-¿Estás
lista cariño? -preguntó Roberto. Ella asintió y le dió sus
valijas para que las cargara en el baúl.
-Che,
petiza. ¿No te ibas a despedir? -eran las seis de la mañana y los
cuatro adolescente que vivían con ella estaban en la puerta de casa
en pijama. Se abalanzó sobre ellos y los abrazó uno a uno.
-Suerte,
peti. A ver si trabajás en alguna comedia musical y te vamos a ver.
-le dijo Rochi cuando la abrazó.
-Cuidate,
y comprame algún musical de Broadway. -le pidió Gastón. Ella le
dió un beso y otro abrazo más.
-Peti,
traeme una estatua de la libertad en miniatura. -ese fue Nico.
Después simplemente abrazó a Peter sin decirse nada, se
despidieron.
Subió
al remis y los saludó desde adentro.
Ahora
el estaba todavía en pijama tirado en el sillón viendo la
teletienda.
-¿Vas
a hacer algo con tu vida? -le dijo desde la puerta Gastón que
acababa de despedir a los del grupo teatral.
-No
jodas, Gastón.
-Que
mala onda che. Porque no esté la petiza tenés permitido vivir.
-dijo el algo enojado también. Estaba harto de verlo así todos los
días.
-Dejame
en paz. -se paró del sillón, pero seguramente para ir a la cama.
Así que subió las escaleras por donde bajaba Rochi.
-¿Sigue
igual? -le preguntó la rubia. El asintió.
-¡Lali
ya estoy en casa! -gritó Mayte a llegar a su nueva casa. Era un
pequeño apartamento. Con dos cuartos, una cocina, el living y un
baño. Nadie le contestó y entonces agarró el celular y marcó el
número de su hija.
-¿Hello?
-¿Lali?
Soy mamá. ¿Donde estás?
-Sorry,
one minute please. -le dijo a otra persona. Entonces se dirigió a su
madre de nuevo.- Estoy sacando pasaje para el miércoles que viene.
-hoy era lunes.- Acordate que vuelvo a casa.
-Si,
me acuerdo. Dale, ¿venís a cenar o no?
-No,
quedé con Britney, Rachel y Matthew. Llegaré tarde, no me esperes
despierta. -lo último lo canturreó y le cortó la llamada a su
madre.
Mayte
negó mirando el celular. Después marcó el número de su ex marido.
-¿Roberto?
-dijo esto con una sonrisa.- Ahh.. Julia.. -la sonrisa se esfumó.-
¿Me podés poner con Rober? ¿Que se está duchando? Pues decile que
pare para hablar conmigo. Las llamadas internacionales son muy caras,
che. ¡No puedo esperar nada, Julia! -miró al celular indignada.-
¿Me cortó? Ah no, yo la mato. -volvió a marcar el número.- ¿Como
que que quiero? ¡Hablar con mi marido! Bueno, con mi ex marido.
¿Podés decirle que lo estoy llamando? ¡Roberto, al fin! Mirá,
quería decirte que Lali viaja para allá el miercoles. Y dice que no
le digas nada a sus hermanos, que quiere que sea una sorpresa. Si....
si... Dale... ¡Bye!
Mayte
esperó a su hija depierta viendo una pelicula. Lali llegó
aproximadamente a las doce de la noche.
-Hi,
ma. -dijo cuando entró. Su madre estaba casi dormida. Se paró con
dificultad y le dió un beso en la mejilla.- Al final no había
pasaje para el miercoles y viajo mañana.
-¿COMO?
¿Mañana? -su hija asintió.- Es un poco precipitado, La.
-Mamá,
vos me dijiste que iba a viajar un día antes. -su madre elevó un
hombro pensando. Su hija se dispuso a entrar en su cuarto hasta que
su mamá la llamó.
-Lali.
-ella se giró y la miró.- Contame de Julia y sus hijos. -ella se
sentó con su madre en el sillón.
-¿Que
querés que te cuente?
-Como
se conoció con papá.
-En
realidad, ellos ya se conocían. Pero se reencontraron en uno de mis
partidos. Jugaba contra el equipo de Rochi y se encontraron mientras
nos miraban jugar.
-¿Como
son sus hijos?
-Rochi
y Peter... son unos amores. Ella siempre está sonriente, es muy
optimista, canta re bien... Y el, el es un dulce, un caño, muy
cuida, tierno...
-¿Te
gusta Peter? -ella la miró y después de unos segundos asintió.
-Estábamos
de novios.
-¿Estabais?
¿Ya no lo estais?
-No
lo se... Pero ni papá ni Julia lo saben. No digas nada eh.
-¡Peter
abrí la puerta! -exigió Roberto. Este, en pijama abrió la puerta
de su cuarto y lo dejó pasar.- ¿Nos vas a contar que te pasa? Hace
un mes que estás así.
-Hace
un mes que se fue Lali. -era el momento.
-¿Tanto
la querés como hermana? Ya se que la pequeña se hace querer rápido
pero...
-Estoy
enamorado de tu hija. -interrumpió Peter. Roberto lo miró y empezó
a ponerse pálido. Peter le acercó una silla y dejó que se sentara
allí. El se sentó en su cama, enfrentado a el.
-¿E-Enamorado?
-el hijo de su mujer asintió.- Pe-pe-pero eso es... ¿Como se decía?
Incesto.
-No,
no, Roberto. Lali y yo no somos hermanos.
-¿Ella
siente lo mismo? -preguntó con temor.
-Eso
creo, antes de que se fuera a Neava York estábamos de novios.
-¿Ahora
no?
-No
se, no lo tengo muy claro. -entonces Julia se asomó por la puerta.
Peter al ver su sonrisa preguntó.- ¿Escuchaste todo? -ella
asintió.- Mejor, así no lo explico dos veces. -se paró y salió
rumbo al baño.
-Ay,
ay, Julia. Incesto, incesto... -dijo Roberto, todavía sentado en la
silla.
-No
es incesto, Roberto. Dale, no te preocupes. Que lo arreglen ellos.
-ella lo tironeó hasta afuera del cuarto y se adentraron en el suyo.
Lali
a la mañana siguiente se encontraba haciendo la valija para volver a
su casa. Compró tanta ropa que la valija no cerraba. Se sentó
encima de ella y pegó pequeños saltitos. Y justo en ese instante
entró su madre.
-Mamá.
-dijo ella sonriente sentada encima de su valija.
-¿Te
ayudo?
-No,
yo sola puedo.. -dijo forzando la voz mientras cerraba por completo
la valija.- ¿Ves? Todo controlado.
-Bueno,
hoy de seguro que es último día que vivís conmigo.
-Mamá,
no exajeres. Tenés dos hijos más en la casa Riera.
-Pero
ahora la casa se llama casa Riera y Lanzani. ¿No es así?
-Mamá,
¿estás celosa? -ella asintió.
-Si,
yo a tu papá todavía lo amo. Pero se que no me vas a ayudar a
reconquistarlo. Porque vos y los chicos la aman a Julia. Les dió lo
que yo no les di durante mucho tiempo.
-Mamá,
vos fuíste una gran madre. Pero desde que te fuíste que nos hacía
falta otra madre y allí estuvo Julia. Y vos siempre tenías trabajos
acá, allá y en la otra punta de del mundo. Nunca estabas en casa y
cuando estabas siempre discutías con papá. Te voy a contar algo, el
primer día que la familia Lanzani vivieron en casa cuando llegamos
de la escula teníamos la comida encima de la mesa. Eso era algo
totalmente impensable para nosotros. Pero desde aquel día pasa
siempre.
-Y
vos ya vas a volver a eso. -la petiza le sonrió.- Buen viaje
pequeña. No te acompaño al aeropuerto porque..
-Tenés
que trabajar. Lo se. -le dió un beso y arrastró su valija hasta la
puerta de la casa. Le dió un abrazó a su mamá y salió a las
calles de New York.
En
ese mes en New York conoció a tres jóvenes de su edad que jamás
olvidará. Ellos son Brittney, Rachel y Matthew. Ellos tres habían
sido inseparables en ese mes de ella. Iban a todos lados con ella y
no se separaban jamás. Brittney era una rubia de pelo largo y rizo,
con ojos azules y bailarina profesional. Trabajaba con su mamá.
Rachel, ella era una peticita morocha hasta los hombros y con un
talento musical increíble, también trabaja con Mayte. Y Matthew era
el amigo inseparable de las otras dos. Las acompañaban al trabajo,
digamos que trabajar arriba de un escenario permitía acompañante.
Lali
la pasó realmente bien en New York pero estaba deseando volver a
casa. Volver con su papá, sus hermanos, sus amigos del básquet, el
grupo, Peter... Peter.. .Peter estuvo presente siempre en los
pensamientos de Lali. Les habló tanto de el a sus amigos
estadounidenses que practicamente ya lo conocían...
Subió
al avión y colocó sus auriculares en sus oidos y dejó que The
Beatles la llevaran vuelta a su casa.

Aaaaaaaaaaa ame el cap pobre pitt esta de bajón !!! Me mato de la risa Roberto !! Nose pork pero Julia tiene algo rarooo !! Besos:*
ResponderEliminarHola perdón por desaparecer estos días pero la universidad es muy absorbente. Pero ya estoy de regreso para seguir con la nove a leer!!!
ResponderEliminar@Titel842
Me encanto!!! más!
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