Lola se levantó temprano ese sábado, como todos. Se
puso un pantalón de deporte corto negro, una camiseta de deporte
verde y sus zapatillas de correr rosas. Salió de su casa corriendo y
siguió su ruta habitual. Cuando pasaba por las vías del tren volvió
a ver a Ryder jugando en las pistas había allí.
-No te lesiones hoy. -le dijo Lola, sorprendiéndolo.
-No me necesitan, tenemos una buena escolta. -le dijo
Ryder, que era escolta como su amiga.
-Con una buena escolta no llega, necesitamos dos. -dijo
Lola, cogiendo el balón, lanzando y encestando.
-¿Qué haces corriendo a estas horas? -le preguntó
Ryder.
-Siempre lo hago, me gusta correr por Bugle cuando
todavía no hay casi nadie en la calle. -explicó Lola.- ¿Y tú qué
haces jugando a estas horas?
-Me despeja, lo necesito. -confesó él.- Oye, siento lo
de ayer. No tenías porque pelearte con Julian, se que es tu mejor
amigo y...
-Tranquilo por eso. Se le pasará. -le dijo Lola, medio
sonriendo.
-¿Te quedas un rato? -le propuso Ryder. Lola sonrió y
asintió.
Mientras, en casa de los Flint, Inés continuaba
durmiendo en su habitación. Mason entró en ella, sin saber que
continuaba durmiendo.
-¡Inés, cartas! -gritó, entrando. Inés, pese a estar
dormida, levantó la cabeza y lo miró emocionada.- Perdón, te
desperté.
-Da igual. -dijo ella, sentándose en la cama. Mason se
sentó a su lado y le dio el puñado de cartas que traía.- ¿Hay
alguna de España? ¡Sí, aquí! -dijo sin dejar contestar a Mason.
-Te dejo sola. -dijo Mason.
-No, quédate y te leo la carta de Úrsula. Ella es mi
mejor amiga, íbamos juntas en clase. -explicó Inés, después se
puso a leer la carta.
Querida Inés, ¡cómo te echo de menos! Ahora estoy
sentada con Pablo (que está muy bueno, sí), pero no me da
conversación como me la dabas tú. Por cierto, tengo que contarte
muchas cosas que están pasando aquí. ¡Nico tiene novia! Se llama
Paula y es nueva en el instituto. Es rubia y pequeña, está en la
clase de al lado. Parece simpática, pero Nico dice que está celosa
de ti porque no dejamos de nombrarte siempre. Yago y Raul siguen
siendo los mismos estúpidos, así nunca conseguirán una novia
decente. Nerea volvió a dejar a Raul y María quería pegarle por
eso.
-Nico, Yago y Raul son nuestros amigos. Y Nerea es la ex
novia de Raul, es una estúpida, la odiamos. -Inés dejó de leer la
carta para explicar eso.
Por cierto, tu hermana Lucía tuvo más novios en una
semana que yo en toda mi vida. La vimos por lo menos con cinco chicos
diferentes. ¡Es genial! Ya me enteré de que Rocío está
embarazada, ¡enhorabuena! Tu equipo jugó el primer partido de la
temporada este fin de semana y ganaron. Creo que jugaron bien, ya
sabes que mis conocimientos de baloncesto son muy limitados. Carlos
no está saliendo con ninguna chica. No te preocupes, lo vigilo de
cerca. Tengo muchas preguntas para ti. ¿Cómo te está yendo? ¿Qué
tal en tu equipo nuevo? Me parece increíble que vayas a jugar contra
chicos, eso sí que es suerte. Te echo mucho de menos. Con tu próxima
carta mándame un foto, por favor. Te quiero, amiga.
-¿Quién es Carlos? -preguntó Mason cuando terminó de
leer la carta.
-Carlos es mi ex-novio. Úrsula piensa que en cuanto
vuelva él y yo estaremos juntos otra vez, pero no va a ser así.
-¿Por qué no?
-Porque Carlos ya no me gusta, no lo quiero. -dijo Inés,
negando con la cabeza.
-Bueno... Venga vístete. Yo estoy estudiando en mi
cuarto si necesitas algo. -dijo Mason, levantándose.
-Yo voy a contestarle a Úrsula.
A la hora de la comida Mason calentó la comida que
Adela les había dejado y los dos comieron juntos. Después se
pusieron a ver la televisión juntos, pero ambos se quedaron
dormidos. Inés se despertó por casualidad al escuchar un ruido en
el jardín. Miró la hora, en quince minutos tenía que estar en el
pabellón.
-¡Mason! -gritó desesperada Inés. Éste se despertó
alarmado.- ¡Llego tarde! -Mason miró su reloj de pulsera.
-¿A qué hora tienes que estar allí? -preguntó él.
Ella ya estaba corriendo hacia su habitación para preparar su bolsa
de deporte.
-En quince minutos. -gritó desde su habitación.
Mason se lavó la cara y la esperó en la puerta de su
casa, con las llaves en su mano. Cuando Inés bajó las escaleras
corriendo y la bolsa en el hombro él sonrió. Salieron de casa y
Mason cerró al puerta. Mason condujo hasta el pabellón e Inés
entró corriendo. Mason, en la puerta del pabellón se encontró con
George Forbes y el señor Payne.
-Buenas tardes. -dijo Mason.
-¿Usted es Mason Flint, no? -le preguntó George. Mason
asintió y estrechó su mano con la de él.- He oído hablar mucho de
ti y te he visto jugar el año pasado. Un gran bae.
-Gracias. -dijo Mason con una sonrisa de lado.
-Además este año está estudiando Periodismo. -añadió
el señor Payne, antiguo profesor de filosofía de Mason.
-¿Sí? -preguntó George, Mason asintió.- Se me acaba
de ocurrir una gran idea. -dijo sonriendo.- ¿Te gustaría ganar un
dinero?
-¿Qué tengo que hacer? -preguntó Mason con una
sonrisa.
Las chicas salieron del vestuario y se sentaron en el
banquillo. Inés le estaba haciendo la trenza en el pelo a Lola
cuando Robert y Ryder llegaron.
-La trenza que no falte, es nuestro amuleto de la
suerte. -dijo Robert sentándose al lado para atarse las zapatillas.
Ryder hizo lo mismo, pero mirando hacia la mesa que estaba delante de
las gradas, donde Mason, George Forbes y el señor Payne hacían
algo.
-¿Qué están haciendo, Inés? -le preguntó Ryder.
-No lo se, pero espera que pregunto. -dijo terminando
con la trenza de Lola. Se acercó corriendo a la mesa y se paró al
lado de Mason, éste pasó el brazo por su espalda.- ¿Qué haces?
-Seré el comentarista del partido de hoy. Así que mete
muchas canastas y puedo mencionarte más veces. -dijo Mason con una
sonrisa de oreja a oreja. Inés volvió con el resto de chicos y el
único en preguntar fue Ryder.
-¿Qué hace?
-Mason va a ser el comentarista de hoy. -dijo Inés.
Ryder bufó y miro al techo.
-Va a ser una noche muy larga...

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