos que vengan mañana? -dijo Peter.

-Si, ellos no van a venir hasta... -hizo como si mirara el reloj de pulsera, el cual no llevaba.- hasta la nueve por lo menos. -eran las cinco de la tarde.

-Estoy cansado del temita este de que se pasen todo el día con ellos. -dijo Peter enojado.- Ni bola me dió Lali en la última semana.

-Parece que no tengo hermanos. -se quejó el rubio.- Además, mañana es el cumple de Lali. No creo que ninguno de sus amigos se acuerde.

-Ni ella se acuerda. ¿Le compraste algo?

-Si, un saco que vi en la tienda que hay a cuatro cuadras. -saco una bolsa de debajo de su cama.- ¿Vos?

-Un vestido negro que vi en esa misma tienda. -sacó una bolsa igual que la del rubio de abajo de su cama. Los dos se miraron y rieron. Pero sus risas cesaron cuando escucharon el timbre de la casa.

Que alguian abra! -gritó Roberto. Julia fue la que debió abrir porque fue a la que escucharon decir:

-Mayte, ¿que hacés acá?

Los dos alieron corriendo de su cuarto y bajaron hasta encontrase a los tres en el hall.

-¿Mamá? -dijo Nicolás. Ella se acercó y le dió un beso en el cachete.

-Peter ¿que tal? -dijo después de darle otro beso al único morocho que se encontraba en la casa. Roberto, Julia, Mayte y Nico eran rubios. Peter salió a su papá en eso.- Tengo que hablar con ustedes. -dijo mirando a la pareja. Ellos asintieron y los tres se metieron en la cocina. Peter y Nicolás se adentraron en el living a esperar. Estuvieron sentados en el sillón hasta que vieron entrar a sus hermanos entrar corriendo.

-Chicos, ¿y los demás? -preguntó Lali cuando los vió solos.

-Los llamamos para que no vengan. -explicó Peter.

-¿Pasó algo? -dijo Gastón al ver la cara de los dos varones.

-Está mamá hablando con papá y con Julia en la cocina. -explicó Nicolás.

-¿Mamá? -dijo Lali. Su hermano asintió entonces se sentó en el sillón mirando a la misma nada. Peter pasó un brazo por sus hombros y la atrajó para abrazarla. Rochi y Gastón se sentaron donde pudieron a esperar como los demás. Hasta que escucharon la puerta abrirse y salir a los tres adultos, entonces todos se pararon.

-¿Lali, Gastón? ¿Ya llegaron? -dijo Roberto.

Hijos! -Mayte se lanzó a abrazar a Lali y Gastón. También saludó a Rochi con un beso en el cachete.

-Tenemos que hablar, todos. -dijo Roberto. Entonces los cinco adolescentes se sentaron de nuevo. Y fua Mayte la que empezó a hablar.

-Bueno, mañana es el cumple de mi Lali. Así que para que me pueda perdonar y como regalo te quiero dar esto. -entonces sacó un sobre de su bolso. Lali lo miró con detenimiento y lo agarró despacio.- Abrilo.

Cuando lo abrió vió un pasaje de avión. Ponía la fecha de mañana y hacia Nueva York.

-Tengo que hacer un trabajo allá y me gustaría que vinieses conmigo. -explicó Mayte.- Se que siempre quisiste ir, y por eso te pido que me acompañes.

-Pero mamá, la escuela, el equipo, el grupo... -dijo Lali sin procesar bien la información.

-Lo se, pero volveremos antes de que las clases empiecen. Y si yo me tengo que quedar volvés vos sola en el avión, no te preocupes. Y ya se que hoy no es tu cumple, que es mañana. Pero mirá, -señaló donde ponía la fecha del pasaje.- es para mañana y no tenemos tiempo. ¿Que decís? ¿Venís o no conmigo?

Lali miró a su al rededor. Parecía que su papá y Julia daban su aprovación, Rocío y Gastón envidiaban que tuviera la oportunidad de ir a la ciudad de la fama, Nicolás le decía con la mirada que fuera que le iba a venir bien distraerse un poco. Pero Peter, Peter no decía nada con la mirada. Solo miraba el pasaje hacia Nueva York. Lali solo volvió a mirar a su mamña y asintió. Ella sonrió y la abrazó.

-Prepará las valijas con todo lo que tengas. O no, con lo que quieras. Cuando lleguemos allá nos compramos todo lo que quieras y cambio de look. -su mamá estaba mucho más emocionada que ella.- Mañana a primera hora vengo y nos vamos al aeropuerto en taxi.

Después que su mamá le diera algún que otro consejo más se fue. Y Julia y Roberto decidieron dejar a los cinco solos y se fueron al cine.

-Volveremos tarde. -fue lo último que dijo Julia.

Los cinco seguían sentados en el sillón del living.

-¿No me van a decir nada? -preguntó Lali al ver que ninguno iba a hablar.

-Que suerte, petiza. -dijo Rochi, seguido a esto todos la abrazaron. Pero en la ronda de filicitaciones Nicolás salió del living y fue hasta la cocina. Cuando volvió vió a los dos rubios en la puerta del living, esta medio cerrada y ellos espiando lo que pasaba adentro.

-¿Que pasó? -preguntó Nico.

-Están hablando. -dijo Rochi. Nicolás se unió a la ronda de espias.

-¿Que le dijo Peter? -preguntó el recien llegado.

-Que la iba a esperar.. -dijo Gastón.

-Que romántico. -ironía de parte de Nicolás. Rocío dejó escapar una risita. Estuvieron espiando hasta que timbre sonó y Gastón fue a abrir entonces vió a Eugenia, Candela, Agustín, Victorio y Pablo con cinco caras largas. Detrás de ellos estaban Coco, Mimi, Teté, Lucas y Raul. Todos ellos con alguna bolsa en las manos. Los dejó pasar y todos se adentraron en el living. Saludaron y se despidieron de Lali. Le entregaron sus regalos de cumpleaños y se fueron sentando por donde pudieron.

-Bueno, tomá. -dijo Nicolás dándole su regalo, al igual que Peter.- Teníamos preparaa una fiesta sorpresa para mañana pero como no nos da tiempo...

Lali abrió todos los regalos y se despidió de todos sus amigos. Hasta que se volvieron a quedar solos los cinco hermanos.

-¿Y ahora que hacemos? -preguntó Gastón.

-Yo me voy a hacer la valija. -dijo Lali parándose. Todos la miraron.- No me miren así que si pudiera os llevaba.

La petiza se fue a su cuarto y los cuatro hermanos se quedaron en el living mirando a la misma nada.

-Se nos va la petiza. -dijo Rochi.

-¿Y que vamos a hacer nosotros sin nuestra hermanita? -dijo Nicolás mirando a Gastón.

Cuando eran pequeños Lali era como el peluche de todos. Todos la cuidaban, la mimaban... Pero los que más la querían eran sus hermanos, y después de ellos su papá. Siempre que Roberto y Mayte se peleaban Roberto acababa con su hija.

-Roberto ya te dije que no quiero que tu madre venga a vivir acá. ¿Por que no se va con tus hermanos? -la mamá de Roberto tenía una avería en su casa y a la mañana siguiente estaría en casa de los Riera. Mientras, ahora, Roberto y Mayte discutían en la cama de dos plazas.

-Pará que es mi mamá.

-Si, pero tu hermana Cristina no tiene hijos todavía. -la segunda más pequeña de los Riera estaba casada pero todavía no habían concebido.

-Pero Cris está muy ocupada con el trabajo. -esa era la escusa que su hermana le dió.

-¿Y Máximo? -el pequeño solo tenía 20 años.

-Máximo comparte casa con dos amigos. -Roberto iba a defender a todos sus hermanos.

-¿Y Antonio? -el mayor de los Riera estaba casado y tenía una hija de la edad de los mellizos.

-No tiene sitio en casa.

-¿Y nosotros si? -se quejó Mayte. El susupiró y se paró.- ¿Ahora a donde vas?

-Nico y Gas durmen acá y yo con la nena. -dijo saliendo de su cuarto. Entró al de sus hijos y los tres, los cuales tenían 5 años todos, despertó a los mellizos y los mandó al cuarto con su madre. El se acostó en la cama de Nicolás.

-Papi, ¿por que dormís conmigo? -preguntó Lali asomando su cabecita por la litera de arriba.

-Porque discutí con mamá.

-¿Por que?

-Por cosas de mayores.

-¿Que cosas de mayores?

-Lali, dormí. -su hija le hizo caso y se durmió.
A la mañana siguiente Roberto abrió la puerta de su cuarto y vió a los dos rubios durmiendo apoyados en su madre.

-Lali... -la petiza se giró y vió a Peter en la puerta. El se acercó y la abrazó.- Te quiero y te voy a echar de menos.

-Yo también, Pitt. Yo también. -dijo abrazándole.

1 comentario:

  1. Que se lo lleve!! que no lo deje!! que va aparecer alguna yegua !! Más!!

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