Chicas
iremos a la ciudad, tenemos cosas que hacer allí. Marian os hará la
comida. Un beso, Nina.
Eso fue lo primero que leyó en la mañana de aquel jueves, diez de
julio. Se frotó los ojos bien, volvió a leerlo. Si sus tíos
dejaban una nota y les preparaban la comida, significaba que no
volverían a casa hasta la noche, al menos. Sonrió y corrió a la
habitación de Victoria.
-Vicky, Vicky, te necesito. Vamos levántate. -le dijo Francesca,
sacudiendo a su prima, que dormía plácidamente en su cama.
-Frankie, fuera. ¡Déjame! -se quejó Victoria.
-Vamos, Victoria. Me prometiste que me ayudarías con lo de mi padre.
-dijo Francesca. Victoria se sentó en la cama y la miró.
-¿Qué quieres hacer? -preguntó Victoria.
-Quiero que me ayudes a entrar en la habitación donde tus padres
tienen las cajas de la mudanza de 1990. -le explicó Francesca.-
¿Tienes las llaves para entrar en todas las habitaciones?
-No, pero las podemos conseguir. -dijo Victoria. Se echó el pelo
hacia atrás y la miró.
-¿Cómo?
-Sacándoselas a George. -dijo Victoria, con una sonrisa.
Victoria
tenía un plan y se lo contó a su prima. No era un mal plan, pero si
no salía tendrían un problema, un gran problema. Victoria y
Francesca bajaron al salón, donde George pasaba el plumero. Se
miraron y sonrieron al ver las llaves sobre la chimenea.
-¡George! Necesito tu ayuda. -dijo Victoria, histérica.
-¿Qué pasa? -preguntó George, asustado.
-Estábamos en la terraza y vimos... vimos... ¡una rata en la
piscina! -gritó Victoria, actuando. George la miró exaltado y
corrió hacia la piscina, con Victoria detrás de él.
-¿Dónde? -preguntó George, mirando la piscina. Francesca se acercó
a la chimenea y cogió las llaves.
-Allí, George, mira. ¿No es eso blanco? -preguntó señalando una
bolsa de plástico. Sabía que era una bolsa de plástico, ella misma
la había tirado. Francesca metió las llaves en el bolsillo de su
sudadera y se acercó a la puerta del jardín.
-Es una bolsa, Vicky. -dijo George, cogiéndola. Victoria suspiró.
-Menos mal... Me dan un asco las ratas... -dijo Victoria.- Gracias,
George.
-De nada... -dijo George.
Victoria volvió con su prima y las dos subieron al piso de arriba.
Buscaron entre las veinte llaves que tenía George. Cuando
encontraron una que encajaba se sonrieron, otra vez, y abrieron la
puerta. Francesca le había contado la historia del armario y fue a
lo que se dirigieron las dos.
-Espera, cierra la puerta con llave. -dijo Victoria.
-¿Para qué? -preguntó Francesca.
-Si nos buscan e intentan abrir la puerta pensarán que es imposible
que estemos aquí. Se escuchamos algo salimos por la puerta de la
terraza y punto. -explicó Vicky.
-Que inteligente... -dijo Francesca que cerró la puerta con llave,
otra vez.
-Vale, ¿por dónde empezamos? -preguntó Victoria.
-Quizás lo que más información nos pueda dar sean las fotos. -dijo
Francesca.
-Vale, pues vamos allá.
Las primeras fotos que encontraron eran de cuando los hermanos Ronnie
eran muy pequeños. Cuando encontraron las fotos de ambos ya
adolescentes fue cuando la cosa empezó a ponerse interesante. Sean y
Rikki fueron a los que primero reconocieron. Pero Francesca paró la
búsqueda cuando encontró una foto que la dejo descolocada.
-Esta foto... -dijo agarrándola con la mano. Victoria la miró
también y se quedó igual de sorprendida que su prima.
-Esta foto es la que está en el...
-Sasha's.
-dijeron a la vez.
-Este es mi padre. -dijo Victoria señalando a un hombre rubio que
era de los que hacía el tonto.
-Y ellas son Rikki y Nina. -dijo señalando a las dos chicas que
sonreían con la cabeza juntas.- Y él es papá. -dijo Francesca,
despacio y suavemente. Señaló al chico que estaba con otra chica
sobre sus piernas.
-¿Y ella es tu madre? -preguntó señalando a la rubia que estaba
sobre Louis Ronnie.
-No, mi madre no es rubia. Además, esta foto es de 1986 y mis padres
se conocieron más tarde. -dijo Francesca.
-Mira el reverso, a lo mejor pone algo. -dijo Victoria.
Las
dos giraron la fotografía y vieron una frase escrita con un
bolígrafo negro: Primer día del café, con sus dueños.
-¿Mi
madre fue dueña del Sasha's?
Si ahora ni siquiera quiere ir allí nunca. -dijo Victoria,
sorprendida.
-Quizás
tuvieron un problema económico y no volvió porque uno de ellos se
quedó con el Sasha's
y todos dejaron de ser amigos. -dijo Francesca, pensativa.
-Tiene sentido... -dijo Victoria.
Después de un par de horas allí metidas, decidieron volver a
colocar todo como estaba y volver cualquier otro día. Francesca sacó
la llave de esa habitación del llavero de George. Pensaba hacerle
una copia y devolvérsela después. Salieron por la terraza y se
quedaron allí, apoyadas en la barandilla de ésta, un rato.
-¿Piensas decirle algo a mis padres? -preguntó Victoria.
-No, ¿tú?
-No. Creo que me voy a unir a tu búsqueda del tesoro. -dijo
Victoria.
-¿Qué tesoro? -preguntó Francesca, riéndose.
-Los recuerdos. Los recuerdos son un tesoro. -dijo Victoria. Las dos
se quedaron en silencio unos segundos.- Mira allá, a la colina.
-dijo señalando con un dedo.- ¿Ves aquella casa verde?
-Sí.
-Allí vivieron nuestros padres hasta 1990. -dijo Victoria.
Francesca
asintió, pero en realidad estaba pensando en otras cosas. Cosas como
qué hacía su padre en el Sasha's.
Quién era la chica con la que estaba. Por qué tenía un mapa con
lugares marcados en las paredes del armario. Por qué había un
montón de cincos pintados en las paredes del armario...
Muchas cosas para un par de horas...

Eran el papa y la mama de Sasha!!! uh quieron másss!!
ResponderEliminarMássss NOveeee!!
Ah!!!!! Más más más!! Esta nove parece una peli de suspenso!!!! Quiero maaaaaas!!
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