miércoles, 23 de julio de 2014

30:

-¡Tienes que estar de broma! -gritó Francesca sorprendiendo a todo el mundo.

-Francesca, por favor. -le riñó su madre.

-Mamá, primero me mandas aquí sin preguntarme. Con dos personas a las que acababa de conocer. Y ahora me quieres arrastrar contigo a casa. ¿Te preguntaste qué quizás yo no quisiera volver a casa? -dijo Francesca, enfadada.

-Claro que me lo pregunté. Pero hago lo mejor para ti.

-¿Lo mejor para mi o lo mejor para ti? Me quiero quedar.

-¿Esto es una fiebre o algo así? ¿Me queréis explicar qué vais a hacer las dos solas, aquí? -preguntó Nina, interviniendo.

-Mamá, no te metas ahora. -dijo Victoria.

-¿Pero no veis que es lo mismo? Sois dos adolescentes que no podéis manteneros con vida solas. -dijo Nina.

-Mamá, te estás pasando, otra vez. -dijo Victoria.

-Vamos a ver, ya somos mayorcitas, sabemos como sobrevivir solas. -dijo Francesca.

-¿Sois mayores? -preguntó Gabriella.- Francesca, acabas de terminar el instituto.

-Por eso mamá. Tú y papá terminasteis el instituto y os fuisteis de casa. -dijo Francesca.

-Fuimos a la universidad, Francesca. Es diferente. -dijo Gabriella.

-Sí, pero ya trabajabais para manteneros. -dijo Francesca.- Trabajabais y estudiabais a la vez.

-Si todos vosotros pudisteis hacerlo, ¿por qué yo no? -preguntó Victoria.

-Francesca, tú ni siquiera te presentaste a ninguna universidad... -dijo Gabriella.- No te puedes quedar aquí, sin más.

-Mamá, conseguiré un trabajo y ya tengo una casa. -dijo Francesca.

-No te puedes quedar en esta casa. -dijo Gabriella.

-No hablaba de esta casa. -la corrigió Francesca. Respiró profundamente y se dispuso a explicar.- Hay un bloque de edificios al pie de la playa con un apartamento perfecto para mi. Es pequeño, barato y cerca del centro.

-¿Buscasteis una casa para las dos? -preguntó Nina sorprendida.

-No, esa va a ser su casa. Yo me voy a mudar a la ciudad y voy a terminar la carrera. -explicó Victoria.

-¿Y tú te vas a quedar sola? -preguntó Gabriella.

-No estoy sola, mamá. Tengo amigos aquí. Tyler, Scott, Tina, Sasha, Darren... -iba a continuar pero su madre la interrumpió.

-¿Sasha? -preguntó. Miró a su cuñada y volvió a preguntar.- ¿Sasha? -Nina asintió.

-¿Qué pasa? ¿Qué sabéis de Sasha? -preguntó Victoria.

-Más de su madre, saben algo, ¿no? -preguntó Francesca.- ¿Qué sabéis de Sasha Lower?

-Nada. -se apuró a responder Nina.

Victoria enfadada salió corriendo escaleras arriba. Mientras en la cocina, se produjo un silencio. Cuando Victoria volvió tiró con fuerza una fotografía sobre la mesa y los miró.

-¿Nada? ¿No sabéis nada de ella?

-¿De dónde sacaste eso? -le preguntó Sean a su hija.

-Yo pregunté primero. ¿No sabéis nada de Sasha Lower? -preguntó Victoria. Gabriella cogió la fotografía y la miró con detenimiento.

-Ese es papá. -dijo Francesca.

-Lo se... -dijo Gabriella.- Tenía esta foto siempre con él.

-¿Qué? ¿Por qué yo nunca la había visto? -preguntó Francesca.

-La perdió en la mudanza. -dijo Gabriella.- Estuvo tan triste y enfadado cuando la perdió...

-¿De dónde sacasteis la foto, chicas? -volvió a preguntar Sean.

-Eso da igual. Lo que importa es que me mentisteis. -dijo Francesca.- Dijiste que mi padre era un chico solitario y que no tenía amigos. Mi padre tenía nueve amigos muy íntimos. Rikki, Blaine, Sean, Danny, Derek, Thomas, Emmett, su hermana Nina y su novia Sasha. ¿Por qué me mentiste? -le preguntó a Nina, directamente.

-Porque tu padre lo pasó muy mal con esto. Con el café. -dijo Nina, señalando la fotografía.

-El Paradise. Pero estoy segura que también tenía muy buenos recuerdos de eso. -dijo Francesca.- De todos modos tengo derecho a saber la verdad, ¿o no?

-Todos tenemos derecho a la verdad. -dijo Victoria.

-Nos estamos yendo del tema. Estábamos discutiendo vuestra idea de quedaros lejos de vuestros padres. -dijo Gabriella.

-No, mamá. Todo está unido aquí. Yo me quiero quedar porque quiero saber más de papá. -dijo Francesca.

-Y yo me quiero quedar porque estar aquí es lo que me corresponde. Porque no quiero volver a Francia, mirando como mis padres triunfan en su empresa y esperan que yo algún día sea como ellos. Yo me quiero quedar aquí, donde nací, y triunfar o fracasar aquí. -dijo Victoria.

-Mamá, tienes que entenderme. No me puedo ir. -dijo Francesca sílaba por sílaba y bien despacio.

-¿No hay manera de convencerte? -preguntó Gabriella. Francesca negó y Victoria también, pero mirando a sus padres.


Dos días después, todos hacían la maleta. Gabriella volvía a casa y el matrimonio Guntler a Francia. Francesca se mudaba a su nueva casa y Victoria viviría con ella hasta que el curso escolar empezara de nuevo. Todo parecía volver a su cauce, pero eso no iba a ser así.

1 comentario:

  1. Quiero q se entere Peter que tiene una hermana!!
    Máss Noveee!!

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