Olivia entró en el edificio donde vivían los Buker y subió hasta
la puerta de éstos. Pulsó el botón del timbre y esperó. Anthony,
como siempre, le abrió con el uniforme del trabajo puesto. Olivia
sonrió y Anthony la dejó pasar.
-Olivia, yo ya me voy. Hay en la cocina algo de cena, Lydia está
durmiendo y Hugo jugando con la pelota en su habitación. Que no
rompa nada, por favor. -dijo Anthony. Olivia se rió y asintió.
-Descuida. Hasta luego.
-Adiós.
Olivia dejó su mochila sobre el sillón y se acercó a la habitación
de Hugo, que le daba patadas a una pelota para que ésta rebotara en
una pared.
-Hugo... -dijo Olivia, asomándose por la puerta de su habitación.
Hugo dejó lo que estaba haciendo y se acercó a darle un beso y un
abrazo.- ¿Cómo estás? -preguntó Olivia, despeinándolo.
-Bien. -dijo él, cogiendo la pelota otra vez.
-Estoy en el salón, ¿vale? Dentro de un rato te hago la merienda.
-dijo Olivia.
Olivia se sentó en el sillón y sacó su libro de texto de Economía,
tenía que estudiar. Al cabo de media hora, su teléfono sonó. Era
Anthony.
-¿Hola? -dijo Olivia.
-Olivia, se me olvidó decírtelo. Irá Lucy Lawer a dejar unas cosas
a casa esta tarde. -dijo Anthony. Lucy Lawer era la madre de
Sebastian.
-Está bien. -dijo Olivia.
-Hasta luego.
Olivia volvió a los estudios y se concentró en ellos, hasta que
India la llamó. Cogió el teléfono otra vez y revoleó los ojos.
-Liv, tengo un problema. -dijo India.
-¿Qué pasa?
-Dejé que Loreen preparara las habitaciones del viaje...
-Sí, lo sé.
-Pues ha puesto tu habitación lejos de la de Sebastian...
-Bueno, era de esperar. -dijo Olivia, tranquila.
-La de Sebastian está en la quinta planta y la tuya en la primera.
-dijo India. Olivia resopló.- Y ha puesto su habitación pared con
pared con la habitación de Sebastian.
-¿Qué? -eso ya era otra cosa.
-Lo que oyes...
-India te avisamos. Te dijimos que no dejaras a Loreen organizar las
cosas...
-Lo sé, pero no me esperaba que tuviera tanta cara para...
-¡Pues la tiene! -la interrumpió Olivia.
-Lo sé. Intentaré arreglarlo, pero es difícil.
-Da igual, déjalo. ¿Tu habitación está por lo menos cerca de la
de Sebastian o de la mía? -preguntó India. Si estuviera cerca de su
habitación podría pasar tiempo con ella y si estuviera cerca de la
de Sebastian podría decirles a los profesores que iba a la
habitación de India e ir a visitar a Sebastian.
-Estoy en la séptima planta. -dijo India.
-¿¡Pero cuantas plantas tiene el hotel!? -se quejó Olivia.
-Liv, yo...
-Olivia. -dijo Hugo, apareciendo en la escena.- ¿Me preparas la
merienda?
-Claro, cielo. -dijo Olivia, acariciándole el pelo. Después le
habló al teléfono.- Estoy con los niños, después hablamos. Y
arréglalo. -le dijo antes de colgar.
Olivia fue a la cocina a pensar que haría de merienda esa tarde. De
repente vio una cesta con fresas y se le ocurrió una buena merienda.
Sacó el bote de Nutella y la cesta con fresas. Le enseñó a Hugo
como manchar las fresas de chocolate y fue a buscar a Lydia. La sentó
en su silla y le manchó una fresa con chocolate y se la dio. Estaban
los tres comiendo en la cocina, cuando el timbre sonó.
-Voy a abrir. -dijo Olivia, con una fresa en la mano. Ya ni se
acordaba que la señora Lawer iría esa tarde, por eso su cara tornó
a sorpresa cuando abrió la puerta y la encontró tras ella.
-Hola. -dijo Lucy.- Olivia, ¿no?
-Sí, Olivia Brull. -dijo Olivia, estrechando su mano con la de la
mujer. Después se apartó de la puerta y la dejó pasar.
-¿Phoebe y Anthony te avisaron de que vendría? -dijo caminando
hacia la cocina. Llevaba algunos utensilios de cocina, así que iría
a dejarlos en su sitio.
-Sí, me lo dijeron. -dijo Olivia. Lucy entró en la cocina y sonrió.
-Hola, chicos. -les dijo a los niños. Hugo le sonrió concentrado en
las fresas y Lydia ni siquiera notó su presencia.- Como me gustan
los niños... -dijo colocando las cosas encima de la repisa.
-¿Sí? A mi también me gustan... -dijo Olivia, despeinando a Hugo.
-Una pena que no pudiera tener hijos... -dijo la mujer.
-Pero, ¿usted no tiene dos hijos? -preguntó Olivia.
-Sí, Sebastian y Cara, pero a ellos los adoptamos. ¿Los conoces?
-Olivia se quedó plasmada al escuchar esa noticia. No tenía ni idea
de que su novio hubiera sido adoptado. Se quedó callada, procesando
la información.
-Sí, Sebastian es su novio. -dijo Hugo. Tanto Lucy como Olivia
miraron al niño sorprendidas. Olivia se empezó a poner colorada y a
sudar.
-Estás colorada... -dijo Lucy.- Eres la misteriosa novia de mi hijo.
-dijo sonriendo. Al decir esto, Olivia se puso todavía más
colorada.- Tranquila, mujer, no como. -dijo tocándole el brazo.
Después se quedó mirándola en unos segundos de silencio.- Así que
eres la famosa y misteriosa novia de Sebastian...
-¿Famosa y misteriosa? -preguntó Olivia. Trataba de hacer de eso
una situación normal.
-Sí, creas discusiones entre Cara y Sebastian continuamente.
Nosotros le pedimos que te invitara un día a cenar, pero insiste en
que no quiere hacerte pasar por eso. ¡Cómo si nuestra casa fuera un
infierno! -dijo Lucy. Después sonrió y asintió.- Menos mal que
pareces mejor que su otra novia. ¿Cómo se llamaba? Loreen, puede
ser... ¿La conoces?
-Sí, tengo ese placer... -dijo con un tono irónico, Olivia. Después
Lucy la agarró de las manos.
-¿Hasta qué horas trabajas?
-Hasta las ocho y media. -dijo Olivia.
-Pues perfecto. Cuando termines sube a nuestra casa, que te invito a
cenar. Ya que Sebastian no lo hace, lo hago yo. -dijo Lucy. Olivia no
podía negarse, así que sonrió nerviosa y asintió.- No se lo digas
a él, quiero que sea una sorpresa.
-Vale.
-Hasta luego, cariño. -dijo Lucy. Salió de la casa de los Buker y
Olivia se tapó la cara con las manos.
Cara se va a llevar una gran sorpresa
ResponderEliminar