sábado, 22 de marzo de 2014

Number five: New York.


-Bree, ¿a dónde me llevas? -ese sábado, Bree había despertado a Alexis muy temprano para irse de excursión. Ni siquiera la había dejado desayunar. Se abrigaron bien ya que el frío ya había llegado y se dirigieron a la estación de tren.

-A Nueva York. -le dijo Bree. Alexis abrió los ojos como platos sorprendida.

-¿Qué? -preguntó Alexis, parando de caminar. Bree la miró, revoleó los ojos y tiró de su muñeca.- ¿Cómo que me llevas a Nueva York?

-Lo que oyes. Vamos, no quiero perder el tren. -se quejó Bree. Cuando llegaron a la estación compraron dos viajes ida y vuelta, y, corriendo, entraron en el tren.

-Tengo hambre, no me dejaste desayunar. -se quejó Alexis, después de media hora de viaje.

-Vamos a la cafetería, anda... -dijo Bree, riéndose.

Compraron un chocolate caliente, un paquete de galletas y Alexis, por fin, pudo desayunar. Después de desayunar, todavía les quedaba dos horas de viaje. Se volvieron a sentar y Bree sacó su MP3.

-Vengo preparada. -dijo riendo.

Las dos escucharon música hasta Nueva York. Cuando llegaron, esquivaron miles de personas con maletas, mientras que ellas con sus mochilas salieron a respirar el aire neoyorquino. Caminaron dando un paseo, pero en ningún momento Bree le contó a Alexis el motivo de su viaje a Nueva York.

-Es mi ciudad favorita. -dijo Bree.- Mi lugar favorito del mundo. -añadió.

-¿Vienes muchas veces? -le preguntó Alexis. Ella asintió.

-Una vez al mes, por lo menos. -dijo Bree.

-¿Y qué haces cuando vienes?

-Lo mismo que vamos a hacer hoy. Vamos a ver un musical. -dijo con una sonrisa la deportista.

-¿En serio? Amo los musicales.

-¿Cuál quieres ver?

-Grease. -contestó Alexis. Las dos se dirigieron hacia un teatro y compraron dos tiques para la sesión de por la tarde. Después se fueron a comer.- Me encanta tu plan, este e venir a NY y ver un musical. Llámame más veces. -dijo sonriente. Pero Bree miraba a su alrededor, buscando algo.- ¿Qué buscas? -preguntó Alexis.

-A mi futuro marido. -contestó Bree. Alexis se rió y ella la miró.

-Que visión de futuro. -dijo Alexis, riéndose.

-Cuando lo veas sabrás porque te lo digo. ¡Ahí está! -exclamó señalando con la mirada a un hombre que entró en el restaurante y se sentó solo en una mesa, cerca de la puerta. Alexis lo miró y Bree esperó su reacción.

-Es guapo, pero no como para decidir que es tu futuro marido, Bree. -dijo Alexis.

-Si a ti no te gusta, mucho mejor. Todo para mi. -dijo Bree, mirándolo. Cuando su mirada se cruzó con la de él, se sonrieron.

-¿Le estás sonriendo? -preguntó Alexis, que tenía a aquel hombre detrás de ella.

-Callate. -dijo entre dientes Bree. Alexis se volvió a reír.

-Pues yo siempre pensé que acabarías con Sam. -confesó Alexis. Entonces, Bree se rió.

-¿Con Sam? ¿Estás loca? Es como mi molesto hermano mayor.

-Pues siempre estáis muy juntitos. Yo tengo un molesto hermano mayor y lo odio. -dijo Alexis.

-Saca la idea de que yo esté con Sammuel de tu cabeza. -le amenazó Bree.- En cambio imagina que estoy con él.

-¿Cómo se llama? -le preguntó Alexis.

-No tengo ni idea. -dijo Bree.

-Tiene cara de Jake, o Jason... -dijo pensativa Alexis.

-Tiene cara de Ian, o de Noel. -le discutió Bree.

-No, Bree... -dijo Alexis, volviendo a mirarlo.

-Sabré yo de que tiene cara... -dijo Bree. Al final las dos terminaron riendo e imaginando como sería el futuro de Bree con aquel hombre. Cuando iban caminando hacia el teatro, Alexis volvió a sacar el tema.

-¿De dónde lo conoces? -le preguntó.

-Siempre que voy a comer a NY voy a ese restaurante y él va todos los días a comer allí. -explicó Bree.

Entraron en el teatro y se sentaron en sus butacas. Bree tuvo la mala suerte de que un señor alto se sentó delante de ella y tuvo que girar la cabeza durante toda la función para ver el espectáculo. Sabían todas las canciones y las cantaron todas. Todas y cada una de las canciones. Afinando como la profesora de música les había enseñado y viviendo el momento. Alexis había asistido a pocos musicales en toda su vida y ese había sido el mejor. Bree experimentó lo que era ir a ver un musical con alguien, siempre iba sola.

Cuando terminó la función volvieron a la estación de tren y otro tren las llevó de vuelta a casa. Durante el viaje conocieron a un joven de veintiséis años, estaba estudiando Artes Dramáticas en NY y viaja a casa a ver a su novia. Se llamaba Paul McClain y se había hecho su amigo en menos de dos horas.

-¿Vamos a cenar juntas? -le propuso Bree a Alexis cuando llegaron a casa.

-Vale. ¿Llamo a Caroline? -propuso ella. Bree asintió.

-Y yo a Charlotte.


Las cuatro cenaron juntas en BrigdeFood, su bar/restaurante favorito.

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