lunes, 8 de octubre de 2012

Dieciseis: NEW YORK.



-¿Estás lista cariño? -preguntó Roberto. Ella asintió y le dió sus valijas para que las cargara en el baúl.

-Che, petiza. ¿No te ibas a despedir? -eran las seis de la mañana y los cuatro adolescente que vivían con ella estaban en la puerta de casa en pijama. Se abalanzó sobre ellos y los abrazó uno a uno.

-Suerte, peti. A ver si trabajás en alguna comedia musical y te vamos a ver. -le dijo Rochi cuando la abrazó.

-Cuidate, y comprame algún musical de Broadway. -le pidió Gastón. Ella le dió un beso y otro abrazo más.

-Peti, traeme una estatua de la libertad en miniatura. -ese fue Nico. Después simplemente abrazó a Peter sin decirse nada, se despidieron.

Subió al remis y los saludó desde adentro.

Ahora el estaba todavía en pijama tirado en el sillón viendo la teletienda.

-¿Vas a hacer algo con tu vida? -le dijo desde la puerta Gastón que acababa de despedir a los del grupo teatral.

-No jodas, Gastón.

-Que mala onda che. Porque no esté la petiza tenés permitido vivir. -dijo el algo enojado también. Estaba harto de verlo así todos los días.

-Dejame en paz. -se paró del sillón, pero seguramente para ir a la cama. Así que subió las escaleras por donde bajaba Rochi.

-¿Sigue igual? -le preguntó la rubia. El asintió.



Lali ya estoy en casa! -gritó Mayte a llegar a su nueva casa. Era un pequeño apartamento. Con dos cuartos, una cocina, el living y un baño. Nadie le contestó y entonces agarró el celular y marcó el número de su hija.

-¿Hello?

-¿Lali? Soy mamá. ¿Donde estás?

-Sorry, one minute please. -le dijo a otra persona. Entonces se dirigió a su madre de nuevo.- Estoy sacando pasaje para el miércoles que viene. -hoy era lunes.- Acordate que vuelvo a casa.

-Si, me acuerdo. Dale, ¿venís a cenar o no?

-No, quedé con Britney, Rachel y Matthew. Llegaré tarde, no me esperes despierta. -lo último lo canturreó y le cortó la llamada a su madre.

Mayte negó mirando el celular. Después marcó el número de su ex marido.

-¿Roberto? -dijo esto con una sonrisa.- Ahh.. Julia.. -la sonrisa se esfumó.- ¿Me podés poner con Rober? ¿Que se está duchando? Pues decile que pare para hablar conmigo. Las llamadas internacionales son muy caras, che. ¡No puedo esperar nada, Julia! -miró al celular indignada.- ¿Me cortó? Ah no, yo la mato. -volvió a marcar el número.- ¿Como que que quiero? ¡Hablar con mi marido! Bueno, con mi ex marido. ¿Podés decirle que lo estoy llamando? ¡Roberto, al fin! Mirá, quería decirte que Lali viaja para allá el miercoles. Y dice que no le digas nada a sus hermanos, que quiere que sea una sorpresa. Si.... si... Dale... ¡Bye!


Mayte esperó a su hija depierta viendo una pelicula. Lali llegó aproximadamente a las doce de la noche.

-Hi, ma. -dijo cuando entró. Su madre estaba casi dormida. Se paró con dificultad y le dió un beso en la mejilla.- Al final no había pasaje para el miercoles y viajo mañana.

-¿COMO? ¿Mañana? -su hija asintió.- Es un poco precipitado, La.

-Mamá, vos me dijiste que iba a viajar un día antes. -su madre elevó un hombro pensando. Su hija se dispuso a entrar en su cuarto hasta que su mamá la llamó.

-Lali. -ella se giró y la miró.- Contame de Julia y sus hijos. -ella se sentó con su madre en el sillón.

-¿Que querés que te cuente?

-Como se conoció con papá.

-En realidad, ellos ya se conocían. Pero se reencontraron en uno de mis partidos. Jugaba contra el equipo de Rochi y se encontraron mientras nos miraban jugar.

-¿Como son sus hijos?

-Rochi y Peter... son unos amores. Ella siempre está sonriente, es muy optimista, canta re bien... Y el, el es un dulce, un caño, muy cuida, tierno...

-¿Te gusta Peter? -ella la miró y después de unos segundos asintió.

-Estábamos de novios.

-¿Estabais? ¿Ya no lo estais?

-No lo se... Pero ni papá ni Julia lo saben. No digas nada eh.


Peter abrí la puerta! -exigió Roberto. Este, en pijama abrió la puerta de su cuarto y lo dejó pasar.- ¿Nos vas a contar que te pasa? Hace un mes que estás así.

-Hace un mes que se fue Lali. -era el momento.

-¿Tanto la querés como hermana? Ya se que la pequeña se hace querer rápido pero...

-Estoy enamorado de tu hija. -interrumpió Peter. Roberto lo miró y empezó a ponerse pálido. Peter le acercó una silla y dejó que se sentara allí. El se sentó en su cama, enfrentado a el.

-¿E-Enamorado? -el hijo de su mujer asintió.- Pe-pe-pero eso es... ¿Como se decía? Incesto.

-No, no, Roberto. Lali y yo no somos hermanos.

-¿Ella siente lo mismo? -preguntó con temor.

-Eso creo, antes de que se fuera a Neava York estábamos de novios.

-¿Ahora no?

-No se, no lo tengo muy claro. -entonces Julia se asomó por la puerta. Peter al ver su sonrisa preguntó.- ¿Escuchaste todo? -ella asintió.- Mejor, así no lo explico dos veces. -se paró y salió rumbo al baño.

-Ay, ay, Julia. Incesto, incesto... -dijo Roberto, todavía sentado en la silla.

-No es incesto, Roberto. Dale, no te preocupes. Que lo arreglen ellos. -ella lo tironeó hasta afuera del cuarto y se adentraron en el suyo.

Lali a la mañana siguiente se encontraba haciendo la valija para volver a su casa. Compró tanta ropa que la valija no cerraba. Se sentó encima de ella y pegó pequeños saltitos. Y justo en ese instante entró su madre.

-Mamá. -dijo ella sonriente sentada encima de su valija.

-¿Te ayudo?

-No, yo sola puedo.. -dijo forzando la voz mientras cerraba por completo la valija.- ¿Ves? Todo controlado.

-Bueno, hoy de seguro que es último día que vivís conmigo.

-Mamá, no exajeres. Tenés dos hijos más en la casa Riera.

-Pero ahora la casa se llama casa Riera y Lanzani. ¿No es así?

-Mamá, ¿estás celosa? -ella asintió.

-Si, yo a tu papá todavía lo amo. Pero se que no me vas a ayudar a reconquistarlo. Porque vos y los chicos la aman a Julia. Les dió lo que yo no les di durante mucho tiempo.

-Mamá, vos fuíste una gran madre. Pero desde que te fuíste que nos hacía falta otra madre y allí estuvo Julia. Y vos siempre tenías trabajos acá, allá y en la otra punta de del mundo. Nunca estabas en casa y cuando estabas siempre discutías con papá. Te voy a contar algo, el primer día que la familia Lanzani vivieron en casa cuando llegamos de la escula teníamos la comida encima de la mesa. Eso era algo totalmente impensable para nosotros. Pero desde aquel día pasa siempre.

-Y vos ya vas a volver a eso. -la petiza le sonrió.- Buen viaje pequeña. No te acompaño al aeropuerto porque..

-Tenés que trabajar. Lo se. -le dió un beso y arrastró su valija hasta la puerta de la casa. Le dió un abrazó a su mamá y salió a las calles de New York.

En ese mes en New York conoció a tres jóvenes de su edad que jamás olvidará. Ellos son Brittney, Rachel y Matthew. Ellos tres habían sido inseparables en ese mes de ella. Iban a todos lados con ella y no se separaban jamás. Brittney era una rubia de pelo largo y rizo, con ojos azules y bailarina profesional. Trabajaba con su mamá. Rachel, ella era una peticita morocha hasta los hombros y con un talento musical increíble, también trabaja con Mayte. Y Matthew era el amigo inseparable de las otras dos. Las acompañaban al trabajo, digamos que trabajar arriba de un escenario permitía acompañante.

Lali la pasó realmente bien en New York pero estaba deseando volver a casa. Volver con su papá, sus hermanos, sus amigos del básquet, el grupo, Peter... Peter.. .Peter estuvo presente siempre en los pensamientos de Lali. Les habló tanto de el a sus amigos estadounidenses que practicamente ya lo conocían...

Subió al avión y colocó sus auriculares en sus oidos y dejó que The Beatles la llevaran vuelta a su casa.

3 comentarios:

  1. Aaaaaaaaaaa ame el cap pobre pitt esta de bajón !!! Me mato de la risa Roberto !! Nose pork pero Julia tiene algo rarooo !! Besos:*

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  2. Hola perdón por desaparecer estos días pero la universidad es muy absorbente. Pero ya estoy de regreso para seguir con la nove a leer!!!
    @Titel842

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