viernes, 4 de julio de 2014

16:

Ya había pasado un día de la famosa tormenta, el cielo seguía encapotado y la lluvia seguía cayendo. Francesca no tendría que ir a la biblioteca con Blake ese día, ya que él le había pedido un día de descanso. Aprovechó para dormir hasta tarde. Cuando se levantó, lo primero que hizo fue asomarse por la terraza. Vio a Blake o a Ian, no lo podía reconocer bien, jugando al baloncesto en su canasta, mojándose.

Se preocupó, no era algo lógico. Así que se vistió cogió un paraguas y se fue a casa de sus vecinos. Cuando estuvo en la puerta pudo ver que era Blake y no su hermano el que tiraba a canasta en un día así. Él, en cuanto la vio, le abrió la puerta del jardín.

-Blake, ¿se puede saber que estás haciendo? -le preguntó Francesca.

-Tirando a canasta para descargarme. -confesó él, siguiendo con el baloncesto.

-¿Pero tú no ves el día que hace? Te vas a poner enfermo. -le dijo Francesca.

-Da igual.

-Vamos, venga. Entra en casa. -dijo acercándose a él y empujándolo hacia el interior de la casa. Entró y no escuchó ningún ruido.- ¿Estabas solo?

-Sí. ¿Crees que si alguien de esta familia me ve mojándome así me dejaría hacerlo? -dijo Blake. A Francesca le pareció una conclusión lógica.

-¿Te preparo un café? -propuso Francesca.

-Mejor un té. -dijo Blake.

-Vale, pero ve y cámbiate de ropa. -le pidió Francesca.

Blake desapareció por unos minutos y cuando volvió Francesca estaba terminando de hacer el te. Lo sirvió y se sentó al lado de su vecino.

-¿Me vas a explicar que estabas haciendo? -preguntó Francesca.

-Siempre que tengo algún problema juego al baloncesto. Normalmente con mi padre o Ian. -explicó él, mirando a la taza.

-¿Tienes algún problema? -preguntó Francesca. Blake asintió. En ese momento, ella se sintió una psicóloga.- ¿Y me lo vas a contar o no?

-Sasha y yo discutimos ayer. Y ella me dejó. -dijo Blake. Francesca hizo un mueca de sorpresa.

-Pero, ¿por qué te olvidaste de que habías quedado con ella? -preguntó Francesca.

-Sí, bueno no. Llevábamos un tiempo con problemas y lo de ayer fue la gota que colmó el vaso. -explicó Blake.

-Se va a arreglar, Blake. -le dijo Francesca.

-¿Sabes cuánto tiempo llevo con ella? -preguntó Blake. Francesca negó.- Tres años. A nuestros padres no les gusta nuestra relación, porque ellos se llevan mal. Su hermano y el mío son amigos. Estamos en el mismo grupo de amigos... Lo hacemos todo juntos desde hace tres veranos.

Francesca se quedó pensando en una frase que él había dicho. A nuestros padres no les gusta nuestra relación, porque ellos se llevan mal. ¿Por qué Rikki y Blaine se llevan mal con Sasha? ¿Blaine también estaba en aquella foto del Sasha's de 1986?

-¿Eh? ¿Qué pasa? Te quedaste demasiado pensativa. -dijo Blake. Francesca dudó un segundo si contarle sobre lo que había averiguado, pero decidió no hacerlo todavía.

-Nada, es que no se que decirte. -dijo Francesca.- Va a estar todo bien, no te preocupes.

-Gracias.

Después de charlar un rato más, Francesca volvió a su casa. Subió a su habitación, abrió un cajón y sacó un llave. Era la copia de la llave de George. Salió a la terraza y entró a la habitación contigua a través de la puerta de la terraza de ésta. Abrió la puerta y abrió también el armario. Cogió la primera caja y de primera encontró la foto del café.

-Blaine, Blaine... -dijo mientras lo buscaba. Lo encontró o eso pensaba. Pensaba que ese era Blaine. Uno de los tres chicos haciendo el tonto.

-Francesca, ¿qué haces aquí? Nos van a pillar. -dijo Victoria, asomándose por la misma puerta que su prima había entrado.

-Ya voy... -dijo mirando la foto.

-Llévate la fotografía y vamos. -dijo Victoria.

Francesca cerró la caja, con la foto en su mano. Guardó la caja y salió de la habitación, cerrando la puerta tras ella. Las dos primas se fueron a la habitación de Francesca y cerraron la puerta para que nadie las escuchara hablar.

-¿Qué hacías, Frankie? -le preguntó Victoria.

-Mira, Blaine también está en la foto. -dijo señalándolo.

Victoria miró la fotografía con ella y encontró a su vecino en ella. Francesca cogió una libreta y la abrió por el medio. Cogió un bolígrafo también y escribió: Paradise, 1986.

-¿Qué haces? ¿Qué significa Paradise? -preguntó Victoria.

-Es el nombre original del café. No se llamaba Sasha's. Se llamaba Paradise. Y ahora voy a apuntar a quien reconocimos de la foto. Nina, Sean, Rikki, Blaine y Louis.

-¿Por qué lo apuntas? -preguntó Victoria.

-Porque quiero saberlo todo. Quiero saber que pasó con mi padre en este historia, porque están todos enfadados ahora... Hay muchas cosas que no cuadran, Vicky.

-¿Por qué no se lo preguntas a mis padres? -propuso Victoria.

-Porque tu madre no me lo quiso contar cuando se lo pregunté. Tendré que averiguarlo yo sola. -dijo Francesca.


La historia del café tenía algo que ver con su padre. Pero no sabía como. Tenía que averiguar como terminó el café así, porqué y cuando. Así, quizás supiera porque su padre se fue de Fear Hill. Y, sobre todo, por qué nunca volvió.

1 comentario: