George Forbes llamó a su equipo al banquillo. Cuando
Ryder caminaba hacia él hizo golpear su hombro contra el de Mason.
Éste, cansado de todas las miradas que Ryder le había dedicado en
lo que llevaban de noche, lo agarró del cuello de la camiseta y le
habló muy desafiante.
-Mira, niñato. Ni tú quieres problemas hoy, ni yo
quiero tenerlos. Tú equipo te necesita y me necesita a mi. Así que
tengamos la fiesta en paz, porque no va a terminar bien para ninguno
de los dos si seguimos así.
-Mason, Mason... -le dijo Inés, poniendo sus manos
sobre el brazo con el que Mason agarraba a Ryder. Mason soltó a
Ryder e Inés se quedó delante de él.- Te van a echar, por favor.
-le pidió.
-Vale, vale... Pero avísale a él también. -dijo Mason
señalándolo.
-Tranquilo, él no va a hacer nada más. -le prometió
Inés. Después fue corriendo con el resto de su equipo.
-Ahora Mason Flint os va a presentar y el partido va a
empezar. El quinteto titular serán Thomas, Ryder, Kevin, Richard y
Logan. Vamos, a la de tres: Duendes Verdes. -dijo George, juntando
sus manos con el resto del equipo.
-¡Un, dos, tres! -gritó Cosmo.
-¡Duendes Verdes! -gritó todo el equipo.
-Buenas noches a todos. Este noche se debutará el
primer partido del equipo local: Duendes Verdes. -al decir esto
Mason, todo el público gritó y aplaudió.- Estos son nuestros
chicos: Lola Forbes con el cuatro a la espalda. Cosmo Willer con el
cinco. Caleb Smith con el siete. Jerry Wesley con el diez. Inés
Fernández con el doce. Roberto Burton con el trece. Y el quinteto
inicial: Thomas Hale con el seis, Kevin Halder con el ocho, Richard
Duff con el nueve, Logan Benson con el once y Ryder Johnson con el
catorce.
Los chicos se reunieron en una fila delante del público
y las manos a la espalda. Entonces el entrenador del otro equipo de
acercó, enfadado, y le habló a George Forbes.
-¿Dos chicas? ¿Estás de broma? -le dijo amenazante.
-No, la federación dio su visto bueno. Aquí tienes sus
licencias. -dijo dándole una hoja. Aquel hombre se tomó unos
segundos para leer aquel papel y después se fue más enfadado
todavía.
El árbitro pidió que todos los jugadores que no fueran
a jugar salieran del campo. Así lo hicieron. Los quintetos iniciales
fueron los únicos que estaban dentro del campo cuando el árbitro
soltó el balón hacia arriba.
-¿Cómo estás? -le preguntó Cosmo a Inés.
-Un poco nerviosa. -confesó ella.
-Tú tranquila. -le dijo Cosmo, frotándole la espalda.
El primer cambio que George realizó fue el de Kevin por
Roberto. Éstos chocaron sus manos cuando el cambio se produjo y
Kevin se sentó en una esquina. Bebió y descansó con los codos
sobre las rodillas.
-Forbes. -dijo George, llamando a su hija. Ésta se
levantó rápido. Era raro que George llamara a alguien por su
apellido, prefería utilizar sus nombres, pero con su hija siempre
utilizaba el apellido.- Pide el cambio, Ryder necesita descansar.
Lola se acercó a la mesa y pidió el cambio. Segundos
después, Inés hizo lo mismo. Las dos esperaban el cambio una al
lado de la otra. El árbitro paró el partido y la mesa lo avisó de
que tenía que hacer un cambio.
-Es nuestro momento. -dijo Lola.
-Sí, vamos allá. -dijo Inés.
Lola llamó a Ryder e Inés a Thomas. Cuando se cruzaron
Inés y Thomas chocaron sus dos manos con una sonrisa, Lola y Ryder
chocaron sus manos y se dieron un pequeño abrazo. Las dos chicas
entraron corriendo a la pista y escucharon unos gritos de ánimo
desde las gradas. Eran Claire y Grace. Ellas se sonrieron y se
prepararon para jugar.
-Yo a la rubia. -dijo un chico del otro equipo,
riéndose.- Yo la defiendo a ella. -repitió refiriéndose a Inés.
-Yo a la otra. -añadió otro, riéndose también.
Lola le guiñó un ojo a Inés, que acaba de recibir el
balón. Inés se concentró y se puso a jugar. Lola empezó dándole
una asistencia a Logan que terminó en canasta. Chocaron sus manos y
siguieron jugando. El momento de Inés llegó cuando desafió al
jugador al que estaba defendiendo a un uno contra uno. En cuanto dio
dos botes, Inés le robó el balón. Corrió hacia el otro campo, le
pasó a Lola que entró a canasta y encestó.
-Excelente robo de balón y asistencia de Inés
Fernández. Bravo Lola Forbes por la canasta. -dijo Mason, desde la
mesa del comentarista.
El otro equipo pidió tiempo muerto y los jóvenes
corrieron hacia sus banquillos. George Forbes los dejó sentarse en
el banquillo e hizo un par de cambios.
-Logan y Richard al banquillo, Cosmo y Jerry a la pista.
-dijo George.- Está muy bien, chicos.
Les dio un par de indicaciones más y los chicos
volvieron a la pista.
-Y dos cambios se produjeron en el banquillo de Duendes
Verdes. Cosmo Willer y Jerry Wesley salen a la pista. -dijo Mason,
por su micrófono.
Los chicos de Duendes Verdes continuaron jugando, al
igual que sus rivales. Ellos no eran mejores, pero tampoco los chicos
de Bugle estaban ganando por mucha diferencia. A la hora del descanso
George los llevó al vestuario masculino y les habló, totalmente
sobre la técnica.
La segunda parte fue parecida a la primera. George
repartió bastante bien los segundos, todos jugaron más o menos lo
mismo. Ese fue un detalle que no le gustó nada a Ryder, que pensaba
que ese año iba a jugar treinta y nueve de los cuarenta minutos de
partido.
El partido terminó con Duendes Verdes ganando de cinco
puntos. Se pusieron en fila y fueron a saludar al contrario.
-Enhorabuena, chicas. -les dijo uno de los contrarios a
Inés y a Lola, que iban una al lado de la otra.
-Felicidades y muy bien jugado. -les dijo otro de ellos.
-Sois mis ídolos. -les dijo uno señalándolas. Ellas
se rieron y Thom, que también vio eso, se rió con ellas.

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