XLI.

-Hola, colega. -le dijo Caleb a Lola cuando entró en su habitación. Iba acompañado por Robert.

-Chicos, ¿qué hacéis aquí? -preguntó Lola sorprendida y sonriente.

-Te venimos a visitar. -dijo Caleb. Los dos abrazaron a Lola y besaron su cabeza.

-Supongo que Inés ya pasó por aquí. -dijo Robert riendo y agarrando la trenza de su amiga.

-Sí, estuvo hoy, bien temprano. -dijo Lola.

-Bueno, no somos los únicos que estamos aquí. El resto del equipo está fuera, pero no nos dejan entrar a todos a la vez. -explicó Caleb.

-Por eso ya nos vamos. Nos vemos pronto. -dijo Robert.

-Mañana ya puedo ir a clase. -dijo feliz Lola. Robert y Caleb se miraron preocupados.- ¿Qué pasa?

-Nada, nos vemos, Lola.

El resto del equipo fue entrando por parejas. Cosmo y Logan, Thomas y Jerry, Richard y Kevin y, por último, Ryder.

-Hola, Lola. -dijo dejando un peluche encima de la mesa. Era un duende, un duende verde.- ¿Cómo estás? -le preguntó antes de darle un beso.

-Mejor, con más energía que ayer. -dijo con una sonrisa en la cara, pero en seguida se puso seria.- ¿Qué es lo que sabéis de lo de ayer? -Ryder evitó su mirada mirando al suelo.- Ryder...

-Murieron tres chicos, Lola. -dijo Ryder con dificultad.- Nathan, Alex y Jake, de último año. -Lola se tapó la boca con la mano y sus ojos se inundaron de lágrimas. No eran sus amigos, pero sabía quiénes eran.

-¿Y qué más?

-Hay otra chica herida. Ella tiene una pierna rota.

-¿Cómo se llama? -preguntó Lola, secándose las lágrimas.

-Olivia Parton. -dijo Ryder. Ella iba con Lola a clase de geografía.

-¿En qué hospital está? -preguntó Lola.

-En este. Está aquí.

-¿La fuiste a ver?

-No, mucha gente está esperando para verla en la sala de espera.

-¿Pasó algo más? -preguntó Lola.

-Suspendieron las clases durante esta semana. Pero el viernes se hará una ceremonia en el pabellón en honor a las víctimas. Además, esa misma tarde se celebrarán sus funerales. -explicó Ryder. Lola respiró profundamente, controlando sus sentimientos.- ¿Estás bien? -le preguntó Ryder, tocándole el hombro bueno.

-Sí...

-¿Qué te dijeron sobre el hombro? -le preguntó Ryder.

-Nada, lo tengo dislocado y me pusieron ocho puntos. No tendrás una escolta con la que competir durante un mes y medio.

-¿Irás a casa esta noche?

-Sí, en unas horas me puedo ir. Mis padres fueron a por ropa a casa. -dijo ella.

-Bueno, entonces mañana te voy a visitar. -dijo Ryder.

Se besaron y él se fue. Lola se quedó un rato escuchando música en su habitación. No se sentía bien, no dejaba de pensar en las tres vidas que se habían ido en el día anterior. Intentó distraerse con las canciones más animadas que encontró, pero no lo conseguía. Así que, se puso su bata y salió de su habitación. Caminó despacio, sin hacer mucho ruido. Se encontró con varios enfermos y enfermeros, pero después encontró a quién quería encontrar.

-Hola... -dijo en voz muy baja cuando encontró a Olivia Parton. Estaba tumbada en su cama con la pierna en alto.

-Hola.

-¿Eres Olivia Parton, no? -preguntó Lola. Ella asintió.

-¿Y tú, Lola Forbes? -Lola asintió.

-¿Cómo estás? -preguntó Lola.

-Como puedo, ¿tú?

-He estado todo el día mintiéndoles a mis amigos y a mi familia. Todos me preguntan cómo estoy y yo digo que bien, pero no lo estoy. -confesó ella.

-¿Te has enterado de todo? -preguntó Olivia. Lola asintió.- Pasa y cierra la puerta entonces. -pidió Olivia. Lola hizo eso y se sentó al lado de Olivia.- Mira Lola, pasaste mucho tiempo allí dentro y supongo que fue lo peor que te pasó en la vida.

-Sí... -dijo ella dejando escapar las lágrimas.

-Pero te aseguro que todo esto va a pasar.

-¿Cómo vamos a volver a esos pasillos, recordando que allí se perdieron tres vidas?

-¿Conocías a alguno? -preguntó Olivia sorbiéndose los mocos.

-No los conocía de verdad, pero sabía quiénes eran. -explicó Lola.

-Nathan era parte del grupo de audiovisuales. Jake y Alex eran parte del equipo de football. Yo los conocía porque eran amigos de mi ex. Eran grandes personas, con sus defectos como todos. -explicó Olivia.- Ahora ellos no están, pero nosotros sí. Y tenemos que seguir por ellos. Estará difícil, pero lo vamos a conseguir.

-¿Cómo puedes pensar así? -preguntó Lola.

-Yo esto lo se desde anoche y toda la noche pensando dio sus frutos. -dijo Olivia.

-Bueno, me tengo que ir. -dijo Lola, secándose las lágrimas.- Vuelvo a casa esta noche.

-Yo mañana.

-¿Nos vemos en clase de geografía? -le preguntó Lola. Tenía los ojos llorosos, la nariz roja y una sonrisa muy forzada en la cara.

-Por supuesto.