jueves, 24 de julio de 2014

31:

-¿Me vas a seguir llamando? -preguntó Gabriella. Francesca asintió.- ¿Te vas a cuidar? -su hija volvió a asentir.- ¿Vas a hacer algo respecto a Sasha?

Durante el largo fin de semana en el cual Gabriella estuvo en casa de los Guntler, Francesca confesó todo lo que había descubierto. La carta, la historia de Sasha, Peter... Lo había dicho todo. Nadie sabía lo de Peter, ni Nina ni Sean. Fue un fin de semana muy largo para todos, además de duro y sensible.

-No lo se, mamá.

-Bueno, promete que me vas a contar como vas a llevar esto. -le dijo Gabriella.

-Lo prometo, mamá. -dijo Francesca.

-Me voy a ir. Me despido de tus tíos y de Victoria y me voy. -Grabriella tenía que conducir todo el día para que le diera tiempo el día siguiente a trabajar.

-Victoria, llámame. -le dijo Nina.

-Y come bien. -dijo Sean.

-No comas siempre comida basura o comida rápida. -dijo Nina.

-Nada de chicos en casa. -dijo Sean.

-Si quieren que te lleven a su casa. -dijo Nina.

-No, ¿Nina qué dices? -interrumpió Sean. Victoria se estaba riendo.- Nada de chicos. -repitió Sean.

-Se va a ir vuestro vuelo... -dijo Victoria.

-Chicos, yo ya me voy. -interrumpió Gabriella. Abrazó a Sean y después miró profundamente a Nina.- Va a estar todo bien, ya verás... -dijo antes de abrazarla.

-No se si irnos es lo mejor ahora... -dijo Nina.

-Mamá, cuanta menos gente esté ahora aquí, mejor. -dijo Victoria.

-Es posible que sea cierto... -dijo Nina. Después miró a su cuñada.- ¿Tú cómo estás? ¿Cómo te sientes?

-Estoy bien. Eso es parte del pasado de Louis. Yo ni siquiera lo conocía, está bien. Os llevo al aeropuerto. -propuso Gabriella.

-Vale. Vamos. -dijo Nina.

Los adultos se despidieron una vez más de sus hijas y se marcharon. Victoria y Francesca se miraron y suspiraron. A sus espaldas tenían todas sus cosas, al pie de su nueva casa. Era un edificio alto y blanco por fuera. Estaban esperando al dueño para que le dieran las llaves. Justo, por delante, pasó Peter. Francesca amenazó a su prima con la mirada. Actúa con normalidad, decía la mirada.

-Chicas, ¿qué hacéis con tantas maletas? -preguntó Peter, sorprendido.

-Nos mudamos a un piso de este edificio. -dijo Francesca. Su prima no podía hablar.

-¿Eso significa que os quedaréis todo el invierno? -preguntó Peter, emocionado.

-Bueno, yo me quedo. Y Vicky va a estudiar a la ciudad, pero estará más cerca ahora. -dijo Francesca, con una sonrisa.

-Me alegro tanto de eso. Os vi con tantas cosas que pensé que os ibais a ir sin despediros de mi. -dijo Peter, riendo.

-No te preocupes por eso. -dijo Victoria.

-Bueno, chicas, después nos vemos. Tengo una reunión con mi madre ahora. -dijo Peter, mirando el reloj.- Dijo que era serio... -dijo medio de broma.

-Sí, nos vemos después... -dijo Francesca.

Peter se fue y las primas se miraron.

-¿Crees que se lo va a contar hoy? -preguntó Victoria.

-No lo sé... Pero espero que no lo alargue mucho más, sino lo tendré que decir yo. -dijo Francesca.

-¿Francesca Ronnie? -preguntó un hombre. Era algo viejo, pero estaba en forma.- Soy el dueño del apartamento 105, bueno, el antiguo dueño.

-Encantada. -dijo Francesca, estrechando la mano con el hombre.

-Aquí tienes la llave. Disfruta del apartamento. -dijo el hombre.

Francesca cogió la llave y sonrió. Ella y su prima subieron las escaleras con todas sus cosas y las fueron dejando poco a poco en el interior de la vacía casa. Habían llevado un par de muebles de la gran casa de los Guntler, pero nada más. Colocaron lo que pudieron, pero cuando se cansaron pararon y Victoria iba a pedir unas pizzas por teléfono.

-¿De qué la quieres? -preguntó Victoria, cogiendo el teléfono. Su prima no había ni respondido y el timbre sonó.

-Eso es a lo que yo llamo rápida entrega. -bromeó Francesca, acercándose a la puerta.

Las dos se rieron y Victoria se metió en la cocina para llamar a la pizzería. Francesca abrió la puerta y se encontró con Peter. Su rostro estaba desencajado y llevaba una bolsa a su espalda. Francesca sabía lo que acababa de pasar.

-Peter, ¿estás bien? -preguntó preocupada, Francesca. Peter negó y dejó caer la bolsa al suelo, se acercó a Francesca y la abrazó.

-Gracias por hacer que sepa la verdad... -dijo Peter.

-Vamos, pasa. -dijo Francesca. Lo empujó hacia dentro y cogió su bolsa.- ¡Pide una pizza más, Vicky! -gritó hacia la cocina. Victoria, con el teléfono pegado a la oreja la miró sin entender, pero al ver a Peter lo entendió.- Tranquilo, ¿quieres hablar?

-A eso vine. -dijo Peter, respirando profundamente.- ¿Hace cuánto que lo sabías? -preguntó, empezando a llorar.

-Desde el martes de la semana pasada. -era domingo, habían pasado once días.

-¿Por qué no me lo contaste?

-Porque no podía entrometerme. Tu madre era la que te lo tenía que contar. Ella me lo pidió y yo le di una oportunidad. -dijo Francesca. Peter asintió.

-¿Quién más lo sabe? -preguntó Peter.

-Mi madre, mis tíos, Vicky y yo. -dijo Francesca. Pete volvió a asentir. Iba a preguntar algo más, pero Francesca lo interrumpió.- Ahora me toca preguntar a mi. ¿Te lo contó todo?

-Sí, desde que se conocieron hasta que ella decidió callarse por segunda vez, cuando él volvió y la última vez que lo vio. -dijo Peter.

-Vale... ¿Y cómo estás?

-Enfadado, decepcionado, me siento traicionado... -dijo Peter, con rabia dentro.- Marcus también lo sabía y no dijo nada, dejó que yo lo tratase como a un padre...

-Marcus no tiene la culpa, Peter. -dijo Francesca.

-Lo se, se que fue mi madre.

-También tienes que entenderla. Era una niña de 18 años...

-Tú tienes 18 años y pareces más madura que mi madre de 45... -dijo Peter.- Bueno, solo quería decirte que me tienes para lo que quieras, de verdad.

-Lo mismo digo, Peter. -dijo Francesca, agarrándolo de la mano.- ¿A dónde vas con esa bolsa? -preguntó mirando la bolsa que él había traído.

-A algún lugar donde pueda dormir. -dijo Peter.- Me fui de casa.

-Bueno, pues tranquilo que acabas de encontrar ese lugar. Tú te quedas aquí. -dijo Francesca.

-Pero... -dijo Peter.

-Pero nada. Te quedas y punto. -dijo Francesca.


Peter forzó una sonrisa y la abrazó. Después llegó Victoria y también lo abrazó. Además de ser uno de sus mejores amigos, ahora también era su primo.

3 comentarios:

  1. Me encanta :)
    Másss Noveee!!

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  2. Me encantó el final!! Más más más más

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  3. Cada día me gusta más esta nove, decime que ahora que descubrió la verdad no se termina rápido porfa!!

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