domingo, 19 de octubre de 2014

XXIII.

Lola se levantó temprano ese sábado, como todos. Se puso un pantalón de deporte corto negro, una camiseta de deporte verde y sus zapatillas de correr rosas. Salió de su casa corriendo y siguió su ruta habitual. Cuando pasaba por las vías del tren volvió a ver a Ryder jugando en las pistas había allí.

-No te lesiones hoy. -le dijo Lola, sorprendiéndolo.

-No me necesitan, tenemos una buena escolta. -le dijo Ryder, que era escolta como su amiga.

-Con una buena escolta no llega, necesitamos dos. -dijo Lola, cogiendo el balón, lanzando y encestando.

-¿Qué haces corriendo a estas horas? -le preguntó Ryder.

-Siempre lo hago, me gusta correr por Bugle cuando todavía no hay casi nadie en la calle. -explicó Lola.- ¿Y tú qué haces jugando a estas horas?

-Me despeja, lo necesito. -confesó él.- Oye, siento lo de ayer. No tenías porque pelearte con Julian, se que es tu mejor amigo y...

-Tranquilo por eso. Se le pasará. -le dijo Lola, medio sonriendo.

-¿Te quedas un rato? -le propuso Ryder. Lola sonrió y asintió.

Mientras, en casa de los Flint, Inés continuaba durmiendo en su habitación. Mason entró en ella, sin saber que continuaba durmiendo.

Inés, cartas! -gritó, entrando. Inés, pese a estar dormida, levantó la cabeza y lo miró emocionada.- Perdón, te desperté.

-Da igual. -dijo ella, sentándose en la cama. Mason se sentó a su lado y le dio el puñado de cartas que traía.- ¿Hay alguna de España? ¡Sí, aquí! -dijo sin dejar contestar a Mason.

-Te dejo sola. -dijo Mason.

-No, quédate y te leo la carta de Úrsula. Ella es mi mejor amiga, íbamos juntas en clase. -explicó Inés, después se puso a leer la carta.

Querida Inés, ¡cómo te echo de menos! Ahora estoy sentada con Pablo (que está muy bueno, sí), pero no me da conversación como me la dabas tú. Por cierto, tengo que contarte muchas cosas que están pasando aquí. ¡Nico tiene novia! Se llama Paula y es nueva en el instituto. Es rubia y pequeña, está en la clase de al lado. Parece simpática, pero Nico dice que está celosa de ti porque no dejamos de nombrarte siempre. Yago y Raul siguen siendo los mismos estúpidos, así nunca conseguirán una novia decente. Nerea volvió a dejar a Raul y María quería pegarle por eso.

-Nico, Yago y Raul son nuestros amigos. Y Nerea es la ex novia de Raul, es una estúpida, la odiamos. -Inés dejó de leer la carta para explicar eso.

Por cierto, tu hermana Lucía tuvo más novios en una semana que yo en toda mi vida. La vimos por lo menos con cinco chicos diferentes. ¡Es genial! Ya me enteré de que Rocío está embarazada, ¡enhorabuena! Tu equipo jugó el primer partido de la temporada este fin de semana y ganaron. Creo que jugaron bien, ya sabes que mis conocimientos de baloncesto son muy limitados. Carlos no está saliendo con ninguna chica. No te preocupes, lo vigilo de cerca. Tengo muchas preguntas para ti. ¿Cómo te está yendo? ¿Qué tal en tu equipo nuevo? Me parece increíble que vayas a jugar contra chicos, eso sí que es suerte. Te echo mucho de menos. Con tu próxima carta mándame un foto, por favor. Te quiero, amiga.

-¿Quién es Carlos? -preguntó Mason cuando terminó de leer la carta.

-Carlos es mi ex-novio. Úrsula piensa que en cuanto vuelva él y yo estaremos juntos otra vez, pero no va a ser así.

-¿Por qué no?

-Porque Carlos ya no me gusta, no lo quiero. -dijo Inés, negando con la cabeza.

-Bueno... Venga vístete. Yo estoy estudiando en mi cuarto si necesitas algo. -dijo Mason, levantándose.

-Yo voy a contestarle a Úrsula.

A la hora de la comida Mason calentó la comida que Adela les había dejado y los dos comieron juntos. Después se pusieron a ver la televisión juntos, pero ambos se quedaron dormidos. Inés se despertó por casualidad al escuchar un ruido en el jardín. Miró la hora, en quince minutos tenía que estar en el pabellón.

Mason! -gritó desesperada Inés. Éste se despertó alarmado.- ¡Llego tarde! -Mason miró su reloj de pulsera.

-¿A qué hora tienes que estar allí? -preguntó él. Ella ya estaba corriendo hacia su habitación para preparar su bolsa de deporte.

-En quince minutos. -gritó desde su habitación.

Mason se lavó la cara y la esperó en la puerta de su casa, con las llaves en su mano. Cuando Inés bajó las escaleras corriendo y la bolsa en el hombro él sonrió. Salieron de casa y Mason cerró al puerta. Mason condujo hasta el pabellón e Inés entró corriendo. Mason, en la puerta del pabellón se encontró con George Forbes y el señor Payne.

-Buenas tardes. -dijo Mason.

-¿Usted es Mason Flint, no? -le preguntó George. Mason asintió y estrechó su mano con la de él.- He oído hablar mucho de ti y te he visto jugar el año pasado. Un gran bae.

-Gracias. -dijo Mason con una sonrisa de lado.

-Además este año está estudiando Periodismo. -añadió el señor Payne, antiguo profesor de filosofía de Mason.

-¿Sí? -preguntó George, Mason asintió.- Se me acaba de ocurrir una gran idea. -dijo sonriendo.- ¿Te gustaría ganar un dinero?

-¿Qué tengo que hacer? -preguntó Mason con una sonrisa.

Las chicas salieron del vestuario y se sentaron en el banquillo. Inés le estaba haciendo la trenza en el pelo a Lola cuando Robert y Ryder llegaron.

-La trenza que no falte, es nuestro amuleto de la suerte. -dijo Robert sentándose al lado para atarse las zapatillas. Ryder hizo lo mismo, pero mirando hacia la mesa que estaba delante de las gradas, donde Mason, George Forbes y el señor Payne hacían algo.

-¿Qué están haciendo, Inés? -le preguntó Ryder.

-No lo se, pero espera que pregunto. -dijo terminando con la trenza de Lola. Se acercó corriendo a la mesa y se paró al lado de Mason, éste pasó el brazo por su espalda.- ¿Qué haces?

-Seré el comentarista del partido de hoy. Así que mete muchas canastas y puedo mencionarte más veces. -dijo Mason con una sonrisa de oreja a oreja. Inés volvió con el resto de chicos y el único en preguntar fue Ryder.

-¿Qué hace?

-Mason va a ser el comentarista de hoy. -dijo Inés. Ryder bufó y miro al techo.


-Va a ser una noche muy larga...

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