sábado, 1 de marzo de 2014

Futuro: Leyda.


Leyda será una chica amigable, simpática, jugadora de baloncesto y pegamento, como su madre. Estudiará Matemáticas, pero no soltará el baloncesto jamás. Vivirá en la residencia de la universidad de con su mejor amiga: Caroline.

-Hoy es la fiesta de Halloween. -le dijo Caroline mientras caminaban a su clase de Física, las dos estaban estudiando lo mismo.- ¿Irás?

-No se, Caroline. No tengo disfraz y tengo que ir a entrenar por la tarde. -Leyda formaba parte del equipo Blue Devils, de la universidad de Duke, en la que estudiaba.

-¿No tienes disfraz? -preguntó Caroline exasperando. Entonces le dedicó una sonrisa pilla.

-¿Estás pensando lo mismo que yo? -preguntó Leyda sonriendo. Caroline asintió y las dos empezaron a correr por los pasillos para escaparse de la clase de Física e irse a comprar el disfraz de Halloween de Leyda.

Brujas, científicas, diablos... Los disfraces típicos de Halloween dominaban las tiendas de disfraces. Entonces a Leyda se le ocurrió la mejor idea. Seria un ángel de la muerte. Cambiaron de estilo de tiendas y se fue a una tienda de ropa normal. Compraron un vestido negro, corto por las rodillas, sencillo y poco ajustado. Después compraron una alas de ángel normal, a falta de alas de ángel de la muerte. Lo siguiente que compraron fue spray negro y un spray especial para el pelo, blanco.

Cuando llegaron a su habitación tiraron unas toallas en el suelo, para no manchar, y encima de ellas las alas. Pintaron las alas de negro. Después se fueron a comer al comedor donde se sentaron con Luke, Melody y Angel.

-Yo seré Freddy Mercury. -dijo Angel, hablando de la fiesta de esa noche. Angel era un joven negro que estudiaba Derecho.

-A mi hoy me veréis en los huesos. -dijo Melody. Todos se rieron de la forma en la que denominaba a un esqueleto. Melody, con la parte izquierda de la cabeza rubia y la parte derecha morena, estudiaba Fisioterapia.

-Yo iré de mujer peluda. -dijo Luke. Todos estallaron en risas ante la idea del alocado Luke. Él estudiaba Periodismo.- ¿Vosotras?

-Yo, a partir de las seis, soy una Princesa Muerta. -dijo Caroline.

-Y yo un ángel de la muerte. -dijo Leyda. Luke y Angel le dedicaron un: Uhhh.

-Que siniestro, Ley. -le dijo Melody. Pero una mujer las interrumpió.

-John, tengo que hablar contigo. -le dijo aquella mujer a Leyda, que la llamaba por su apellido. Ella asintió y se levantó. Salieron del comedor y se sentaron en una de las mesas exteriores.

-¿Qué pasa? -preguntó preocupada Leyda.

-Mike me dejó... -dijo dejando que las lágrimas salieran de sus ojos.

-Ah... No... -soltó Leyda. La abrazó y su amiga y compañera de equipo, Rachel, lloró en su hombro.

-No me digas: Te lo dije, Rachel. -le pidió su amiga.

-No te lo voy a decir. Pero me molesta tener razón a veces... -confesó Leyda.

Leyda era una mujer inteligente y no le gustaban las tonterías. Cuando Rachel empezó a verse con Mike, Leyda la avisó. Le parecía que la estaba utilizando y que le estaba tomando el pelo. Rachel, al principio no se lo tomó muy bien, pero después entendió que lo hacía porque se preocupaba por ella. Y ahora, le daba la razón.

-Pero no llores más... -le pidió Leyda, después de unos diez minutos de lágrimas.

-¿Cómo no quieres que llore si mi chico me acaba de dejar y aun encima mi amiga me había avisado y yo la ignoré? -dijo entre sollozos.

-Pero lo que puedes hacer hoy es vengarte. -dijo Leyda. Rachel paró de llorar y la miró.- Haremos una apuesta tú y yo hoy. Quién bese a más chicos en la fiesta de esta noche gana. ¿De qué te vas a disfrazar?

-De caperucita. -le dijo ella, secándose las lágrimas.

-Perfecto. A media noche se acaba el plazo. -dijo Leyda con una sonrisa.- Ahora vete a lavar esa cara que te espero y vamos a entrenar.

Y así lo hizo. Espero a su compañera y después, ambas, se fueron a entrenar. Tenían un buen equipo y jugaban en la liga universitaria. Su entrenadora, Tanya Enyo, las hacía sudar cada segundo del entrenamiento. Leyda era escolta, como su madre. Rachel era alero y digamos que era su mejor amiga dentro del entrenamiento. Ese fin de semana jugaría contra Duendes Verdes, y Leyda estaba emocionada. Algunas de sus amigas de instituto seguían jugando en el equipo y por fin se enfrentaría a ellas. A parte, el partido se jugará en Bugle, por lo tanto podrá volver y ver a su familia un rato.

Después del entrenamiento y de la ducha en el vestuario Leyda y Rachel salieron las últimas, como siempre. Tanya se despidió de ellas y cerró el pabellón. Caminaron de vuelta hasta la residencia y cada una se fue a su habitación. Vivía en muy separadas, pero se veían continuamente. Cuando llegó Caroline estaba tumbada en su cama, comiendo chocolate.

-¿Aun no te duchaste? -le preguntó sorprendida Leyda. Ella era la encargada de peinar a su amiga y de preparar su disfraz, claro.

-No, Leyda... No es tan tarde... -dijo Caroline. Pero cuando miró el reloj de pulsera saltó de la cama. Si que era tarde. Salió corriendo hacia los baños y Leyda aprovechó y encendió su PC. Abrió el facebook y cotilleó las fotos de las gemelas. Kelly se disfrazaría de bruja y Lisa de zombi. Les escribió un mensaje a cada una y después empezó a prepararse.

Se puso su vestido negro, unas medias negras y unas botas del mismo color. Se sentó delante del espejo y empezó a maquillarse. Los ojos muy oscuros, colorete claro y los labios de rosa muy clarito, tanto que parecía que estaba pálida de verdad. Caroline llegó envuelta en una toalla y secándose el pelo con otra. Leyda encendió el reproductor de música y puso una canción que le encantaba: Mama Ljuba, de Serebro. Mientras escuchaba la canción ayudó a su amiga a prepararse.

Caroline había escogido un vestido viejo, de su madre, azul. Era largo y pomposo. Juntas rompieron un poco la parte de abajo y lo mancharon con un poco de ketchup. Primero se maquilló y después, con ayuda de Leyda, hizo que todo el maquillaje se le corriera. Por último, el pelo. Leyda se lo secó haciendo que le quedara despeinada y lleno de nudos. Las dos se secaran una foto delante del espejo y Leyda la subió al facebook antes de irse a la fiesta.

El pabellón, lugar de la fiesta, estaba lleno de sábanas colgadas por el techo, manchas extrañas, calabazas con caras... Los universitarios disfrazados de cosas realmente terroríficas y asustándose unos a los otros. Saludó a varias personas de su clase y del equipo. Todo el mundo las felicitaban por el buen disfraz que llevaban, su originalidad y...

-Buenos días, Bugle. Son las cinco y media de la mañana. -el despertador de Cassandra sonó y ella abrió los ojos confusa. Miró a su lado y Jared ya se estaba levantando.

-Buenos días... -dijo él frotándose la cara y entrando en el baño.

-Hola... Jared, ¿qué día es hoy? -dijo sentada en la cama, mientras él estaba en el baño.

-Veintidós de febrero. -gritó él desde el cuarto de baño.


-Ya se de que me voy a disfrazar este año en Halloween. -confesó ella con una sonrisa. Su marido la miró con cara extraña y ella le sonrió.

1 comentario:

  1. Jajajaja todos soñando el futuro de sus hijos!!!
    Másssss Noveeee!!!!

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