martes, 17 de diciembre de 2013

DIECINUEVE-Wilmington (segunda parte)



-Ya son las diez y tu hija sigue durmiendo con Andrew. -se quejó Renee, lista para irse a trabajar.

-Estarán cansados. -Darren también estaba listo para irse. Ronald estaba en el instituto y Alexis y Andrew todavía durmiendo.- Me tengo que ir. -dijo mirando su reloj.- Me dejaron llegar un poco más tarde, pero no me puedo pasar. -tanto Darren como Renee pidieron unas horas para pasar con su hija. Esas horas su hija las pasó durmiendo.

-Yo también. Le voy a dejar una nota.

Tu hermano se fue al instituto, tu padre y yo al trabajo. Ir a visitar a los abuelos. Cuidaros.

Mamá”

Alexis y Andrew leyeron eso una hora más tarde. Desayunaron un zumo, se vistieron se encaminaron a casa de los abuelos de Alexis. Cuando llegaron la abuela Candy les abrió la puerta con una sonrisa y un abrazo. Se presentó a Andrew y los invitó a pasar. Cuando entraron en el salón se sorprendieron al ver a Elle y Damien hablando con el abuelo Ben.

Abuelo! -gritó Alexis en cuanto lo vio. Corrió a abrazarlo y darle un beso. Entonces miró a su prima y ésta le guiñó un ojo.

-Bueno, nosotras os trajimos un sovenir de nuestro viaje. Primero esto. -les dio una caja y ellos la abrieron. Dentro encontraron un imán de cada uno de los catorce destinos que visitaron.

-Y después unos detallitos. Esto para ti abuelo Ben. -dijo Alexis sacando una caja con unas semillas para plantar una serie de flores y árboles. El abuelo Ben se lo agradeció en el alma.- Y esto para ti, abuela Candy. -a la abuela le habían traído una caja de té de Londres, ya que ella era una amante del té.

-Muchas gracias. Mis niñas. ¿De dónde es? -preguntó mirando la caja, estaba un poco ciega.

-De Londres. -dijo Alexis.

-Es que a Alex le gustó mucho Londres. -dijo Elle, ganándose un golpe de su prima.

-¿Os quedáis a comer? -preguntó la abuela que siempre tenía comida por si acaso un ejército aterrizaba en su jardín y se quedaban a comer.

-No, gracias, Abuela. Nosotros vamos a comer con mis amigos. -dijo Alexis.

-¿Esa amiga tuya está embaraza no? -le preguntó la abuela refiriéndose a Suzanne.

-Si, ¿como lo sabes?

-Me lo dijeron el otro día en la peluquería. -sus dos nietas y sus novios se rieron.- ¿Vosotros os quedáis? -le preguntó a su otra nieta.

-Vamos a comer con mis amigos también.

-Bueno, entonces el domingo venís todos a comer. Decírselo a vuestras madres. -eso era una afirmación y que nadie se atreviera a decir lo contrario. Los cuatro se despidieron de los ancianos y se echaron a andar hacia el centro.

-¿Mi tío te trata mal? -preguntó Alexis, bromeando con Damien.

-Sí, es de estos padres celosos... -dijo él, haciendo que Elle se riera.- ¿Su hermano es igual? -le preguntó a Andrew.

Que va! Darren es genial. -ambos habían congeniado muy bien.- Y Renee y Ronald también, aun que Alex diga lo contrario.

-Yo con Heather e Ian no tengo problema. El problema es con Eddy que me odia. -se quejó Damien. Después se separaron y cada uno se fue por su camino.

Cuando Alexis y Andrew llegaron al lugar de encuentro con sus amigos todos estaban allí ya. Incluso alguno de más. Alexis cuando los vio empezó a correr hasta que llegó a Joey y Paul y se colgó de ellos. Después abrazó fuerte a Suzanne y, por último, Oliver le dio un par de vueltas en el aire. En cambio, Tyson tan sólo la despeinó un poco, cosa que molestó a Alexis.

-Bueno, él es Andrew. -dijo señalando a su chico.- Ellos son: Paul, el deportista -jugador de fútbol, al contrario que Alexis y Suzanne.-, Joey, el rubio -Joey era muy rubio y destacaba por encima del resto.-, Oliver, el poco listo -éste amigo todavía estaba en el instituto pese a que debía de estar graduado hacía dos años.- y Suzanne, la embarazada. -su amiga le echó la lengua y después señaló a Tyson con la mirada.- Ah.. Y él es Tyson, el novio de la embarazada.

-Encantado. -dijo Andrew.

-Te queremos hacer una pregunta... -dijo Joey atacándolo con Oliver.- ¿Por qué te gusta Alexis? -todos rieron y ellos entraron en el bar de primeros. Suzanne y Alexis se volvieron a abrazar y entraron detrás de ellos.

Elle y Damien caminaban abrazados, hasta que Elle vio a sus amigas Natalie y Roselyn, acompañadas por Richard, su ex-novio. Corrió hasta ellas y antes de tocarse se paró y esto fue seguido por una serie de gritos aleatorios. Primero gritó Elle, después las chicas. Elle, las chicas, las chicas, Elle... Hasta que terminó en un gran abrazo. Cuando se separó de ellas se abrazó con Richard y sus amigas se lanzaron sobre Damien.

-Tú debes de ser Damien. -le dijo Natalie.

-Claro que es Damien. -dijo Rosalyn.

-Yo soy Natalie, pero me puedes llamar Natty.

-Y yo Rosalyn, Rossie para los amigos.

-Y tú ya eres amigo, claro.

-¿Tienes hambre?

-¿Quieres entrar?

La sucesión de preguntas pasó sin medio segundo entre una y la otra, sin que Damien pudiera contestar y provocando la risa de él.

Ehh! -gritó Elle, apartando a sus amigas de su novio.

-Encantado de conoceros. -dijo Damien con una sonrisa, entonces Richard se acercó a él.

-Yo soy Richard. -dijo serio.

-Ricky. -añadió Elle.

-El primer novio de Ellie. -dijo Richard otra vez serio.

-El tercero. -lo corrigió Elle.

Los dos hombres se dieron la mano y Richard intentó intimidarlo apretándole la mano. Damien miró su mano y después a él.

-¿Qué haces? -le preguntó.

-Nada. -dijo con una sonrisa burlona. Entonces Damien también empezó a apretar mucho más que Richard, él sacó su mano y la llevo contra su pecho.- ¡Ay! -las chicas rieron del grito de Richard.

-Ricky ¿no ves que es más fuerte que tú? -le dijo Natty entrando con él al bar. Damien y Elle iban de últimos riendo de la tontería que acababa de hacer Richard.

Después de comer, Suzanne convenció a Alexis para ir a entrenar, pese a que ella no podía por el embarazo. Alexis aceptó y fue a su casa a coger ropa. En cambio, Andrew que se llevaba muy bien con los chicos, sobretodo con Paul y Tyson, se quedó esperándola con ellos. Cuando volvió, con la bolsa colgada de un hombro, Andrew cargó con su bolsa y los siete se fueron hacia el pabellón. Cuando entraron en él, estaba Emer, el entrenador de las chicas, entrenando a un grupo de niños pequeños que empezaban a dar sus primeros pasos en el baloncesto. Emer estaba de espaldas a la puerta, por eso no vio a sus chicas entrar en el pabellón. Los chicos, que sólo Tyson jugaba al baloncesto, se sentaron en las gradas, esperándolas. Alexis y Suzanne se acercaron a él. Alexis se subió a un banco que ejercía de banquillo para algunos niños y le tapó los ojos a su entrenador. Era necesario que se subiera al banco, ya que su entrenador era mucho más alto que ella.

-Niños, dejadme en paz que tengo que mirar el partido. -el grupo de niños estaba jugando un partido entre ellos. Su hijo, Kevin, al cual entrenaba con sólo seis añitos, se acercó porque conocía perfectamente a Alexis y a Suzanne que fueron sus niñeras en varias ocasiones. Suzanne le hizo señas para que no dijera el nombre de su compañera.- ¿Quién es el gracioso? -dijo Emer cansándose del juego.

-No es un niño, es una niña papá. -dijo Kevin.

-¿Evelyn? ¿Jane? ¿Alice? -sólo había tres niñas en el equipo de chicos más pequeños del club y eran esas tres. Todo el equipo estaba al rededor de su entrenador mirando la escena y riendo.

-No, no... -le dijo una de ellas.

-¿Entonces quién es? -dijo tocando las manos que no le dejaban ver. Las apartó y se giró. Sonrió al encontrarse con su jugadora y la abrazó. Kevin y algunos niños más se sumaron al abrazo.- ¿Qué haces aquí?

-¿Cómo que que hago aquí? Vengo a entrenar. -dijo señalando la bolsa de deporte.

-¿Ya vuelves al equipo?

Claro! -dijo feliz.

-Menos mal, porque necesitaba jugadoras desde la baja de tu amiga... -dijo mirando a Suzanne que se rió y le echó la lengua.


-Yo también se lo dije, pero no atiende a razones... -dijo indignada. De repente un grupo de chicas entraron por la puerta del pabellón y al ver su base corrieron hacia ella dejando tiradas en el suelo todas las bolsas de deportes. Todo el equipo mayor femenino se unió en un círculo y saltaron abrazándose y gritando.

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