sábado, 16 de agosto de 2014

42:

-Tienes que hacer el giro antes... se que es difícil, pero lo tienes que intentar. -Peter escuchaba los consejos del hombre atentamente. Los dos vestían sus bañadores y dos tablas descansaban sobre la arena.- ¿Dónde se habrá metido? -preguntó mirando su reloj de pulsera.

Estoy aquí! -gritó Francesca. Llegaba corriendo y tarde. Dejó su bolso en la arena y se sacó el vestido, para quedarse con el bañador.

-Llegas tarde...

-Lo sé, lo sé, papá. -dijo Francesca.- Lo siento.

-Venga, vamos. -dijo Louis.- Primero Peter y después tú.

Peter se lanzó al agua e intentó lo que su padre le había aconsejado. Lo intentó una y otra vez, pero no le salía como él quería. Frustrado y algo enfadado salió del agua, tiró la tabla a un lado y se sentó en la arena.

-Francesca... -dijo Louis, señalando el agua.

Espera! -gritó Derek. Llegaba con Sasha a su espalda, que cargaba con su tabla.- Louis, ¿te puedes encargar de Sasha hoy también? -preguntó Derek. Mientras, Sasha besó la mejilla de Peter y le sonrió a Francesca.

-Claro. -dijo Louis.

-Sasha, le haces caso a Ronnie. No desaproveches la oportunidad de entrenar con una estrella como él. -dijo Derek. Sasha asintió y revoleó los ojos. Louis se rió.

-Venga, las dos a la vez. -dijo señalando el agua con la mirada, otra vez. Las dos adolescentes corrieron al agua. Mientras miraba a las chicas surfear, Louis llamó a su hijo.- Peter, ven...

-¿Qué? -preguntó Peter, que seguía enfadado con él mismo.

-Mira como lo hace tu hermana. -dijo señalando al agua.

-¿Cuál de las dos? -preguntó Peter. Los dos hombres se rieron.

-A Sasha. Mira como hace el giro. -dijo señalando la tabla de Sasha. Peter se fijó y se dio cuenta de que eso era parte del giro que él acababa de intentar en el agua.- Si ella puede, tú también.

-No puedo, papá. ¿No viste qué lo intenté diez veces antes?

-Peter, yo mismo te enseñé a surfear y te escuché decir eso miles de veces. -dijo Louis, sin quitar la mirada de Francesca y de Sasha.- Así que cuando salgan del agua, vas a entrar ahí y vas a hacerlo. Pero sobre todo no lo pienses. Deja guiarte por tu instinto...

-Sí, lo se, lo llevo en los genes. -dijo Peter, interrumpiéndolo. Louis hizo sonar un silbato para que las chicas salieran del agua. Miró a Peter, asintió y su hijo mayor se adentró en el mar. Justo en ese momento, Blake e Ian llegaron a la playa con sus tablas bajo el brazo.

-¿Qué tal, chicos? -dijo Louis, al notar su presencia.

-Bien. -dijo Ian.

-¿Vuestros padres? -preguntó Louis.- ¡Venga, Peter, otra vez! -lo animó al ver que éste se caía.

-Aquí estoy yo. -dijo Rikki, llegando tras sus hijos. Se paró al lado de Louis y éste pasó su brazo sobre los hombros de Rikki y besó su frente.- ¿Cómo estás?

-Bien. -dijo Louis.

-Venía a invitaros a una cena hoy, en casa. -dijo Rikki.- Ahora voy también al café a invitar a Sasha y a Marcus. ¿Se lo dices a Gabriella?

-Claro. Pero, ¿qué celebramos? -preguntó Louis. En realidad, sabía perfectamente que se celebraba, pero le gustaba molestar a su amiga. Rikki le golpeó en la barriga.

Louis! -le gritó Rikki. Blake, Ian, Francesca y Sasha, que estaban detrás de ellos se rieron.- Hoy es 11 de agosto.

-Lo se, tonta. -dijo Louis.

-Bueno, tú avisa a Derek. -le pidió Rikki.

-Está bien. Nos vemos esta noche. -dijo Louis, atento a su hijo.

Rikki se fue y todos se quedaron mirando a Peter. En cuanto le salió los cinco gritaron y festejaron. Entrenaron un poco más, pero pronto se fueron cada uno a sus casas. Francesca, Louis y Peter llegaron juntos a casa.

-Hola, mamá. -gritó Francesca. Gabriella se asomó por la puerta de la cocina.

-Hola, chicos. ¿Cómo os fue en el entrenamiento? -preguntó Gabriella.

-Genial, Gabi. Conseguir hacer el giro que llevaba semanas intentando. -dijo Peter, emocionado. Besó la mejilla de Gabriella y se sentó en la mesa.

-¿En serio? -dijo Gabriella, sorprendida.

-Sí, no estuvo nada mal... -dijo Louis.- Hoy hay una cena en casa de Rikki.

-Sí, lo sé. Me lo dijo tu hermana que estuvo antes aquí con Victoria. -explicó Gabriella.

Rikki y Blaine prepararon una enorme cena. Había bastante invitados, pero todos muy cercanos. Derek y su mujer, estaban invitados. Danny, Thomas y Emmett, llevarían la música. Nina, Sean y Victoria llevarían un postre. Sasha, Marcus y la hija de ambos, Sasha, también iban a ir. Y, por supuesto, Louis, Francesca, Gabriella y Peter, también. Y así fue que Rikki y Blaine tuvieron que preparar una mesa para diecinueve personas. Los diez amigos de siempre, las parejas de tres de ellos y seis hijos. Todos se sentaron alrededor de la mesa y comieron con felicidad. Al finalizar la cena, todos se pusieron a hablar unos con otros.

-Mamá, hoy lo conseguí. -le contó Peter a Sasha.- Hice el giro.

-¿En serio? Increíble. -dijo Sasha. Marcus chocó la mano con el hijo de su mujer y Peter sonrió.- ¡Louis! -gritó Sasha. Su ex novio y padre de su hijo se acercó con Gabriella.- ¿Es cierto que Peter hizo el giro ese?

Mamá! -se quejó Peter, todos lo miraron.- ¿No me crees?

-No, una vez me dijiste que sacaste un doce en biología... -dijo Sasha. Todos se rieron.

-Era pequeño... -se excusó Peter.

-Esta vez es cierto, Sasha. Hizo el giro ese que tanto intentó y pensó. -dijo Louis, riendo.- Era difícil, porque es una mezcla de otros tres giros muy diferentes...

-Entonces deberías ponerle nombre. -propuso Nina, que estaba escuchando la conversación.

-¿Qué nombre, tía Nonis? -preguntó Peter.

-No se... Un nombre que suene bien... -dijo Nina pensativa.

-Ronnie 3. -dijo Peter.

-¿Ronnie 3? -preguntó Louis.

-Sí, Ronnie porque lo hice yo y tres porque son tres giros. -dijo Peter.

-Me gusta... -dijo Nina. Peter y ella chocaron sus manos.

Después de la pequeña conversación, Rikki y Sean sacaron el postre de la cocina. Todos se sentaron otra vez, pero antes de atacar a la tarta, Louis quiso decir unas palabras.

-Hoy es 11 de agosto. Hoy hace 28 años que abrimos el Paradise y nos salió bastante bien. Diez amigos que iban a empezar el último año del instituto éramos los encargados de un café en la playa.... Y ahora somos diez adultos, casi todos casados... -dijo mirando a Danny, Emmett y a Thomas, los únicos solteros de los amigos.- Con seis hijos... -pasó la mirada por Francesca, Sasha, Blake, Victoria, Ian y Peter.- Y un café en la playa. Así que, un brindis por Paradise. -dijo levantando su copa. Todos levantaron la copa, o un vaso con zumo en su defecto, y las chocaron unos con otros.


En ese universo paralelo que el propio Peter se había inventado, las cosas eran muy diferentes. Su madre nunca había ocultado su embarazo o el padre del niño, aunque Sasha y Louis ya no estuvieran juntos sí que criaron a su hijo juntos. Peter solía pasar una semana con Louis y otra con Sasha. Los amigos de sus padres, pese a crecer y madurar, nunca dejaron Fear Hill. Louis tampoco lo hizo y se mudó a una casa con su nueva pareja, Gabriella. Louis no tenía que trabajar de bombero, por lo tanto el accidente que lo había matado nunca había sucedido. Sasha conoció a Marcus, igual, y tuvieron a Sasha. Louis y Derek se hicieron cargo del club de surf, que estaba asociado al café y también se llamaba Paradise. Paradise creció mucho y nunca se disolvió y seguía con su centro en Fear Hill. Esa quizá sería la vida perfecta para Peter.

1 comentario: