Leyda será una chica amigable, simpática, jugadora de baloncesto y pegamento, como su madre. Estudiará Matemáticas, pero no soltará el baloncesto jamás. Vivirá en la residencia de la universidad de con su mejor amiga: Caroline.
-Hoy
es la fiesta de Halloween. -le dijo Caroline mientras caminaban a su
clase de Física, las dos estaban estudiando lo mismo.- ¿Irás?
-No
se, Caroline. No tengo disfraz y tengo que ir a entrenar por la
tarde. -Leyda formaba parte del equipo Blue Devils, de la universidad
de Duke, en la que estudiaba.
-¿No
tienes disfraz? -preguntó Caroline exasperando. Entonces le dedicó
una sonrisa pilla.
-¿Estás
pensando lo mismo que yo? -preguntó Leyda sonriendo. Caroline
asintió y las dos empezaron a correr por los pasillos para escaparse
de la clase de Física e irse a comprar el disfraz de Halloween de
Leyda.
Brujas,
científicas, diablos... Los disfraces típicos de Halloween
dominaban las tiendas de disfraces. Entonces a Leyda se le ocurrió
la mejor idea. Seria un ángel de la muerte. Cambiaron de estilo de
tiendas y se fue a una tienda de ropa normal. Compraron un vestido
negro, corto por las rodillas, sencillo y poco ajustado. Después
compraron una alas de ángel normal, a falta de alas de ángel de la
muerte. Lo siguiente que compraron fue spray negro y un spray
especial para el pelo, blanco.
Cuando
llegaron a su habitación tiraron unas toallas en el suelo, para no
manchar, y encima de ellas las alas. Pintaron las alas de negro.
Después se fueron a comer al comedor donde se sentaron con Luke,
Melody y Angel.
-Yo
seré Freddy Mercury. -dijo Angel, hablando de la fiesta de esa
noche. Angel era un joven negro que estudiaba Derecho.
-A
mi hoy me veréis en los huesos. -dijo Melody. Todos se rieron de la
forma en la que denominaba a un esqueleto. Melody, con la parte
izquierda de la cabeza rubia y la parte derecha morena, estudiaba
Fisioterapia.
-Yo
iré de mujer peluda. -dijo Luke. Todos estallaron en risas ante la
idea del alocado Luke. Él estudiaba Periodismo.- ¿Vosotras?
-Yo,
a partir de las seis, soy una Princesa Muerta. -dijo Caroline.
-Y
yo un ángel de la muerte. -dijo Leyda. Luke y Angel le dedicaron un:
Uhhh.
-Que
siniestro, Ley. -le dijo Melody. Pero una mujer las interrumpió.
-John,
tengo que hablar contigo. -le dijo aquella mujer a Leyda, que la
llamaba por su apellido. Ella asintió y se levantó. Salieron del
comedor y se sentaron en una de las mesas exteriores.
-¿Qué
pasa? -preguntó preocupada Leyda.
-Mike
me dejó... -dijo dejando que las lágrimas salieran de sus ojos.
-Ah...
No... -soltó Leyda. La abrazó y su amiga y compañera de equipo,
Rachel, lloró en su hombro.
-No
me digas: Te lo dije, Rachel. -le pidió su amiga.
-No
te lo voy a decir. Pero me molesta tener razón a veces... -confesó
Leyda.
Leyda
era una mujer inteligente y no le gustaban las tonterías. Cuando
Rachel empezó a verse con Mike, Leyda la avisó. Le parecía que la
estaba utilizando y que le estaba tomando el pelo. Rachel, al
principio no se lo tomó muy bien, pero después entendió que lo
hacía porque se preocupaba por ella. Y ahora, le daba la razón.
-Pero
no llores más... -le pidió Leyda, después de unos diez minutos de
lágrimas.
-¿Cómo
no quieres que llore si mi chico me acaba de dejar y aun encima mi
amiga me había avisado y yo la ignoré? -dijo entre sollozos.
-Pero
lo que puedes hacer hoy es vengarte. -dijo Leyda. Rachel paró de
llorar y la miró.- Haremos una apuesta tú y yo hoy. Quién bese a
más chicos en la fiesta de esta noche gana. ¿De qué te vas a
disfrazar?
-De
caperucita. -le dijo ella, secándose las lágrimas.
-Perfecto.
A media noche se acaba el plazo. -dijo Leyda con una sonrisa.- Ahora
vete a lavar esa cara que te espero y vamos a entrenar.
Y
así lo hizo. Espero a su compañera y después, ambas, se fueron a
entrenar. Tenían un buen equipo y jugaban en la liga universitaria.
Su entrenadora, Tanya Enyo, las hacía sudar cada segundo del
entrenamiento. Leyda era escolta, como su madre. Rachel era alero y
digamos que era su mejor amiga dentro del entrenamiento. Ese fin de
semana jugaría contra Duendes Verdes, y Leyda estaba emocionada.
Algunas de sus amigas de instituto seguían jugando en el equipo y
por fin se enfrentaría a ellas. A parte, el partido se jugará en
Bugle, por lo tanto podrá volver y ver a su familia un rato.
Después
del entrenamiento y de la ducha en el vestuario Leyda y Rachel
salieron las últimas, como siempre. Tanya se despidió de ellas y
cerró el pabellón. Caminaron de vuelta hasta la residencia y cada
una se fue a su habitación. Vivía en muy separadas, pero se veían
continuamente. Cuando llegó Caroline estaba tumbada en su cama,
comiendo chocolate.
-¿Aun
no te duchaste? -le preguntó sorprendida Leyda. Ella era la
encargada de peinar a su amiga y de preparar su disfraz, claro.
-No,
Leyda... No es tan tarde... -dijo Caroline. Pero cuando miró el
reloj de pulsera saltó de la cama. Si que era tarde. Salió
corriendo hacia los baños y Leyda aprovechó y encendió su PC.
Abrió el facebook y cotilleó las fotos de las gemelas. Kelly
se disfrazaría de bruja y Lisa de zombi. Les escribió un mensaje a
cada una y después empezó a prepararse.
Se
puso su vestido negro, unas medias negras y unas botas del mismo
color. Se sentó delante del espejo y empezó a maquillarse. Los ojos
muy oscuros, colorete claro y los labios de rosa muy clarito, tanto
que parecía que estaba pálida de verdad. Caroline llegó envuelta
en una toalla y secándose el pelo con otra. Leyda encendió el
reproductor de música y puso una canción que le encantaba: Mama
Ljuba, de Serebro. Mientras escuchaba la canción ayudó a su
amiga a prepararse.
Caroline
había escogido un vestido viejo, de su madre, azul. Era largo y
pomposo. Juntas rompieron un poco la parte de abajo y lo mancharon
con un poco de ketchup. Primero se maquilló y después, con ayuda de
Leyda, hizo que todo el maquillaje se le corriera. Por último, el
pelo. Leyda se lo secó haciendo que le quedara despeinada y lleno de
nudos. Las dos se secaran una foto delante del espejo y Leyda la
subió al facebook antes de irse a la fiesta.
El
pabellón, lugar de la fiesta, estaba lleno de sábanas colgadas por
el techo, manchas extrañas, calabazas con caras... Los
universitarios disfrazados de cosas realmente terroríficas y
asustándose unos a los otros. Saludó a varias personas de su clase
y del equipo. Todo el mundo las felicitaban por el buen disfraz que
llevaban, su originalidad y...
-Buenos
días, Bugle. Son las cinco y media de la mañana. -el
despertador de Cassandra sonó y ella abrió los ojos confusa. Miró
a su lado y Jared ya se estaba levantando.
-Buenos
días... -dijo él frotándose la cara y entrando en el baño.
-Hola...
Jared, ¿qué día es hoy? -dijo sentada en la cama, mientras él
estaba en el baño.
-Veintidós
de febrero. -gritó él desde el cuarto de baño.
-Ya
se de que me voy a disfrazar este año en Halloween. -confesó ella
con una sonrisa. Su marido la miró con cara extraña y ella le
sonrió.

Jajajaja todos soñando el futuro de sus hijos!!!
ResponderEliminarMásssss Noveeee!!!!