martes, 22 de julio de 2014

29:

-Victoria, de verdad, me voy. -dijo Francesca, saliendo del café.

-¿Por qué? ¿Pasó algo con Zane?

-Sí, pasó. Me dijo que me olvidara de él... -dijo Francesca.- Estoy bien, pero necesito irme...

-Bueno, por la noche hablamos, ¿vale?

-Vale.

Las dos se abrazaron y Francesca salió del café. Sentados en un banco, al lado de la puerta, estaban Sasha y su marido, Marcus. Francesca se paró y los miró, pero después siguió caminando sin más.

-Francesca. -dijo Sasha, levantándose y haciendo a Francesca parar. Francesca se giró y la miró.- Siento no haber hecho nada hasta ahora, pero te prometo que lo haré.

-Sasha, tus promesas ya no valen mucho. De todas formas confío en que no le hagas más esto a Peter. -dijo Francesca.

-Se lo vamos a decir. -dijo Marcus. Francesca era la primera vez que lo oía hablar.- Siento lo de tu padre.

-Gracias... -dijo Francesca. Entendía que él no tenía nada que hacer en el tema y que no era su culpa, no lo podía odiar.

-Lo voy a hacer, Francesca. -dijo Sasha.

Francesca asintió y siguió caminando. Tuvo que subir caminando, por eso le llevo más de lo normal. Cuando llegó ni siquiera se fijó en que había un coche aparcado casi delante de la puerta, tan solo entró y tiró su bolso en una esquina. Pasó al salón y allí encontró a quien no quería encontrar.

-¿Mamá? -preguntó al verla.

-Francesca... -dijo Gabriella. Estaba sentada con Nina y Sean y una taza de café en las manos. Dejó la taza sobre la mesa y se levantó para abrazarla.

-¿Qué haces aquí?

-Tu tía me dijo que estabas un poco triste últimamente y me invitó a pasar aquí un fin de semana. -dijo Gabriella.

-¿Y el trabajo? -preguntó Francesca. Gabriella en verano empezó a trabajar en el hospital, como enfermera, otra vez.

-Me dieron cuatro días libres. -dijo Gabriella.

-Bueno, os dejamos solas. -dijo Sean.

-Sí, vamos a dar un paseo con Rikki y Blaine. Volveremos a la hora de cenar. -dijo Nina.

El matrimonio salió de la casa, dejando a madre e hija solas. Las dos se sentaron en la mesa de la cocina y se pusieron a hablar. Primero de como les sorprendía la casa de los Guntler a ambas, por su tamaño y su riqueza. Prepararon café y cogieron unas galletas y un pastel para merendar. Después hablaron de la experiencia de ambas durante el verano.

-¿Te pasa algo, Francesca? -preguntó Gabriella.

-Aquí todo es muy raro, mamá. Nadie me quiere hablar de papá y todo el mundo intenta evitar el tema. ¿Por qué? -Francesca estaba probando si su madre sabía algo o no.

-¿A qué te refieres? -preguntó Gabriella.

-Nina no me cuenta nada de él. Solo me dice que tuvo una niñez muy normal y que no tenía muchos amigos.

-Bueno, tú tranquila. -dijo Gabriella con una sonrisa.- ¿Y chicos?

-¿Qué?

-¿Qué tal con los chicos? ¿Alguno guapo? -preguntó Gabriella. Parecía otra persona. No era la misma mujer deprimida que Francesca había dejado en casa.

-Muchos guapos. -dijo Francesca.

-¿Alguno especial?

-Sí, había uno... -dijo Francesca.- Pero la cagué y ahora no hay nada...

-Cariño, eso no significa nada. Tu padre me dejó dos veces y yo a él una, y no nos pasó nada... -dijo Gabriella.

Francesca sintió un nudo en el estómago, hablar de su padre en los últimos días no había sido fácil. Pero entonces llegó Victoria, sonriente y feliz.

-No me lo puedo creer. -dijo Victoria al ver a Gabriella.- Estás igual que hace 15 años.

-Ven, dame un abrazo. -dijo Gabriella.

Las dos se abrazaron y Victoria se unió a la merienda. Poco después Nina y Sean volvieron y se pusieron a comer con ellos. Hablaron de temas sin importancia, temas comunes y tontos.

-Bueno, es mejor que vayamos guardando la comida o nos la comeremos toda. -dijo Nina. Guardó las galletas y volvió a la mesa.

-¿Y hasta cuando te quedas, mamá? -le preguntó Francesca.

-Hasta el lunes. El lunes nos vamos. -dijo Gabriella.

-¿Nos vamos? -preguntó Francesca, esperándose el desastre.- ¿Tú y quién más?

-Tú y yo, Francesca. Es hora de volver a casa. -dijo Gabriella.

Francesca la miró temiéndose lo peor. También miró a Victoria que estaba muy sorprendida. Cuando miró a Sean y a Nina entendió que los tres lo habían planeado todo. Sean y Nina tenían que volver a Francia y Francesca tendría que volver a su casa, así, quizás, Victoria aceptase volver a Francia con ellos.


Todo iba de mal en peor.

1 comentario:

  1. Uhh todo mal, queria a Zane con Frankie :)
    Másss Novee!!

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