-¡Odio mi
trabajo! -le gritó Olivia a India por el teléfono. Estaba en el
ascensor de la casa de Anthony y Phoebe. Salía de su tercera tarde
de trabajo.- Hugo ni siquiera se quería duchar...
-Liv, te
avisé. Los niños son insoportables. -le dijo India. Ella llegaba a
casa de sus clases de francés.
-No esperé
que fuera para tanto. Y la niña no para de llorar y, aun encima, su
hermano no para de molestarla... -se quejó Olivia. Salió del
ascensor y salió del edificio.- Bueno, me voy a casa, que todavía
tengo que estudiar cuando llegue. Mañana hablamos. -cortó la
llamada y guardó el móvil en el bolsillo trasero de su pantalón.
Justo cuando salió a la calle vio a quien no deseaba ver.
Era
Sebastian Lawer. Bajaba de su moto y sacaba su casco. Era rubio y
ojos azules, estereotipo. No estaba muy fuerte, pero tampoco estaba
mal. Sebastian Lawer y Olivia se conocían desde la infancia, siempre
fueron en clase juntos. Y nunca se soportaron. Pero, en una fiesta de
verano, los dos estuvieron juntos. Desde aquella la relación cambió
del odio a evitarse uno al otro. Pero, últimamente, Sebastian tenía
mucho interés en hablar con ella, aun que ella siempre se negaba.
En cuanto lo
vio, cambió de dirección, apresurada. Pero era demasiado tarde. Él
la había visto y corrió hacia ella. Le cogió del brazo e hizo que
lo mirara.
-Olivia,
tenemos que hablar. -dijo Sebastian.
-No, yo
tengo que ir a casa. -dijo ella, insistiendo en seguir caminando.
-Hablamos y
después te llevo a casa, tengo otro casco más. -dijo él, señalando
la moto.
-¿De qué
quieres hablar? -preguntó ella, resignada y algo enfadada.
-De lo que
pasó en aquella fiesta.
-Sebastian,
pasó hace seis meses. ¿Para qué quieres hablar de eso ahora?
Prometimos no contárselo a nadie y olvidarlo. -dijo Olivia, cansada
del tema.
-¿Por qué
no volvemos a empezar? ¿De cero? Esta situación es muy incómoda.
No podemos seguir evitándonos cuando nos tenemos que ver a diario en
el instituto. -dijo él.
-¿Sabes?
Haremos una cosa. Yo finjo no conocerte y tú haces lo mismo conmigo.
-dijo Olivia.
-Al menos
deja que te lleve a casa. -insistió él.
-No, no me
gustan las motos.
Finalmente
él la soltó y Olivia pudo seguir caminando.
-Esto no
quedará así, Brull. -le dijo Sebastian, mientras ella se iba.
Olivia lo ignoró y siguió su camino hasta casa.
Era sábado
y las chicas habían quedado en hacer lo que más les gustaba. Iban a
ir al cine. ¿La película? Daba igual. En Bezos no había cine, por
lo tanto, cogerían un tren directo a la ciudad. Desde por la mañana,
bien temprano. Quedaron en la estación. La que primero llegó fue
Olivia, como siempre. India era la tardona.
-¡Ya estoy
aquí! -gritó India en cuanto vio a su amiga en la puerta de la
estación.- Siento la tardanza.
-Siempre
tarde, India... -se quejó Olivia.
-Más vale
tarde que nunca. -dijo India, tirando de su amiga.
Cogieron el
tren de milagro, estaba a punto de partir. Estuvieron media hora, en
el tren. Aprovecharon y grabaron un par de vídeos. Explicaron donde
estaban y a dónde iban. Olivia lo tenía en el móvil, cuando
llegara a casa lo subiría al blog. Cuando llegaron a la ciudad se
grabaron caminando por las calles abarrotadas de gente corriendo. A
la hora de comer se acercaron a una hamburguesería y comieron en
paz. La comida basura era otra de sus pasiones. India llevaba un rato
entretenida con el móvil y Olivia le llamó la atención.
-¿Con quién
hablas? -preguntó Olivia.
-Con Austin.
Es un amor. -dijo India.
-¿Con
Austin?
-Sí, me dio
su número el lunes en Buker's y...
-Sí, estaba
contigo. -dijo Olivia. India pensó y asintió. Chica de mala
memoria.
-Bueno, pues
quedé con él un par de días más y no paramos de hablar. -dijo
India emocionada.
-¿En serio?
-preguntó Olivia, sorprendida.- Seguro que él quiere una relación
y yo a ti no te veo con una relación....
-¿Por qué?
-preguntó India, ofendida.
-India, ¿tú
te conoces? -le preguntó Olivia, las dos se rieron.
Después de
comer la comida basura, las dos se dirigieron al cine, a ver alguna
película. Se decidieron por una comedia romántica. India, llorona
profesional en todo tipo de películas; y Olivia, incapaz de llorar
en el 99% de las películas. Salieron de la sala y Olivia le dio un
pañuelo de papel a su amiga. Olivia, en el trayecto de vuelta a
Bezos, le contó a India lo ocurrido con Sebastian la noche anterior.
-A ver, a
ver... -dijo India, interrumpiendo a su amiga.- ¿Me estás diciendo
que besaste a Sebastian Lawer en verano y no me dijiste nada hasta el
momento? -Olivia asintió. Su amiga le golpeó la pierna.- ¡Eso se
cuenta! Sebastian no es nada de lo que avergonzarse.
-Para mi sí.
Yo lo odio desde la infancia. -dijo Olivia, frotándose la rodilla.
-Ya sabes lo
que dicen: Del odio al amor tan solo hay un paso. -dijo India.
-Es al
revés. Del amor al odio tan solo hay un paso. -la corrigió Olivia.
India casi la fulmina con la mirada, no soportaba que la corrigieran.
Cuando
llegaron a Bezos las dos se fueron a casa de Olivia, India era la
invitada esa noche. Subieron los videos que grabaron durante el día
y se fueron a la cama.
me encanta la relacion de amistad que tienen olivia con india
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