-Cassie, ¿tienes azúcar? -le preguntó Kayla,
tomándose un café en la nueva casa de Cassie.
-Si, espera que lo busco. Esto todavía está patas
arriba. -se quejó Cassandra, buscando en su cocina. Cuando lo
encontró lo dejó encima de la mesa y se sentó con su amiga.
-Oye, ¿sabes si le pasa algo a William?
-¿A Will? No tengo ni idea. No hablamos mucho desde que
volví. Tengo tantas cosas que hacer... ¿Por qué me lo preguntas?
-Porque Eric lo vio en una una mala situación. Como
descuidado, y tiene razón. Además, si no está trabajando, siempre
está en la calle.
-Si, me sorprendió que tenga tanto tiempo para llevar a
Leyda a clase e ir a recogerla todos los días... -dijo pensativa
Cassandra. Ahora Will era el encargado de ir a buscar y llevar a
Leyda todos los días.
-Por eso mismo... -dijo Kayla.
-Pues no tengo ni idea. Quizás Brianna sepa algo. Hoy
por la tarde, cuando vaya a trabajar le pregunto.
-¿Vas a trabajar por la tarde? -le preguntó Kayla.
-Si, pero me da tiempo a ir al entrenamiento. -aclaró
Cassandra. Kayla suspiró de alivio y en cuanto se acabó en café se
fue. Como había prometido, Cassandra le preguntó a Brianna esa
tarde.
-No tengo ni idea de si le pasa algo. -contestó
Brianna.- Desde que cortamos que no tenemos relación. Fui a su boda,
pero no hablamos desde aquella.
-Pues deberías hacerlo, Brianna. Sois muy importantes
el uno para el otro. -le dijo Cassandra.
-Cassie, no empecemos con esto. Ya hablamos de esto.
Fuimos amigos, todos. Y crecimos, ya no lo somos. No voy a hablar con
William. Habla tú con él. Es el padrino de tu hija.
-Pero ya hace suficiente llevándola todos los días a
clase, para aun encima andarle preguntando cosas como si tuviera que
examinarlo para ser el padrino de Leyda.
-Quizás los mellizos sepan algo... -dijo pensativa
Brianna.- Les preguntaré.
Y eso hizo. Las preguntas sobre William se había
extendido sobre el grupo de amigos del instituto rápidamente.
-¿Qué William no está bien? -preguntó sorprendido
Ryan.
-Si, Brianna tiene razón. El día de la cena lo vi algo
deprimido... -dijo Noel.
-Y William nunca estaba deprimido. -dijo Brianna.
-Pues no tengo ni idea... -confesó Ryan.
-Pobre, ¿le habrá pasado algo grave? -pensó Noel.
-Bueno, le diré a Cassandra que no sabemos nada. -dijo
Brianna mandándole un mensaje a su amiga.
Cassandra pensó que esta era la ocasión perfecta para
unir al grupo otra vez. Caminaba de vuelta a su casa y le sorprendió
un bar que estaba en una esquina. Su nombre era Cazadores de Duendes.
Entró y se encontró con Tara sirviendo mesas.
-¿Tara? -preguntó Cassandra.
-Hola, Cassie. -le dio un beso en la mejilla con una
bandeja en la mano derecha.
-¿Qué es esto?
-Es mi bar. ¿No sabías que había abierto un bar hace
un par de meses?
-No tenia ni idea. ¿Y el nombre tiene algún
significado? -preguntó Cassandra.
-Si, Noel me contó vuestra historia y me gustó lo de
Cazadores de Duendes así que lo utilicé para mi bar. Espero que no
te importe.
-Para nada, es más, me encanta la idea... -dijo
sonriente.- Ponme un café con leche, por favor.
Se sentó en una mesa y empezó a mandar mensajes. Uno a
Brianna, otro a Noel, a Kayla, a Ryan y a William. Les explicó donde
estaba y esperó por ellos. La primera en llegar fue Kayla, después
los mellizos acompañados por Brianna y por último William.
-¿Qué es esto, Cassandra? -le preguntó William
sentándose.
-Es una reunión de amigos. -explicó felizmente
Cassandra. William bufó mirando para otro lado.- Por favor, Will, lo
hacemos por ti.
-¿Por mi? ¿Por qué? -preguntó sorprendido William.
-No te vemos bien, William. -explicó Kayla.
-Estás descuidado, triste. Y tú nunca lo estabas. -le
dijo Brianna.
-¿Nos quieres contar algo? -preguntó Cassandra.
William no aguantó más y confesó lo que hacía tiempo que quería
confesar.
-Jenna y yo nos estamos divorciando. -las bocas de sus
antiguos amigos se abrieron de par en par esperando una explicación.-
Durante los últimos años las cosas no estaba yendo muy bien.
Discutíamos por cualquier cosa, nos enfadábamos, yo dormía en el
sofá o ella en casa de sus amigas. Las cosas no estaban bien y un
día encontré por casualidad una solicitud de divorcio. Discutimos
otra vez y ella se fue de casa.
-¿Cuando pasó esto? -le preguntó Ryan.
-Hace tres meses. -dijo él.
-¿Hace tres meses que os estáis divorciando y no nos
dijiste nada? -preguntó Brianna.
-Nadie lo sabe, sois los primeros. Ni siquiera mis
padres lo saben todavía. -confesó William.- Además, todos sabemos
como están las cosas. Cassandra lo intenta arreglar pero...
-Lo siento mucho. -le dijo Kayla agarrando su mano por
encima de la mesa.
Todos se levantaron y lo abrazaron. William por un
minuto se sintió querido pero sabía que eso se acabaría con el
café que se estaba tomando. A medida que sus antiguos amigos se
tomaban en café se levantaban y se iban. Él también se fue y llegó
a su casa. Desordenada, sucia, no tenía ganas e limpiarla. Se sentó
en su butaca y miró por la ventana. Llovía y él odiaba la lluvia.

Máss Nove!!!!!!
ResponderEliminarmaaaas me encanta ;)
ResponderEliminar