jueves, 23 de octubre de 2014

XXIV.

George Forbes llamó a su equipo al banquillo. Cuando Ryder caminaba hacia él hizo golpear su hombro contra el de Mason. Éste, cansado de todas las miradas que Ryder le había dedicado en lo que llevaban de noche, lo agarró del cuello de la camiseta y le habló muy desafiante.

-Mira, niñato. Ni tú quieres problemas hoy, ni yo quiero tenerlos. Tú equipo te necesita y me necesita a mi. Así que tengamos la fiesta en paz, porque no va a terminar bien para ninguno de los dos si seguimos así.

-Mason, Mason... -le dijo Inés, poniendo sus manos sobre el brazo con el que Mason agarraba a Ryder. Mason soltó a Ryder e Inés se quedó delante de él.- Te van a echar, por favor. -le pidió.

-Vale, vale... Pero avísale a él también. -dijo Mason señalándolo.

-Tranquilo, él no va a hacer nada más. -le prometió Inés. Después fue corriendo con el resto de su equipo.

-Ahora Mason Flint os va a presentar y el partido va a empezar. El quinteto titular serán Thomas, Ryder, Kevin, Richard y Logan. Vamos, a la de tres: Duendes Verdes. -dijo George, juntando sus manos con el resto del equipo.

Un, dos, tres! -gritó Cosmo.

Duendes Verdes! -gritó todo el equipo.

-Buenas noches a todos. Este noche se debutará el primer partido del equipo local: Duendes Verdes. -al decir esto Mason, todo el público gritó y aplaudió.- Estos son nuestros chicos: Lola Forbes con el cuatro a la espalda. Cosmo Willer con el cinco. Caleb Smith con el siete. Jerry Wesley con el diez. Inés Fernández con el doce. Roberto Burton con el trece. Y el quinteto inicial: Thomas Hale con el seis, Kevin Halder con el ocho, Richard Duff con el nueve, Logan Benson con el once y Ryder Johnson con el catorce.

Los chicos se reunieron en una fila delante del público y las manos a la espalda. Entonces el entrenador del otro equipo de acercó, enfadado, y le habló a George Forbes.

-¿Dos chicas? ¿Estás de broma? -le dijo amenazante.

-No, la federación dio su visto bueno. Aquí tienes sus licencias. -dijo dándole una hoja. Aquel hombre se tomó unos segundos para leer aquel papel y después se fue más enfadado todavía.

El árbitro pidió que todos los jugadores que no fueran a jugar salieran del campo. Así lo hicieron. Los quintetos iniciales fueron los únicos que estaban dentro del campo cuando el árbitro soltó el balón hacia arriba.

-¿Cómo estás? -le preguntó Cosmo a Inés.

-Un poco nerviosa. -confesó ella.

-Tú tranquila. -le dijo Cosmo, frotándole la espalda.

El primer cambio que George realizó fue el de Kevin por Roberto. Éstos chocaron sus manos cuando el cambio se produjo y Kevin se sentó en una esquina. Bebió y descansó con los codos sobre las rodillas.

-Forbes. -dijo George, llamando a su hija. Ésta se levantó rápido. Era raro que George llamara a alguien por su apellido, prefería utilizar sus nombres, pero con su hija siempre utilizaba el apellido.- Pide el cambio, Ryder necesita descansar.

Lola se acercó a la mesa y pidió el cambio. Segundos después, Inés hizo lo mismo. Las dos esperaban el cambio una al lado de la otra. El árbitro paró el partido y la mesa lo avisó de que tenía que hacer un cambio.

-Es nuestro momento. -dijo Lola.

-Sí, vamos allá. -dijo Inés.

Lola llamó a Ryder e Inés a Thomas. Cuando se cruzaron Inés y Thomas chocaron sus dos manos con una sonrisa, Lola y Ryder chocaron sus manos y se dieron un pequeño abrazo. Las dos chicas entraron corriendo a la pista y escucharon unos gritos de ánimo desde las gradas. Eran Claire y Grace. Ellas se sonrieron y se prepararon para jugar.

-Yo a la rubia. -dijo un chico del otro equipo, riéndose.- Yo la defiendo a ella. -repitió refiriéndose a Inés.

-Yo a la otra. -añadió otro, riéndose también.

Lola le guiñó un ojo a Inés, que acaba de recibir el balón. Inés se concentró y se puso a jugar. Lola empezó dándole una asistencia a Logan que terminó en canasta. Chocaron sus manos y siguieron jugando. El momento de Inés llegó cuando desafió al jugador al que estaba defendiendo a un uno contra uno. En cuanto dio dos botes, Inés le robó el balón. Corrió hacia el otro campo, le pasó a Lola que entró a canasta y encestó.

-Excelente robo de balón y asistencia de Inés Fernández. Bravo Lola Forbes por la canasta. -dijo Mason, desde la mesa del comentarista.

El otro equipo pidió tiempo muerto y los jóvenes corrieron hacia sus banquillos. George Forbes los dejó sentarse en el banquillo e hizo un par de cambios.

-Logan y Richard al banquillo, Cosmo y Jerry a la pista. -dijo George.- Está muy bien, chicos.

Les dio un par de indicaciones más y los chicos volvieron a la pista.

-Y dos cambios se produjeron en el banquillo de Duendes Verdes. Cosmo Willer y Jerry Wesley salen a la pista. -dijo Mason, por su micrófono.

Los chicos de Duendes Verdes continuaron jugando, al igual que sus rivales. Ellos no eran mejores, pero tampoco los chicos de Bugle estaban ganando por mucha diferencia. A la hora del descanso George los llevó al vestuario masculino y les habló, totalmente sobre la técnica.

La segunda parte fue parecida a la primera. George repartió bastante bien los segundos, todos jugaron más o menos lo mismo. Ese fue un detalle que no le gustó nada a Ryder, que pensaba que ese año iba a jugar treinta y nueve de los cuarenta minutos de partido.

El partido terminó con Duendes Verdes ganando de cinco puntos. Se pusieron en fila y fueron a saludar al contrario.

-Enhorabuena, chicas. -les dijo uno de los contrarios a Inés y a Lola, que iban una al lado de la otra.

-Felicidades y muy bien jugado. -les dijo otro de ellos.


-Sois mis ídolos. -les dijo uno señalándolas. Ellas se rieron y Thom, que también vio eso, se rió con ellas.

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