jueves, 6 de marzo de 2014

El juicio.


Aquella mañana, Mery se vistió con su mejor ropa. Se maquilló y se recogió el pelo. William, ayudado por Brianna, escogió su traje más elegante y se peinó lo mejor posible. Quedaron en encontrarse delante de Cazadores de Duendes. Era el día del juicio por el divorcio de William y Jenna.

Mery y Brianna habían decidido que lo mejor era que Brianna no fuera al juicio, para evitar problemas. En su lugar Kayla y Noel irían de público. Brianna condujo hasta Cazadores de Duendes y en la puerta del café ya estaban Kayla, Noel y William. La última en llegar, en un taxi, fue Mery.

-¿Estáis listos? -preguntó cuando se bajó del taxi. Todos asintieron.- Pues vamos. -dijo ella sonriente. Brianna le dio un beso a William y les deseó suerte. Tara se despidió de Noel y, con Brianna, volvieron al café. El resto se subieron en el coche de Noel, que se había ofrecido para conducir ese día.

Durante el juicio cada uno actúo como lo que tenía que hacer. William, cada vez que Mery abría la boca, se sorprendía de lo buena que era su amiga en su trabajo. Mery defendió todo lo que era de su mejor amigo con uñas y dientes. Jenna lo atacó con mentiras y manipulaciones, pero la abogada de William supo como desmentir todo eso.

El juez se tomó unos minutos para tomar una decisión. Finalmente, William consiguió quedarse con la casa y el coche. Jenna y su abogada salieron del juicio enfadadas y decepcionadas. Mientras que William se dio el lujo de abrazar a Mery, a Noel y a Kayla. Cuando salieron e iban a subir en el coche, Jenna los interrumpió.

-Will... -le dijo a su actual ex-marido. Él bufó y se acercó a ella.- Siento todo lo que hice... -confesó ella.

-A veces con sentirlo no llega Jenna. -dijo William, que estaba enfadado por como Jenna había llevado el juicio.

-Pero, necesitaba el dinero. -se excusó ella.

-Trabaja, Jenna. -le dijo él.

-Ya trabajo.

-Vamos, trabaja de verdad. Tu padre te dio trabajo como secretaria para que hicieras algo. Pero, ¿por qué no terminas Filología Española? -propuso él.

-¿Ellos son tus amigos, no? ¿Te has amigado con ellos? -preguntó mirando a Noel, Kayla y Mery que no le quitaban el ojo de encima.

-Sí, son ellos.

-Me alegro que tengas una buena relación con ellos otra vez. Dale mis felicitaciones a Kayla por el embarazo. -dijo mirando la enorme barriga de Kayla.

-Lo haré. -dijo él. Cuando ya se iba a ir, Jenna lo volvió a interrumpir.

-¿Estás con Brianna, otra vez?

-Sí. -contestó él. Su ex-mujer bajó la mirada.- No te hagas la decepcionada, sé que tú estás con otro hombre.

-Sí, pero no estoy decepcionada por eso. Sino porque en el fondo siempre supe que seguías enamorado de Brianna y no lo supe ver. Que seas feliz, Will.

-Ahora lo seré. -dijo él. Finalmente se dio la vuelta y volvió con sus amigos. Noel condujo de vuelta a Cazadores de Duendes.


-Tendría que haber ido con ellos. -repitió otra vez Brianna, nerviosa. Estaba sentada en la cocina del café mientras Tara cocinaba unos cupcakes.

-No haber ido es lo mejor que pudiste haber hecho. -le dijo Tara, intentándola tranquilizar.

-Pero, ¿por qué no llegan? -preguntó mirando el reloj.

-Quizás se haya alargado el juicio o haya atasco... Cualquier cosa, Brianna. Además no es tan tarde. Intenta relajarte. -le pidió por tercera vez en la mañana. Ambas escucharon las voces de Mery y Noel dentro de Cazadores de Duendes y salieron a ver como había salido todo.

-¿Y? -le preguntó Brianna a William en cuanto lo vio.

-Hemos ganado... -dijo William. Brianna suspiró y lo abrazó.

-Esta mujer es la mejor abogada que he visto en mucho tiempo. -le dijo Kayla a Tara. Entonces, Ryan entró en el bar.

-¿Cómo te fue? -le preguntó a William. Éste sonrió y Ryan lo entendió. Se abrazaron y Tara los invitó a tomar un café. Noel la acompañó a la cocina. Se remangó la camisa y la ayudó.

-Me encantó la parte en la que Mery le dice a la abogada de Jenna: ¿Puede explicarme usted por qué Jenna abandonó la vivienda si es que, supuestamente, William la dejó a ella? Entonces, Jenna empezó a tartamudear sin saber que decir y Mery le dice: Con esto ya tengo suficiente para defender a mi cliente. -le contó Kayla a Ryan.

-¿De verdad? ¿Quién lo iba a decir que un metro y medio pudiera ganar un juicio de esa manera? -dijo Ryan.

-Estúpido. -le dijo Mery, tirando una servilleta a la cara de Ryan. Se llevaban muy bien desde que ella había estado saliendo con Noel. Cuando Jared llegó, jefe de Mery, le contaron todo lo sucedido y Mery le entregó todos los papeles correspondientes.

-Acabas de ganar un diamante en bruto. -le dijo William a Jared, con un brazo sobre los hombros de Brianna.

-¿Después no queréis que la gente sepa lo vuestro? -se quejó Molly, entrando en el café. Todos se rieron de la adolescente.

-Un respeto que soy tu entrenador. -le pidió William.

-Y yo tu prima y entrenadora. -añadió Brianna.

-Bueno, Tara, cielo, ¿me das un café para llevar? -dijo Molly cambiando de tema. Tara asintió y fue a preparar el café.

-¿A donde vas? -le preguntó Noel.

-A casa de Daphne. Vamos a estudiar. -explicó ella.- Por cierto, ¿cómo te fue en el juicio? -le preguntó a su entrenador.

-¿Tú como sabes que tenía un juicio? -le preguntó sorprendido William.

-Ryan lo dijo ayer en la cena. -dijo Molly mirando a su hermanastro.

-Tu café, Molly. -le dijo Tara, con el en las manos.

-Gracias. -le dio un beso en la mejilla y Tara la abrazó por los hombros.

-Pues me fue muy bien. -dijo William, contestando a la pregunta de su jugadora.

-Me alegro. Me voy que llego tarde. -dijo Molly saliendo casi corriendo del café.

-Yo también me voy que mi madre quiere que la ayude con algo en casa. -dijo Mery levantándose de la mesa.

-¿Te llevo, enana? -le preguntó Ryan.


-Vale, pero como me vuelvas a llamar enana te dejo de hablar. -lo amenazó ella. Se despidió de todos y se fue con Ryan.

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