jueves, 3 de octubre de 2013

Todos juntos.




-¿Se puede saber qué estáis haciendo? -les gritó Harry Goldman, después de un ejercicio en el que perdieron todos los balones, no corrieron, se cayeron...

-No es el mejor día para entrenar, señor. -contestó Tyrone.

-¿Cómo que no es el mejor día para entrenar? Todos los días deberían ser buenos para entrenar. ¿Qué pasa? Lleváis entrenando fatal desde dos semanas atrás.

-Nuestra compañera está desaparecida, señor. -contestó con valentía Noel.

-Por eso mismo, chicos. Kayla no está. Tenéis que ser fuertes. ¿O pensáis que quedándoos en casa llorando y esperándola vais a estar mejor? Ella os necesita.

-Y nosotros a ella. -dijo Brianna.

-Por eso, porque la necesitáis. ¿Por qué conocisteis a Kayla? -se miraron unos a otros sin contestar.- ¿Cómo conocisteis a Kayla? -repitió Harry Goldman.

-En el equipo. -dijo William.

-En el equipo... -fueron repitiendo uno a uno.

-Por eso tenéis que seguir entrenando. Si el equipo se destruye, ¿qué va a hacer Kayla cuándo vuelva? Creo que tenéis que entrenar mejor que nunca, porque cuando ella vuelva va a necesitar que el equipo esté bien, unido. Por eso no quiero ni una sola pelea más, ni una discusión, ni una lágrima. -dijo mirando a Cassandra que limpiaba una lágrima que corría por su mejilla.- Vamos a ganar la liga nacional, por ella. Todos juntos. ¿Alguien tiene algo más que decir o quiere abandonar el entrenamiento?

-Vamos a entrenar... -dijo Lilly, haciendo su trabajo como capitana. Ninguno se movió y ella aplaudió dos veces y gritó.- ¡Vamos!

Los chicos obedecieron y a partir de ese momento lo hicieron todo mejor. Corrían más, los balones ya no se escapaban de sus manos, los ejercicios salían mucho mejor... Cuando Patty y Jamie se tropezaron, se miraron, se dieron las manos y se levantaron una a la otra. Cada vez que una jugada no salía como ellos querían se chocaban las manos y cuando salían bien, se abrazaban. Necesitaban estar todos juntos, y eso iban a hacer. Al terminar de entrenar, William llevó a casa a Brianna y a los mellizos. Primero dejó a Ryan y a Noel y después a Brianna. La acompañó a la puerta y le prometió que iría con ella en un rato. Y cumplió. Pero con una buena noticia.

-Brianna, Brianna... -dijo moviendo su hombro para despertarla de su siesta en el sofá.

-¿Qué pasa? -preguntó ella, sentándose y apartando el pelo de la cara.

-Han encontrado al secuestrador y ha confesado tener a Kayla. -dijo con una sonrisa.

-¿Qué? -preguntó atónita.

-Vamos, vamos a su casa. -dijo tirando de su brazo. Brianna apuró a ponerse lo primero que encontró, un pantalón deportivo y una sudadera. Y así fueron los dos a casa de los Marvin.

Cuando llegaron, se encontraron con la policía en la puerta de la casa. Los padres de Kayla sonriendo y abrazados. Los dos se acercaron y se encontraron con Cassandra, Eric, Ryan y Noel.

-¿Qué está pasando? -preguntó Brianna.

-Encontraron al secuestrador, pero todas las chicas a las que tenía secuestradas aun están desaparecidas. -explicó Noel.

-Pero, ¿saben si están bien? -preguntó William.

-Él dice que están vivas, pero que si no las encuentran rápido morirían de hambre. -dijo Eric.

-Pero se niega a confesar donde las tiene... -completó Cassandra.

-Por lo menos está bien... -suspiró Brianna. La policía entró en casa y la madre de Kayla les gritó.

-Chicos, entrad.

Los seis entraron en la casa de los Marvin y esperaron que la policía recibiera más noticias de las secuestradas. Cuando así fue, se lo comunicó a los padres de Kayla en privado.

-Encontraron el lugar donde están las chicas. Pero es muy difícil entrar, y además no sabemos en las condiciones que pueden estar las chicas. Por eso les vamos a pedir que nos acompañen al lugar. -les dijo el policía.

-¿Está muy lejos de aquí? -preguntó el señor Marvin.

-No, a una hora y media de viaje, más o menos.

-Pues vamos. Vete a cambiar, yo se lo voy a explicar a los chicos. -dijo el padre de Kayla. Se acercó a los seis chicos y ellos lo miraron expectantes.- Encontraron el lugar donde están las chicas, -las sonrisa empezaron a formarse en la cara de los chicos- pero es muy difícil de entrar y no saben en las condiciones en las que pueden estar. Por eso nos piden, que viajemos hasta el lugar para estar allí cuando las saquen.

-Es genial. -dijo Ryan.

-Quería pediros que os quedéis aquí. Se que es pedir mucho y...

-Yo me quedo. -interrumpió Cassandra.

-Y yo. -dijo Eric. Uno a uno se unieron y el señor Marvin sonrió.

-Por favor, esperar aquí a que lleguemos con Kayla. Estoy seguro de que ella querrá veros.

-Aquí estaremos... -dijo Brianna.

-Gracias. Nos vamos. -anunció la madre de la desparecida.

Los chicos se quedaron en la casa de los Marvin. Cassandra preparó café, ya que una hora había pasado y todavía no habían recibido noticias. Encendieron la televisión, pero a las cuatro de la madrugada de un viernes no echaban nada interesante. Pero entre las noticias de la mañana anunciaron que encontraron el lugar donde las chicas estaban atrapadas, pero todavía no habían entrado por la dificultad de la entrada. Nada que no supieran de antemano... El móvil de Cassandra sonó y todos la miraron.

-Cassie, ¿viste las noticias? -dijo Brandon feliz.

-Si, ya lo sabemos.

-¿Sabéis algo más? -preguntó esperanzado.

-No, solo que tenemos que esperar.

-¿Cuándo sepas algo más me avisas, por favor?

-Claro.

-Gracias.


-De nada.

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