XXXI.

-¡Ya llega la Navidad! ¡Ya llega la Navidad! -gritaba Arianna por toda la casa.

-¡Arianna no grites! -gritó Mason, desde su habitación.

-¡Mason cállate! -gritó Isabella.

Inés escuchaba los gritos de los hermanos desde su habitación. Se rió, siempre estaban peleando. Se puso de rodillas delante de la maleta y dobló una camisa para después guardarla en la maleta. Mason entró en su habitación bufando.

-Odio a mis hermanas. -se quejó éste.

-Yo echo de menos a las mías. -dijo Inés, riéndose.

-Mira el lado bueno, ya las vas a ver. -dijo Mason. Las vacaciones de Navidad habían llegado e Inés volvía a su casa de visita. Serían dos semanas en España.

-Sí... -dijo sonriendo Inés.

-¿Te ayudo con algo? -propuso Mason.

-No, gracias. Casi no llevo nada. Tan solo regalos para mi familia. Todavía tengo ropa allí y voy aprovechar para traerla. -dijo Inés.

-Bueno, entonces iré a ayudar a mi madre con la comida. -dijo Mason.

Inés estuvo metiendo lo imprescindible en su pequeña maleta. Pero el timbre sonó cuando estaba cerrando ya su bolsa. Mason fue a abrir.

-¡Mason! -dijo Cosmo, cuando éste abrió la puerta. Estaba todo el equipo allí.

-¿Venís a ver a Inés? -preguntó sonriendo.

-Sí, nos queremos despedir y desearle un feliz año y feliz navidad. -explicó Lola.

-Vamos, pasad. -dijo Mason, dejando la puerta libre.

-No, no, esperamos aquí. -dijo Thomas.

-¡Por favor! -gritó escandalizada Adela.- ¿Cómo os vais a quedar ahí? Estamos en diciembre y hace mucho frío. Vamos, pasad.

-Por supuesto, señora Flint. -dijo Logan, que ya la conocía de sobra. Thomas, Logan y Cosmo, al entrar, besaron la mejilla de Adela.

-Arianna, ve a llamar a Inés. -le dijo Mason.

-Vale. -la niña subió corriendo las escaleras y cuando llegó a la habitación de Inés gritó.- ¡Inés, tus novios están abajo!

Todo el equipo, que había escuchado a Arianna, se rió. Inés bajó preguntando a quién se refería, al ver a su equipo sonrió.

-¿Qué hacéis aquí? -preguntó Inés.

-Venimos a despedirnos. -dijo Caleb.

-Solo me voy dos semanas, chicos. -dijo Inés, abrazando a Kevin y después a Robert.

-Lo sabemos, pero serán dos largas semanas. -dijo Lola. Las dos se abrazaron.

-No serán tan largas. Entre Navidad y Fin de año, en cuanto os deis cuenta ya estoy de vuelta. -dijo Inés. Entonces, en pijama y sin peinar, bajó Isabella.

-Inés, ¿a qué hora sale tu avión? -preguntó sin mirar al resto del equipo, cuando se dio cuenta de que estaban todos los chicos se tapó la cabeza con la mano y se dio la vuelta.- Que vergüenza. ¡Mason! ¿Por qué no me avisas de que hay gente en casa? -le dijo Isabella, enfadada. Todos se rieron.

-¿La culpa es mía? No me lo puedo creer... -dijo Mason.

-Sí, la culpa es tuya. -le dijo Isabella.

-No te preocupes, Bella. Después de ver a mi madre con los rulos y una cosa verde en la cara no me asusto de nada. -dijo Cosmo. Todos se rieron.

Los chicos se despidieron de Inés y se fueron yendo poco a poco. Los primeros en irse fueron Richard, Robert y Kevin. Después Caleb y Jerry. Entonces, se quedaron Ryder, Cosmo, Logan, Thomas y Lola.

-Yo me voy, Inés. -dijo Ryder, levantándose. Mason estaba también con ellos y él no estaba cómodo.

-Bueno, te acompaño hasta la puerta. -dijo Inés. Lo acompañó y allí se abrazaron.

-Por cierto, tengo que contarte algo que pasó el día que fuimos a Tuinod. -dijo Ryder, antes de irse, parados en la puerta.

-¿Qué pasó? -preguntó Inés.

-Sarah te vio abrazando a Mason y piensa que estáis juntos. -dijo Ryder, sonriendo.- Y eso hizo que me diera cuenta que no merece la pena.

-Me alegro mucho. -dijo Inés, acariciándole la mejilla.

-Pero que sepas que puede hacer cualquier cosa con tal de conseguir a Mason, ten cuidado.

-Ryder, juego al baloncesto en un equipo de chicos. ¿Crees que una animadora me da miedo? -preguntó ella, riéndose.

-Nos vemos, Inés. Necesito a alguien que me haga competencia en el Eliminador. -dijo Ryder. Besó su mejilla y se fue.

Inés volvió a la casa y se despidió de Cosmo, Logan, Thomas y Lola. Su avión despegaría en tres horas y tenía que irse al aeropuerto. Mason, Bella y Arianna la acompañaron. Cuando tuvo que embarcar llegó el momento de despedirse.

-Adiós, Inés. -dijo Arianna, abrazándola.- ¿Volverás?

-Claro, en dos semanas, pequeña. -dijo Inés, dándole un beso en la mejilla.

-Vale. -dijo Arianna con una sonrisa. Mason se acercó y la abrazó.

-¿Me vas a dejar solo con ellas dos durante dos semanas? -le preguntó antes de separarse.

-Sobrevivirás. -dijo Inés, riéndose.

-Eso espero. Pásalo bien. -le dijo antes de darle un beso en la mejilla.

-Tú también. -dijo Inés. Entonces llegó el turno de Isabella, que la abrazó muy fuerte.- Bella me voy dos semanas, voy a volver. -dijo Inés sorprendida.

-Te voy a echar de menos. -dijo Isabella. Inés se rió y la abrazó fuerte, también.

Pero llamaron a todos los pasajeros con destino Madrid embarcar. Ella le sonrió les lanzó unos besos y subió al avión emocionada.