jueves, 27 de marzo de 2014

Number ten: Mánager.


Los primeros días de noches paradas por las noches llegaron. Y con ellos, los ensayos. Estaban preparando unas canciones para algún show, pero para eso necesitaban un bar o local interesados en un grupo barato. Charlotte se estaba encargando de ello, a través de internet. Ya todas les habían avisado a sus respectivos padres que no volverían en un tiempo y que no se molestaran en buscarlas. También prometieron llamar para notificar que estaban bien y que no necesitaban nada. Ya estaban en el estado de Pensivania, y necesitaban buscar algún show rápido.

-Hay un local interesado en nosotras, en Clinton. -dijo emocionada Charlotte. Clinton era un municipio del condado de Wayne, justo donde estaban ellas.- Carol, ¿podremos llegar a Clinton para esta noche? -le preguntó a ella que estaba sentada al lado de su prima, que conducía, con el mapa en las manos.

-Según mis cuentas llegaremos en tres horas.

Debido a que no era ni la hora de comer, les daba tiempo de sobre. Charlotte llamó al dueño del local y quedó con él en el precio del show, la hora y la duración. Para la duración de una hora necesitarían, al menos, quince canciones. Habían ensayado una lista de treinta canciones que podrían cantar sin ningún problema esa noche. Por eso, mientras Carol y Lexi buscaban la manera de llegar a Clinton, Bree y Lotte escogían las canciones.

-¿Qué os parece I believe I can fly, Mean y If I were a boy? -les preguntó Charlotte a las primas.

-Yo creo que es mejor cantar algo con más ritmo. -propuso Alexis.

-Yo estoy con Lexi, algo para bailar. -dijo Caroline.

Charlotte y Bree hicieron la lista según ese criterio. Cuando llegaron a Clinton, decidieron ir a ver el local y hacer un pequeño ensayo para ver como sonaba. El dueño las recibió con los brazos abiertos y las dejó ensayar sin ningún problema. A tres horas de la actuación se fueron a la casa rodante, a descansar y a prepararse.

-Chicas, estoy muy nerviosa. -confesó Bree, esperando su turno para ducharse. Ahora mismo estaba Alexis, que justo salía del baño en toalla.

-Yo también. -dijo Alexis.

-¿Por qué? -preguntó Caroline.

-Porque es la primera vez que actúo delante de gente. -dijo Bree. Alexis le dio la razón con la mirada.

-Eso es mentira, Bree. ¿Y el festival? -le dijo Charlotte.

-Es distinto. -dijo Alexis.

-¿Por qué? -preguntó Charlotte.

-Porque a estas personas no las conozco, Lotte. -le dijo Bree.

-Más a nuestro favor. -dijo Caroline. Las dos nerviosas la miraron.- No te conocen, no te van a juzgar.

-Tienes razón... -suspiró Alexis.

Caroline escogió ropa muy normal, poco extravagante, para el show. Analizando el local, decidió que no era un evento para ir muy arregladas. Ella siempre escogía la ropa para todo el grupo. Se maquillaron muy poco y el pelo lo dejaron natural. Cuando llegaron al local, a falta de quince minutos para el show, éste ya estaba lleno.

-¿Por qué hay tanta gente? -le preguntó Caroline, a una camarera.

-Siempre hay este tipo de actuaciones y mi jefe siempre escoge a los mejores. Enhorabuena. -les dijo con una sonrisa.

Se acercaron al escenario y el dueño les dio cuatro micrófonos. El hombre subió al escenario y las presentó. La primera en subir al escenario, después de la presentación fue Chalotte, el resto fueron detrás. Prefirieron empezar con una canción, para perder el miedo. Por eso la primera canción cantada fue Can't fight the moonlight, de Leann Rimes. Rápidamente se soltaron y todo el público acabó bailando. Después, Caroline las presentó.

-Como bien dijo “el jefe”, -dijo bromeando, todos se rieron de la manera en la que lo dijo- nos llamamos OOM. Yo soy Caroline, la del pelo rojo es Charlotte, -ésta saludó- ella es Bree y -Bree sonrió y saludó-, por último, pero no menos importante, Alexis.

-Ahora vamos a cantar otro tema. Se llama Edge of glory, de Lady Gaga. -dijo Bree.

Las chicas cantaron durante una hora y, la verdad, tuvieron mucho éxito. Después de la actuación se sacaron un par de fotos con personas del público y volvieron caminando a la casa rodante. Estaban felices, así que volvieron cantando, gritando, bailando, abrazándose... Pero, en cuanto vieron sus camas, se dejaron caer en ellas y que el sueño se apoderara de su cuerpo. A la mañana siguiente, la primera en levantarse fue Alexis, que aprovechó para ducharse tranquila. Después, decidió vaciar la papelera de la casa rodante. Cuando estaba dejando la bolsa en el cubo de la basura, alguien la interrumpió.

-Bonita actuación la de anoche. -le dijo un hombre. Era de pelo negro, barba espesa y bien vestido.

-Gracias. -dijo con una sonrisa Alexis.

-Peter Holbrook. -él se presentó y ella le estrechó la mano.

-Alexis Thomson.

-Es un placer.

-Igualmente. -dijo ella, girándose y volviendo a su nueva casa.

-¡Espera! -le gritó él. Se puso a su lado y empezó a caminar a su par.- Tengo una propuesta que haceros.

-¿Una propuesta? -preguntó ella.

-Sí. Me gustaría que me dejarais que os acompañe en vuestra gira, como un mánager. -dijo él, mientras ella aceleraba el paso para llegar.

-Creo que no nos interesa. -dijo ella, amablemente.

-Por favor, por lo menos habla con tu prima o con... -Alexis no le dejó terminar de hablar.

-¿Cómo sabes que Caroline y yo somos primas? ¿O que estamos de gira? -preguntó ella, parándose delante de la puerta de la casa rodante.

-La verdad, soy el hijo del dueño del bar. -confesó él.- Mi sueño es ser el mánager de una gran banda, formar parte de algo. Mi padre me dijo que teníais futuro y mi padre no falla en eso. Por favor.

-No tenemos dinero suficiente para pagarte... -le dijo Alexis.

-Gratis, lo haré gratis. -la interrumpió él.

-¡Contratado! -gritó Bree, asomándose por la pequeña ventana, con Caroline y Charlotte.

-¡Coge tus cosas que nos vamos esta noche! -le gritó Charlotte. Él les sonrió y se fue corriendo.


¿Os está gustando? Jajaja.
Bueno, me gustaría que, si os gusto, me recomendaseis. En el blog siguen estando el resto de novelas como Cazadores de Duendes (I y II) o Destinos.
Un beso,
Cris.~

1 comentario: