-Bueno, Hugo
es un poco rebelde, pero si te tiene un poco de miedo se portará
bien. -le dijo Anthony a Olivia.
Olivia
acababa de llegar a casa de los Buker y Anthony le estaba enseñando
la casa. Llegaron al salón y se encontraron con un niño de tres
años jugando con unos coches de juguete en el suelo. Era Hugo, el
hijo de Anthony y Phoebe. La pareja tenía otra hija también, se
llamaba Lydia. Ella tan solo tenía seis meses.
-¿Tiene que
tenerme miedo para portarse bien? -preguntó Olivia.
-Eso creo.
Le tiene bastante miedo a Phoebe y siempre le hace caso. -explicó
Anthony, recogiendo algunos juguetes.- ¿Sabes cocinar?
-Sí, más o
menos. -dijo Olivia.
-¿Sabrás
hacerle unos espaguetis para cenar? -preguntó Anthony.
-¡Claro!
-Perfecto.
Phoebe volverá a las ocho y media. Hugo a las ocho a la cama. -le
recordó Anthony a su hijo.
-Sí, sí...
-dijo el pequeño, sin hacerle mucho caso. Anthony le dio un beso en
la cabeza a Hugo y se fue a trabajar.
-Bueno,
Hugo. -dijo Olivia, sentándose en el sillón.- Yo me llamo Liv.
-¿Liv? Eso
no es un nombre. -dijo el niño sin mirarla.
-Bueno, me
llamo Olivia, pero todo el mundo me llama Liv. -explicó ella.
-Vale, Lim.
-dijo Hugo.
-Es Liv, no
Lim. -lo corrigió Olivia. Pero el niño ni siquiera le contestó.
Olivia bufó y el llanto de la bebé se escuchó.- Voy a ver a tu
hermana, ¿sí?
Hugo no le
contestó, pero Olivia se levantó y fue hasta la habitación de
Lydia. Cogió a la pequeña y la balanceó para que dejara de llorar,
pero no funcionó. Así que fue a la cocina, con ella en brazos, a
prepararle un biberón. Lo estaba calentando a baño maría cuando se
escuchó la televisión a todo volumen.
-¡Hugo baja
el volumen! -gritó desde la cocina.
-¡No!
-gritó Hugo. El sonido de la televisión retumbaba por toda la casa
a coro con los llantos de Lydia. Olivia bufó y respiró
profundamente.
India entró
en el Buker's, aquella cafetería para universitarios. Sonrió al ver
a Austin sentado en una mesa. Parecía que estaba estudiando, pero
también la estaba esperando. India se sentó a su lado y él notó
su presencia.
-¿Molesto?
-preguntó India.
-Si
molestaras no te pediría que vinieras. -dijo Austin, guardando sus
cosas de la universidad.- ¿Me puedes explicar que hacías ayer aquí?
Es una cafetería para universitarios, no para adolescentes.
-Discúlpame,
universitario... -dijo India. Los dos se rieron.- Solemos venir aquí.
-¿Tú y tu
amiga, la del otro día? -preguntó Austin.
-Sí,
Olivia. -dijo India.
-¿Algo para
tomar? -preguntó Phoebe.
-Un te.
-dijo India.
-Un
capuchino. -pidió Austin. Phoebe se fue a prepararles las bebidas y
Austin la miró sonriente.- ¿Un te?
-Soy una
chica muy sana. -dijo India.
-¿Qué más
cosas debería saber de ti? -preguntó él, intrigado.
-No se, ¿qué
tipo quieres saber? -preguntó India.
-¿Por qué
tú y Olivia tenéis ese blog? -la pregunta desconcertó a India.
Elevó los hombros e hizo una mueca de no saber.
-La verdad
no lo se. Lo hicimos un día, como cualquier otra tontería.
Llevábamos meses grabando vídeos simplemente por diversión. Era
gracioso vernos hacer el tonto esa misma noche. -explicó India.
-¿Y de
repente se os ocurrió crear el blog? -preguntó Austin.
-No. La
verdad tiene una pequeña historia detrás...
-Adelante.
-dijo Austin.- Si quieres claro. -añadió al final.
-La noche en
la que se murió mi abuelo, me tumbé en la cama y me puse a ver los
vídeos. Eran cosas tan tontas que me reía de mi misma. Mi hermana
pequeña me escuchó reír y vino a ver que estaba haciendo. Le
enseñé los vídeos y por un momento las dos nos olvidamos de todo y
disfrutamos de las tonterías juntas. Y entonces, me di cuenta de que
eso le podría pasar a otras personas cuando nos vieran. Unas semanas
después se lo propuse a Olivia y probamos.
-Y ahora os
conoce mucha gente... -dijo Austin, sorprendido.
-¿Y tú
cómo sabías de la existencia de ese blog? -preguntó Olvia.
-Yo también
tengo una hermana pequeña... -dijo él, como si fuera un secreto.
India se rió y el café y el té llegaron.
-¿Alguna
pregunta más? -preguntó India.
-¿Por qué
rojo? -preguntó Asutin, después añadió.- Digo, los labios. ¿Por
qué los labios rojos?
-Eso viene
de antes. Tanto Olivia como yo llevamos los labios en rojo siempre
que podemos y decidimos que era algo insignificante que nos unía,
algo que sonaba bien como título. -explicó India.
-Interesante.
-Ahora me
toca a mi. -dijo India, incorporándose.- ¿Qué estudias?
-Medicina.
-dijo él. India se sorprendió.
-Médico...
Suena bien... -dijo con una sonrisa.
Me encanta austin ;) es un travieso hugo
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