lunes, 24 de marzo de 2014

Number seven: Nombre.


-Caroline, tienes visita. -le gritó su madre, desde la cocina. Ella bajó corriendo las escaleras y se encontró con las tres chicas que se habían convertido en sus mejores amigas en los últimos cinco meses. Después del festival del colegio las cuatro decidieron no seguir con la música, pero su amistad no se terminó allí.- Subid, chicas. -les dijo la madre de Caroline a Alexis, Bree y Charlotte. Las cuatro se acomodaron en la habitación de Caroline y sacaron sus libros de química.

-Chicas, ¿nunca os arrepentís de no haber formado una banda? -Bree formuló la pregunta. Todas la miraron, confusas.- Después del festival. Porque yo sí. -confesó ella.

-Yo a veces sí. Cuando salgo de la ducha y canto envuelta en una toalla delante del espejo. -dijo Charlotte, todas se rieron.- Os lo digo en serio.

-Yo cuando veo nuestra foto en la pared de mi habitación. -dijo Alexis, que tenía una foto del día del festival, las cuatro cantando.

-Yo, la verdad, cada vez que veo por la televisión o en las noticias un grupo que recorre una gira. Sí, me gustaría haber vivido eso. -dijo Caroline.

-¿Os imagináis? Viviendo en un autobús, un show cada noche, un lugar distinto cada día... -dijo pensativa Charlotte.

-Maquillaje, vestuario, zapatos, peinados... -pensó Caroline.

-El escenario, el público, la fama... -pensó Bree.

-Las canciones de amistad, de amor, de desamor, de dolor... -dijo Alexis, medio sonriendo.

-Sería fantástico. -dijo Bree.

-¿Por qué no lo hacemos? -preguntó Charlotte, que era la loca, la lanzada del grupo.

-¿Irnos de gira? ¿Con qué? ¿Con quién? ¿Cómo? -dijo Alexis, que era todo lo contrario, la tímida, miedosa...

-Podríamos irnos después de terminar el instituto, en un mes. Con nuestros ahorros podemos empezar. Y cuando empecemos a triunfar por donde vayamos, alquilamos un autobús, y contratamos equipo técnico. -dijo Caroline, la optimista.

-¿Y si no triunfamos? -preguntó Bree, pesimista.

-Pues volvemos a casa. -dijo Charlotte.- Quien no arriesga no gana, Bree.

-Yo estoy con Bree, es demasiado arriesgado. Tenemos muy pocas probabilidades de triunfar. -dijo Alexis.

-¿Y qué que tengamos pocas? A lo mejor somos de ese poco porcentaje. -dijo Charlotte.

-No puedes calcular el tanto por ciento de posibilidad de fracaso de cada cosa que haces Alexis. ¿Lo calculaste cuando empezaste a salir con Oliver? -le dijo Caroline.

-No, y mira como me fue con él. -le dijo Alexis.

-¡Exacto! -dijo Charlotte, todas la miraron desconcertadas.- Dices que lo de Oliver fue un error, pero gracias a él somos amigas. Gracias a sus mentiras y sus engaños ahora somos más fuertes que nunca y estamos juntas.

-Bree tiene razón. En el fondo tendríamos que darle las gracias, pero no lo voy a hacer. -aclaró Caroline, ante de la cara de sus amigas.

-En eso tenéis razón... -dijo Alexis.

-¡Lexi! ¿De qué lado estás? -le dijo Bree.

-De ninguno, Bree. No hay ningún lado aquí. -le dijo Charlotte.- Pero, ¿te hubieras hecho nuestra amiga si no hubiera pasado lo de Oliver? -el silencio reinó y Charlotte obtuvo su respuesta.- No.

-No hay bien que por mal no venga. -recitó el viejo refrán Caroline.

-¿Y qué pretendéis hacer si nos vamos? ¿Cómo lo vamos a hacer? Mis padres no me van a dejar. -dijo Bree. Caroline y Charlotte, chocaron sus manos con una sonrisa victoriosa.

-Yo ya soy mayor de edad, -dijo Charlotte.- y tú y Carol lo seréis en menos de un mes. No pueden impedírnoslo. Además, no tendrían porque saber que nos vamos, hasta que nos vayamos...

-¿Hablas de escaparnos? -le preguntó Alexis, escandalizada.

-Shh... No grites, Lexi. -le dijo Caroline.

-Sí, de dejar una nota y marcharnos. Vivir una aventura, chicas. Es nuestro momento de vivir, ahora o nunca. -dijo Charlotte.

-¿Y la universidad? -preguntó Bree.

-La universidad puede esperar un año, Bree. -le dijo Caroline.

-Mirad, nuestros tíos -dijo Caroline hablando de sus tíos y los de Alexis- tienen una empresa de autobuses, podemos coger uno que ya no utilicen y adaptarlo a nuestras necesidades.

-¿Y quién sabe conducir un autobús? -preguntó Bree.

-Nosotras sabemos. -dijo Alexis, muy a su pesar. Caroline le sonrió.

-¿Y donde sería nuestro primer destino? -preguntó Charlotte.

-Un lugar lejos de casa. Podemos viajar durante unas semanas y después empezar a actuar. -dijo Caroline.

-Cuando tengamos un poco de dinero podemos contratar a un mánager. -dijo Alexis, que le empezaba a gustar la idea.

-Recorrer el país cantando y viviendo nuestra vida. -dijo sonriente Charlotte.

-No me digas que no te gusta la idea, Bree. -le dijo Caroline.

-La idea me gusta, pero...

-No hay peros que valgan. -la interrumpió Charlotte.- ¿Estamos en esto? -preguntó poniendo su mano en el medio del círculo que formaban. Caroline fue la primera en poner su mano encima.

-Juntas. -dijo Alexis, colocando su mano también. Todas miraron a Bree, sabían que sin ella no podrían hacerlo. Bree suspiró, sonrió y colocó su mano encima. Las cuatro se abrazaron y la puerta se abrió.

-¿Por qué tanta felicidad? -preguntó la madre de Caroline, sorprendida de encontrarlas así.

-Tía, es que por fin me salió el problema para calcular cuantas moléculas de agua me quedan después de una ecuación de... -dijo Alexis, inventando un problema.

-Está bien, cariño. Te creo. -le dijo riendo la señora Harrison, que no había entendido ni una palabra de su sobrina.- Venía a deciros que os vayáis a la cama, que ya es tarde. -dijo con una sonrisa.

-Vale, mamá. Buenas noches. -dijo Caroline. La señora Harrison se fue y cerró la puerta después de ella. Las chicas se miraron y se rieron.

-Necesitamos un nombre para la banda. -dijo Charlotte.

-¿Cómo qué? -preguntó Bree.

-Algo que nos defina... -dijo pensativa Alexis.

-Algo que nos una... -dijo con una sonrisa pícara Caroline. Charlotte la entendió y le sonrió.

-No lo entiendo. -confesó Bree.

-Oliver. -dijo Charlotte.

-Owen. -dijo Caroline.

-McMillan. -dijo Alexis.

-OOM. -concluyó Bree. Las cuatro se volvieron a abrazar y cayeron riéndose encima de la cama de Caroline.

-¡Parad! La luz de Davis se encendió. -dijo Caroline, asomándose a la ventana rápidamente. Sus tres amigas se rieron y ella suspiró por su amor.

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