-Oye, ¿dónde está Lola? -preguntó Inés, saliendo
del instituto con Isabella. Ésta elevó los dos hombros.
-¡Inés! -le gritó Mason, apoyado en el capó de su
coche. Ella le sonrió y miró a Isabella.
-¿Tú no vienes? -le preguntó Inés a Bella.
-No, me voy con Owen. Además, seguro que en una fecha
tan señalada queréis algo de intimidad... -dijo Isabella, riéndose.
Inés le echó la lengua y se fue con Mason. Lo saludó con un beso.
-Ven, vamos. -dijo abriéndole la puerta del coche. En
cuanto el coche de Mason Flint salió del instituto, Claire y Grace
corrieron hacia Isabella.
-¿Vamos? -preguntó Grace. Isabella asintió y las tres
se fueron en el coche de Julian, con él y Owen, a casa de los Flint
a preparar la fiesta.
-¿Tus padres nos dejan hacer la fiesta? -preguntó
Julian, en el coche.
-Ellos piensan que haremos una pequeña reunión con
amigos... -dijo Isabella, en el asiento del copiloto.
-¿Y cómo vas a evitar que vean la fiesta cuando
lleguen a tu casa? -preguntó Claire, sorprendida.
-Se fueron con Arianna a Nueva York, a una competición
de ballet. No volverán hasta el domingo por la noche, fecha a la que
tengo pensado tener todo en perfectas condiciones. -explicó
Isabella.
-¿A dónde vamos, Mason? -le preguntó Inés, cuando
notó que no seguían la ruta habitual hacia su casa.
-A dar un paseo, como regalo de cumpleaños. -dijo
Mason, sonriendo.- Vamos al centro, al parque.
Los dos se fueron al parque central de Bugle. Allí se
sentaron en un banco y estuvieron besándose un buen rato. Mientras,
en casa de los Flint...
-¿Dónde os habíais metido? -les preguntó Isabella a
Lola y Ryder, cuando llegaron a su casa.
-Nos entretuvimos un poco... -dijo Ryder.
-¿Trajisteis la música? -les preguntó Owen. Lola le
dio la música y se fue con Isabella a preparar el decorado.- ¿Os
estuvisteis acostando, verdad? -le dijo Owen con una sonrisa a Ryder.
Éste sonrió y ambos chocaron sus manos.
-Nos vamos a cambiar, seguid hinchando globos. -dijo
Isabella, subiendo a su cuarto en compañía de Claire, Grace y Lola.
Las cuatro se vistieron para la fiesta, se maquillaron y
se peinaron. Cuando volvieron al salón ya casi estaba todo listo.
Prepararon un par de cosas más y los invitados empezaron a llegar.
Todos llevaban regalos, Lola e Isabella los dejaron en el cuarto de
Inés. Isabella miró la hora en el reloj que estaba colgado en la
pared de la cocina. Era casi la hora.
-¡Chicos, ya es casi la hora! Vamos a apagar las luces.
-dijo gritando. Todos se escondieron.- Grace, vamos a vigilar por la
ventana.
Apagaron las luces y todos estaban en sus puestos.
Cuando el coche de Mason llegó a su casa, Grace e Isabella avisaron
al resto. “Ahí vienen, ahí vienen”. Se escuchó el
sonido de las llaves entrar en la puerta, como giraban sobre ésta y
como se abría. Cuando Inés dio dos pasos todos salieron de sus
escondites al tiempo que encendían las luces.
-¡Sorpresa! -gritaron a coro. Inés les sonrió a todos
y después miró a Mason.- Cumpleaños feliz, cumpleaños feliz, te
deseamos todos, cumpleaños feliz... -cantaron. Entonces, la música
empezó a sonar otra vez e Inés empezó a saludar a la gente.
-Gracias por venir... -les decía a un grupo de su clase
de matemáticas. Entonces, se topó con Lola.- Gracias, amiga. -dijo
abrazándola.
-De nada. ¿Cómo estás?
-Emocionada. -dijo Inés sonriente.- ¿Por qué no me
acompañas mientras me voy a cambiar? -le propuso.
Lola subió con ella a su cuarto y la acompañó
mientras se ponía una camisa blanca con lunares negros y una falda
negra con estampado blanco. Mientras, Lola le contó su experiencia
con la madre de Ryder.las dos volvieron a la fiesta. Muchos de los
adolescentes habían avisado en sus casas para que no los esperaran y
Ryder intentaba hacer lo mismo.
-Mamá, que me quedo a dormir... -le repetía Ryder por
teléfono, sentado en las escaleras de la puerta de los Flint.- Todos
nos vamos a quedar... -Mason justo iba al coche a coger la chaqueta
que se había olvidado allí y, al escuchar la conversación, intentó
ayudar.
-Déjame hablar con ella. -le dijo a Ryder. Ryder le
dejó el teléfono y Mason lo pegó a su oreja.- Loreen, soy Mason.
Sí, Mason Flint. Por favor, deja a Ryder quedarse a dormir. ¿Qué
por qué? Porque Cosmo, Logan y Thomas también se quedan. -esperó
unos segundos la respuesta de la mujer, sonrió y añadió.- Sí, es
genial tener a los amigos de vuelta. Te paso con tu hijo de nuevo.
Mason le devolvió el teléfono y fue hasta el coche.
Loreen, había cedido a la petición de su hijo. Cuando Mason volvía
a entrar en la casa, Ryder lo paró.
-Gracias, otra vez. -le dijo Ryder. Los dos chocaron sus
manos derechas.
-De nada. Pero lo hago por Inés. -dijo Mason. Ryder
asintió. Cuando Mason estaba volviendo a entrar, Ryder volvió a
hablar.
-Perdón. -dijo Ryder, sin mirarlo. Mason tampoco se
giró, simplemente sonrió y siguió caminando. Ryder volvió a
entrar en la casa también y la fiesta continuó.
La fiesta continuó hasta alta horas de la madrugada.
Incluso sacaron la tarta con diecisiete velas e Inés las sopló.
Comieron tarta y todo lo que Isabella había preparado para la
fiesta. Pero los adolescentes empezaron a volver a sus casas o a
quedarse dormidos por las esquinas. Casi todos estaban dormidos,
menos Lola, que estaba con un vaso rojo en la mano y sentada sobre
una mesa.
-Lola... -dijo Julian, sentándose a su lado.- Parece
que nos quedamos solos. -dijo medio riendo.
-Sí, somos los que más aguantamos de todos... -dijo
Lola, riéndose.
-Oye, siento no haber estado contigo últimamente. Se
que lo pasaste mal con lo de tu hombro y yo... -dijo Julian. Pero
Lola lo interrumpió.
-Julian, todos tuvimos lo nuestro. -dijo Lola.- Tú
perdiste a dos amigos, no te disculpes.
-Ya, pero tampoco es motivo para ser egoísta. Y tú
también estabas en aquella biblioteca conmigo. Todos lo pasamos mal.
-dijo Julian. Un silencio se hizo.- Pero, ¿sabes? Creo que por lo
menos sirvió para algo.
-¿A qué te refieres? -le preguntó Lola mirándolo.
-A que sirvió para que las peleas entre el equipo se
terminaran. -explicó Julian.- Parece mentira que tuviera que pasar
algo así para que volviéramos a ser un equipo.
-Ya sabes lo que dicen los viejos: No hay bien que por
mal no venga. -recitó Lola. Los dos se rieron.- ¿Sabes? El tiroteo
también sirvió para unir de nuevo a Ryder y a Mason.
-¿Sí? Yo pensé que eso ya no tenía arreglo. -dijo
Julian. Los dos se volvieron a reír.
-Sí, de alguna sorprendente manera los dos se están
volviendo a acercar...
-¿Te apetece ver el amanecer? En apenas media hora el
sol saldrá. -propuso Julian. Lola asintió y los dos se sentaron en
un sillón enfrente de la ventana. Pero antes de que el sol saliera
los dos se quedaron dormidos.

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