viernes, 9 de enero de 2015

XLVII.

Era 30 de marzo, sábado. Duendes Verdes jugaba esa misma tarde. Era el primer partido que jugaba Lola, después de lesionarse. Ella estaba ansiosa, pero la presión en el resto del equipo era una de las principales sensaciones. No podían perder más, si perdían entrarían en fase de descenso. Ese sábado por la tarde, Lola y su padre fueron los primeros en llegar, pero algunos jugadores empezaron a llegar en seguida.

-Entrenador, ¿qué es eso de que hay una actuación en el descanso? -le preguntó Robert, cuando llegó. Por todo Bugle estaban pegados anuncios de una actuación en el descanso del partido de los Duendes Verdes.

-Sí, el instituto contrató a una banda de música para que canten durante el descanso, así más gente nos vendrá a animar. -explicó George.

Todos sus jugadores llegaron a la hora y estaban casi listos para empezar a calentar. Inés le estaba haciendo la trenza en el pelo a Lola. Mason estaba preparando su mesa como comentarista y las animadoras ya estaban en una esquina del campo. Cuando Lola e Inés estuvieron listas todo el equipo empezó a calentar.

-Mason, tienes que presentar a este grupo en el descanso. -le dijo el señor Payne, profesor de filosofía de Duendes Verdes.

-¿Ahora también vienen a tocar grupos? -preguntó Mason.

-Sí, el instituto intenta que más gente venga a ver al equipo de Duendes Verdes. Cree que así también más gente irá a ver al equipo de los mayores, pero son demasiado malos para ofrecer un espectáculo. -explicó el Señor Payne. Mason se quedó pensando en como echaba de menos el baloncesto. Después miró el equipo de Duendes Verdes y los vio disfrutar calentando. Suspiró siguió preparando el equipo de audio.

El partido iba a empezar y los jugadores de ambos equipos volvieron a los vestuarios, Mason iba a presentarlos. Tenía una ayudante, se llamaba Quinn. Primero presentó al equipo visitante y después, se dispuso a presentar a Duendes Verdes.

-Nos queda un equipo que presentar... -le dijo Quinn a Mason, por el micrófono.

-Por supuesto. Quinn, ¿sabes cómo llaman a este equipo? -le preguntó Mason.

-No tengo ni idea.

-Ellos se llaman Duendes Verdes, pero los llaman “Cazadores de duendes” -dijo Mason. Y así nació el apodo con el que todos conocerían a los jóvenes de Bugle en un futuro.- Ellos son: Lola forbes con el número 4.

-Cosmo Willer, con el cinco.

-Thomas Hale, con el seis. -a medida que Mason y Quinn los presentaban, los jugadores salían del túnel del vestuarios.

-Caleb Smith el número siete.

-Kevin Halder, el número ocho.

-Richard Duff, el nueve.

-Jerry Wesley el diez.

-Logan Benson, el once.

-Inés Fernández el doce.

-Roberto Burton, el trece.

-Y Ryder Johnson, el catorce. -dijo Mason, finalizando la lista de jugadores de Duendes Verdes.- Queremos recordar que durante el descanso del partido tendremos la actuación de Love is the way.

El partido empezó con los chicos de Bugle controlando la situación. En la pista, Thomas, Ryder, Richard, Kevin y Logan, tenían la situación bajo control, aunque el contrario estuviera siempre muy cerca. A mitad del cuarto, George decidió cambiar de pista a algunos de sus jugadores. Inés y Lola iban a salir. Thomas y Ryder iban a ir al banquillo. Cuando el cambio se produjo, Inés y Thomas chocaron sus dos manos, y Lola y Ryder se abrazaron.

-El quince no sabe botar con la izquierda. -le susurró Ryder a Lola.

Ésta asintió y salió al campo. Inés y Lola chocaron sus manos y empezaron a jugar. Al público les encantaba cuando las dos chicas salían al campo, ya que los contrarios no sabían como hacer para pararlas. Tenían miedo de tocar el algún lugar prohibido, o hacerles daño... Inés y Lola se aprovechaban de eso.

-Y como siempre las chicas de Bugle manejan la situación... -comentó Quinn por el micrófono.

El descanso llegó con Bugle tres puntos por encima. Pero ningún grupo había llegado, allí no había nadie. El grupo no llegaba y el público se impancientaba.

-Mason, por favor, anuncia que la actuación no se producirá. -le pidió el Señor Payne.

-¿Qué?

-No hay quién cante. -dijo el profesor.- A menos que tú conozcas a alguien que cante... -la luz en la cabeza de Mason se hizo.

-Sí, espere un momento.

Mason salió de detrás de su mesa y se acercó a la esquina de las animadoras. Los dos equipos de animadoras estaban allí. Se acercó al equipo de su hermana y buscó a ésta.

-Bella, tengo una gran oportunidad para ti. Tienes que cantar. -le dijo a Isabella.

-¿Qué? ¿Te volviste loco? -le preguntó Isabella.

-Vamos, Bella. Te escuché cantar y no tienes nada de lo que avergonzarte. La banda nos dejó tirados y necesitamos que alguien cante. -explicó Mason.

-¿Por qué yo?

-Porque es en quién más confío. Tienes que hacerlo, por favor. -le dijo Mason.

-Vamos, Bella. Hazlo. -le dijo Grace.

-Sí, hazlo Bella. Así todos nos podemos reír... -le dijo Rachel. Después se rió con Meredith. Isabella la miró mal y después miró a su hermano.

-Start me up, de los Rolling Stones. -le dijo Isabella a Mason. Éste sonrió corrió a la mesa de audio. Le pidió a Quinn que buscara la canción y él se acercó al micrófono.

-Señores y señoras, Love is the way no pudo estar aquí hoy. -las quejas del público se escucharon mientras Mason decía eso.- Pero seguimos teniendo una sorpresa. Una de las chicas del instituto de Duendes Verdes, cantará. Es la capitana del equipo de animadoras y se llama Isabella Flint.

Justo en ese momento, los dos equipo volvían a salir de los vestuarios. Todos aplaudieron cuando Isabella se paró delante del micrófono, le hizo una seña a su hermano y éste puso la música.

-No sabía que Isabella cantara. -dijo Lola, mientras Bella cantaba la canción de su grupo favorito.

-Yo pensé que solo lo hacía en la ducha. -dijo Inés sorprendida.

Cuando Isabella terminó de cantar todo el público se levantó a aplaudir. Ella sonrió, saludó y volvió con su equipo de animadoras. El partido volvió. Duendes Verdes siguió por encima siempre. Y al final se produjo la victoria. Los Cazadores de duendes celebraron la victoria. Se ducharon y se fueron a sus casas. Menos, Ryder que esperó a Lola. Cuando ésta salió se agarraron de la mano e iban a salir pero George los sorprendió saliendo de su despacho.

Ryder! -le gritó George. Ryder y Lola se giraron sorprendidos y lo miraron.- No la lleves muy tarde a casa. -le dijo George. Lola le sonrió y Ryder contestó.


-Está bien.

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