-¿Por
qué tanta formalidad? -le preguntó Harry Goldman a Kayla, que lo
fue a buscar a su casa. Ella llevaba una traje rosa y negro. Kayla le
había avisado de que sería una cena más que formal, por eso Harry
Goldman se había vestido con sus mejores galas.- Mira que ya no
tienes que hacerme la pelota, el año que viene no entrenaré.
-Lo
se, pero no lo hacía para hacerte la pelota. -dijo ella, agarrándolo
del brazo. Se subieron en el coche de Kayla y ella condujo hasta el
hotel Miller S.A.
-¡Qué
cena tan elegante! -dijo Goldman, cuando bajaron del coche.
-No
lo sabes tú bien. -dijo sonriendo Kayla. Entraron en el hotel y la
recepcionista al verla le sonrió y los mandó esperar un momento,
mientras ella “preparaba su mesa”. En cambio, entró en el salón
donde todos los Cazadores de Duendes, esperaban a Harry Goldman. Se
acercó a Cassandra y le comunicó que ya estaban allí. Ella, se
subió en el escenario y gritó para que todos los presentes le
hicieran caso.
-A
ver, ya están aquí. Así que todos a sus puestos. -gritó ella.
Todos se escondieron, debajo de las mesas, en las esquinas, tras las
cortinas, detrás de la puerta... La recepcionista volvió a
recepción y les habló a Kayla y a Harry.
-¿Me
siguen? -dijo sonriente. Kayla asintió y los dos siguieron a la
recepcionista. Entraron en el salón y las luces estaban apagadas.
Brianna las encendió y todos salieron de sus escondites para saltar
y gritar.
-¡Sorpresa!
-gritaron todos a coro.
La
sorpresa en la cara de Goldman se hizo presente. Saludó a los
primeros que se encontró y se emocionó cuando vio a personas que
hacía años que no veía. Todo el mundo estaba allí por él. Todos
los equipos de Duendes Verdes, y los antiguos jugadores.
-¡A
cenar! -gritó Cassandra, dando palmas. Todo el mundo se sentó donde
Cassandra le ordenó. En una mesa estaban sentados todos los chicos
del equipo ganador de las nacionales quince años antes y sus
parejas. Los niños estaban sentados en una mesa aparte. Y Harry
Goldman se sentó con su primer equipo en Duendes Verdes.
-¿Quién
organizó todo esto? -le preguntó a Mery y a Tyrone. Ellos señalaron
a Brianna, Cassandra y a Kayla.- Quien iba a ser sino... -dijo riendo
el viejo.
-¿Qué
tal, homenajeado? -le preguntó Ryan, acompañado por su hermano.
-No
me lo esperaba, para nada. -dijo con una sonrisa Harry.
-Disimulamos
muy bien... -dijo Noel.
-Unos
buenos actores. -rió Ryan. Entonces una mujer también se levantó y
se paró al lado de Noel.
-Hola,
Noel. -dijo Abigail. Mery desvió la mirada de ella y la dirigió al
plato. Tyrone cuando vio esto no pudo evitarse reírse, al igual que
Ryan.- ¿De qué te ríes, Ryan?
-¿De
verdad quieres que te conteste? -le preguntó Ryan. Él y su hermano
volvieron a sus sitios a cenar.
Después
de la cena la música empezó a sonar y las chicas del equipo de
William y Brianna fueron las primeras en levantarse para bailar. Todo
el equipo estaba bailando en la pista de baile. Cassandra y Kayla las
siguieron rápidamente, arrastrando con ellas a todo su antiguo
equipo. William miró a todas las chicas bailando y se sentó al lado
de Harry Goldman, Noel y Ryan.
-Míralas,
parece que tienen las misma edad... -dijo riendo Ryan.
-La
misma edad mental es posible. -añadió Noel. Los cuatro se rieron y
Eric se unió a ellos.
-¿De
qué habláis? -preguntó el recién padre.
-De
la edad mental de las chicas. -dijo Harry.
-¿De
cuáles? -preguntó siguiéndoles el juego. Todos se rieron otra vez.
-Mirad,
se parecen mucho. -dijo William, todos los miraron esperando una
explicación.- Son un equipo, dentro y fuera de la pista. Algunas de
ellas se odian...
-Como
Mery y Abigail. -lo interrumpió Ryan, riendo.
-Pero
siguen siendo un equipo, pese a todo. -añadió William.
-Por
eso fueron campeonas. -dijo Harry Goldman.- Como lo fuisteis
vosotros. Y supongo que los sinvergüenzas aquellos también lo
serán, el año que viene. -dijo señalando al equipo de Cassandra y
Kayla, que miraban a las chicas bailar.
-¿Están
mirando a mis chicas? -preguntó William.
-¿A
cuáles? Porque creo que vas a ir a amenazarlos si están mirando al
equipo de Christine y de Molly o si están mirando al equipo de tu
novia. -dijo Ryan.
-Tienes
razón. -dijo levantándose. Se acercó a donde los adolescentes
estaban.- Hola, chicos. Contadme. ¿Las pequeñas o las mayores?
-Las
mayores... -contestó inconscientemente Wesley, babeando. Cuando se
dio cuenta de con quien estaba hablando se giró y lo miró con
miedo.- Pero no a Brianna.
-¿Entonces
a quién? -preguntó otra vez Will.
-Yo
a la entrenadora Marvin. -confesó Eric Rose. Entonces, su tocayo,
Eric Shaw, lo agarró por los hombros.
-¿A
mi mujer, joven? -preguntó él.
-Profesor
Shaw. Este señor fue mi profesor hace diez años. -dijo Eric Rose,
nervioso.
-¿Así
que mi mujer está buena? -preguntó Eric Shaw. Eric Rose asintió
atemorizado.- Me alegra saber que estás de acuerdo conmigo. -dijo
acariciándole el hombro. Él y William se fueron riéndose.
La
noche continuó con mucha música y risas. Los chicos se unieron a
las chicas bailando. Incluso los más mayores. Padres y amigos
bailaban. Todas quisieron bailar con Harry Goldman y él lo hizo.
Bailó con todas y cada una de las chicas de la fiesta. Tara sacó su
cámara de fotos, era una ocasión perfecta para lucirse con sus
dotes de fotógrafa.
-Chicos,
una foto. -les pidió al equipo de William y a al de Cassandra,
juntos. Todos posaron con cara estúpidas y graciosas.- Gracias.
-dijo sonriente e yendo a fotografiar más.
-Vamos
a bailar. -le dijo Brianna, tirando de la mano de su novio. Él se
negaba a bailar.- Por favor, Will.
-No,
no quiero bailar, Brianna. -dijo él, sin levantarse.
-Si
no bailas conmigo, tendrás que bailar con ellas. -dijo señalando a
las adolescente. Frente al chantaje se levantó y bailó con su
novia.- ¿Ves? No bailas tan mal... -dijo mientras bailaban.
-¿Quién
dijo que bailaba mal? -preguntó sorprendido William. Brianna lo miró
desafiante y él se lo demostró con una canción ochentera.- ¿Ves?
-La
verdad es que me sorprendes, mucho. -dijo Brianna.
-Me
ofendes. -dijo William.
-Entrenador,
lo acabo de ver. Tiene que bailar conmigo. Sí o sí. -le dijo
Daphne, tirando de su mano. William miró a Brianna pidiéndole
ayuda.
-Me
prometiste que solo tendría que bailar contigo. -le dijo cuando se
estaba alejando de ella. Brianna lo saludó con la mano y le sonrió.
Brianna miró a su alrededor y notó la ausencia de su entrenador.
Entonces, cogió una chaqueta y salió a los jardines. Allí estaba
él, sentado en un banco. Se sentó a su lado y apoyó la cabeza en
su hombro.
-Gracias,
por todo esto. -le dijo el viejo.
-Dáselas
a Cassandra, ella se ocupó de todo. -dijo Brianna, riéndose de su
mejor amiga, que no había cambiado lo más mínimo con el paso de
los años.
-Supongo
que ella necesitó ayuda.
-Un
poquito sí. Todos pusimos nuestro grano de arena. -confesó ella.
Goldman se rió y Kayla, apareció en la escena.
-¿Qué
hacéis aquí? Hay un fiestón allí dentro. -dijo sonriente. Tiró
de los dos y los llevó a la fiesta otra vez. La fiesta terminó
cuando los encargados del hotel los echaron. Era demasiado tarde ya.
Algunos siguieron la fiesta y otros volvieron a sus casas. Pero Harry
Goldman no hizo ninguna de estas dos cosas. Se fue al instituto y se
sentó en su clase. Miró el encerado pintado con jugadas, las sillas
vacías y las fotos en las paredes. Se sentía en casa y tenía que
escoger a un sucesor.
Siento comunicaros que sólo quedan tres capítulos. Intentaré subirlos este fin de semana, así el lunes podré empezar con OOM. Aprovecho y os comento un poco de lo que va:
Cuatro chicas, diferentes, unidas por un hombre. Unieron sus fuerzas contra su dolor y se hicieron amigas. Pero había otra cosa que las iba a unir, la música y la estúpida idea de una de ellas.
Un beso,
Cris.~

NOOOO ya se acaba!!!!! Me encanto el capi.
ResponderEliminarMássss Noveeee!!!!