Los primeros días de las vacaciones fueron geniales, la nieve, el
frío el ambiente navideño... Los habitantes de Bugle iban al centro
de Bugle donde las tiendas estaban llenas de gente comprando regalos
y adornos. Los padres de Brianna le mandaron los regalos de Navidad
antes de tiempo, pero ella ni siquiera los abrió, los dejó debajo
de árbol sin más. Esa noche era veinticuatro de diciembre, y todas
las familias se reúnen a la hora de la cena.
-Papá, ¿quién viene a cenar hoy? -preguntó Noel, mientras
limpiaba el comedor con su hermano y su padre.
-Viene tu tío Danniel, su mujer Loreen y tu prima Ariadne. -explicó
Adam.
-¿Ariadne? -los dos hermanos se miraron y se rieron.
-No os riáis de vuestra prima. -les dijo su padre.
-Papá, hace tres años que no la vemos. -dijo Ryan.- Pero seguro que
sigue igual.
La pobre Ariadne siempre fue humillada por sus primos. Ella es gorda,
con brakets, con espinillas, con gafas redondas y solo tenía una
amiga. Sus primos solían reírse de ella y hacerle pasar un mal rato
siempre que se veían. Loreen, la madre de Ariadne, harta de esta
situación decidió no volver a dejar que su hija viera a los
mellizos. Pero algo había cambiado ese año.
-¿A que hora llegarán? -preguntó Noel.
-Ya deberían estar aquí. -dijo Adam mirando el reloj. En ese mismo
instante el timbre sonó.
-¡Yo abro! -dijo Ryan riendo y corriendo para abrir la puerta.
Cuando la abrió su mandíbula se abrió a velocidad de Superman.-
Hola... -tartamudeó.- ¿Quién eres?
-Hola, primito. ¿No te acuerdas de mi? -dijo Ariadne antes de darle
dos besos. Sus tíos aparecieron detrás de ella.
-¡Ryan! Cuanto has crecido. -le dijo su tío. La pareja entró a
saludar a Adam, pero Ariadne se quedó allí, mirando al niño que
tanto la había humillado. Noel, como su hermano tardaba tanto,
decidió ir a mirar que pasaba y entonces se encontró con su prima,
totalmente cambiada.
-Hola, ¿Noel, no? -dijo Ariadne, le dio dos besos y los mellizos se
quedaron mirando a su prima.- ¿No me vais a invitar a pasar?
-¡Ariadne! ¡Cuanto tiempo! -exclamó Adam.- Pasa, cariño.
Ariadne entró en la casa dejando a los mellizos en la puerta de su
casa totalmente en estado de shock. Ariadne había abandonado los
brakets, había adelgazado como quince quilos, su cutis estaba más
terso que nunca -sin rastro de las espinillas que tuvo anteriormente-
y había cambiado sus gafas redondas por unas gafas de pastas, negras
y cuadradas que la favorecían mucho. Por no hablar de su cambio de
estilo. Su pelo ahora era rubio, con flequillo recto sobre la frente
y unas ondas hasta la mitad de la espalda. En cuanto a la ropa, ella
lucía unos pantalones bien ajustados, una camiseta que dejaba su
hombro izquierdo al descubierto donde se podía ver la tira de su
sujetador negro.
-¿Esa era Ariadne? -le preguntó Noel a su hermano.
-Si.
-Es imposible...
En casa de Kayla acababan de llegar su primo Austin y sus padres.
Pero no vinieron solos, Jared tenía un amigo español de intercambio
y pasaba las Navidades con ellos. Por eso Pablo se presentó en su
casa. Kayla estaba hablando con Cassandra por teléfono en su
habitación.
-Pablo, ¿no te suena a galán? -le dijo medio riendo.
-Si, ¿por que lo preguntas?
-Porque mi primo trajo a un amigo español que se llama Pablo y es un
bombón.
-¿Por que no los traes a patinar al lago con nosotros?
-Que buena idea, Cassie. En una hora en el lago. Yo aviso a Eric y a
los Evans.
-Está bien. Yo me encargo de Brianna y William.
Como habían quedado, en una hora todos se presentaron en el lago.
Por obligación de su padre, los mellizos se presentaron con su prima
en el lago. Se pusieron los patines y las chicas fueron las primeras
en ir a patinar.
-¿Quién es esa? -preguntó Cassandra. Brianna se elevó de hombros
y miró a Ariadne siendo ayudada por Eric a patinar.
-La prima de Noel y Ryan. ¿Y los chicos que vinieron con Kayla?
-Su primo, Austin. Y chico de intercambio español, Pablo. Es guapo.
-La verdad es que es muy guapo. -dijo Brianna. Entonces vio como
Kayla se acercaba a ellos y rodeaba al español por la cintura.- Y
Kayla lo quiere solo para ella.
-Normal... -las dos amigas rieron.
Después de patinar cada uno volvió a su casa para ayudar en la
comida para la cena de Noche Buena, o simplemente esperar a la gran
cena familiar. Brianna y William volvían caminando hasta que
llegaron a sus casas.
-¿Hoy no viene nadie a pasar la noche contigo? -le preguntó
William. Brianna negó y él la abrazó.- Lo siento mucho.
-No importa, estoy acostumbrada. -dijo ella.- Además tengo a Lucy.
-Si puedo, después voy a hacerte una visita.
Se dieron un beso y cada uno se fue a su casa. Brianna a escuchar
música en su habitación y William a ayudar a su madre en la cocina.
-¿Brianna se fue con sus padres durante Navidad? -preguntó Karen
mirando por la ventana de la cocina hacia la casa de sus vecinos.
-No, está en casa.
-¿Han vuelto Bob y Emily? -preguntó sorprendida de no haberlos
visto.
-No, está ella sola.
-¿Sola? ¿Por qué no me lo dijiste antes? -dijo enfadada.- ¿Cómo
va a pasar Navidad sola? Vete ahora mismo y dile que se venga a casa.
Por lo menos a cenar. -él sonrió, y aun que Karen no entendía
porqué, también sonrió.
-Ya vuelvo. -dijo él, cogiendo su abrigo y saliendo rumbo la casa de
al lado. Tocó el timbre como siete veces hasta que Brianna le abrió
molesta.
-¿Qué te pasa? Vas a romper el timbre. -antes de que acabara de
hablar William la estaba abrazando.- ¿Qué pasa?
-Mi madre quiere que pases Navidad con nosotros. -dijo feliz, la cara
de ella fue un libro abierto. Estaba tan sorprendida que no pudo
evitar abrir la boca.
-¿Cómo voy a... Tu madre está loca, Will.
-Lo sé, -ambos rieron- pero yo también que vengas a mi casa.
-Pero, ¿tus padres saben que estamos juntos?
-No... -dijo él con cierta cara de asco pensando la situación
contándole a su madre que Brianna era su novia.- ¿Qué dices?
¿Pasas Navidad con nosotros?
-No, Will... Sería extraño e incómodo...
-Por lo menos ven a cenar hoy a casa... -pidió juntando sus manos y
con un puchero en la cara.- Si no vienes mi madre se ofenderá...
-Está bien... -William la abrazó fuerte.
-Vamos... -dijo agarrando su mano y tirando de ella hacia la salida.
-Espera, me arreglo y voy. Te lo prometo...
Él se acercó a darle un beso y cuando él ya estuvo fuera, Brianna
se fue a vestir. Necesitaría sus mejores galas para esa noche. Una
falda ajustada negra, una camiseta de manga larga blanca con un
dibujo marrón en el pecho y una chaqueta de lana granate. Las botas
sin tacón y un poco de maquillaje en los ojos. Perfume y listo. Le
dio de comer a Lucy, salió de su casa, la cerró con llave y se fue
a casa de sus vecinos.

Me encanta!! Will! es un tierno!! Más!
ResponderEliminarEstoy enamorada de WILLIAM!!!!!!!!!!! Solo eso puedo decir
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