La Navidad se estaba acercando y con ella, los partidos de mitad de
temporada. Por eso Goldman era más duro en los entrenamientos.
Quería que sus chicos fueran los mejores, y por ahora lo eran.
Habían ganado todos los partidos hasta el momento. Quería que
estuvieran más que listos para la parte más dura de la temporada,
por eso entrenarían durante las vacaciones.
La relación entre los chicos había cambiado mucho. Ahora el grupo
más unido estaba formado por Cassandra, Brianna, Kayla, William y
Eric. Los cinco chicos lo hacían casi todo juntos. Habían cambiado
cosas de sus vidas. Brianna y William estaban juntos. Kayla y Brandon
dejaron su relación y ahora él salía con Megan Aldrin. Cassandra,
Kayla y Brianna eran totalmente inseparables.
Por eso, durante la comida los cinco se sentaban juntos en una mesa
del medio del comedor. Pero lo que esa mañana del último día antes
de empezar las vacaciones de Navidad, es que dos más se iban a unir
a su grupo. Ryan y Mónica estaban unidos, pero no eran pareja, pese
a que él era lo que más quería. Noel, en cambio, seguía escapando
de Abigail que últimamente estaba un poco acosadora con él. Ryan se
había peleado con un chico de su grupo de amigos, Carlos Wadlow,
Carl. Carl había insinuado que Mónica solo lo estaba utilizando y a
partir de ahí se desencadenó una discusión que terminó con una
pequeña pelea. Noel había apoyado a su hermano mientras que él
resto había apoyado a Carl. Por eso, los hermanos Evans habían
quedado un poco solos. Hasta que Cassandra se acercó a la mesa donde
comían los dos solos.
-¿Por qué no venís a comer con nosotros? -dijo señalando su mesa
habitual.
-No queremos molestar, pero gracias. -dijo Noel.
-No molestáis. Vamos, que hay dos sitios libres todavía. -dijo
Cassandra tirando del brazo de Noel.
-Está bien... -aceptó Ryan.
Los mellizos, acompañados por Cassandra, se sentaron en la mesa del
grupo recién formado. Fueron bienvenidos por todos. Después de las
clases, Brianna esperó a que William saliera de su clase de Español.
Cuando él salió, la rodeó con su brazo y se encaminaron hacia el
coche de él.
-Vuelven tus padres para Navidad ¿no? -le preguntó él. Entonces
vio la sonrisa en la cara de ella.
-Si, llegan hoy por la noche. Prepararé la cena yo misma. -dijo
feliz.
-Me alegro mucho. -le besó la cabeza que estaba apoyada en su
hombro. La dejó delante de su casa, como todos los días, y él
volvió a su casa.
Noel y Ryan volvían caminando con Cassandra. Los tres iban muy bien
abrigados porque hacía mucho frío, incluso había indicios de que
podría nevar. Ella iba en el medio y destacaba por la altura de los
hermanos. La primera casa era la de los mellizos, por eso ella se
despidió y siguió caminando hasta su casa. Cuando los mellizos
entraron en su casa se llevaron una enorme alegría al ver a su madre
allí. Estaba discutiendo con su padre, como solían hacer, pero a
ellos no les importó. Ambos corrieron a abrazarla.
-¿Qué haces aquí, mamá? -preguntó Noel, sacándose el abrigo y
el gorro de lana.
-Vine a ver a mis hijos. -dijo ella feliz.
-¿Vendrás a cenar el lunes? -veinticuatro de diciembre, noche
buena. Roxanne miró a su ex marido, Adam.
-No, tu madre se va de viaje esta misma tarde. Sólo se viene a
despedir. -contestó Adam.
-¿Es cierto eso, mamá? -preguntó Ryan.
-Si, hijo... -dijo su madre después de unos segundos de silencio.-
Pero volveré para pasar Fin de año con vosotros.
-Perfecto. -Noel le dio un abrazo y Roxanne abandonó la casa de sus
hijos.
Cassandra cuando llegó a casa fue recibida por toda su familia al
completo. Sus cuatro abuelos, sus dos hermanas mayores -que ya no
vivían en casa-, sus dos tíos paternos, su tío materno, sus siete
primos y las parejas de algún familiar. Comieron en la gran mesa y
empezaron a preparar adornos navideños, tal como el árbol o las
luces que iluminaban su casa en el exterior.
En cambio, Kayla y Eric tuvieron una simple comida diaria. Sus
familias llegarían en los días siguientes y la fiesta empezaría
allí entonces.
Brianna comió rápido para poder empezar con los preparativos.
Colocó el árbol en el salón y lo adornó con bolas rojas, figuras
y luces navideñas. Después subió a una escalera para colgar las
luces que adornaban el exterior de su casa. El padre de William, al
verla haciendo eso sola le propuso su ayuda, pero ella se negó.
Después empezó a preparar la cena. Abrió los libros de cocina de
su abuela y mientras preparaba la cena, escuchaba música. Cuando
tuvo todo listo, subió a su cuarto y se puso un vestido negro de
manga larga, bastante elegante, que le quedaba muy bien. Se sentó en
la mesa esperando a que la puerta se abriera y sus padres entraran
por ella. Pese a estar divorciados seguían manteniendo la casa de
Bugle juntos. En Nueva York cada uno tenía su propia habitación en
el mismo hotel. La espera fue larga, hasta que el móvil de Brianna
sonó.
-¿Papá? ¿Pasó algo? -preguntó asustada.
-No, no pasa nada grave Brianna. Lo único que pasa es que tuvimos
una reunión, se alargó y perdimos el avión. -la desilusión se
hizo presente en el cuerpo de Brianna.
-Ah... Pero, ¿volvéis en uno mañana?
-No, no va a poder ser. Es que nos acaban de informar que estas
Navidades tendremos que quedarnos trabajando, porque el trabajo es
demasiado y necesitamos material para esta época. ¿Lo entiendes,
cariño?
-Si, si... -dijo sin ganas Brianna. Su padre le siguió explicando,
pero ella ya no le estaba prestando atención. Cuando terminaron de
hablar, Brianna dejó su teléfono encima de la mesa y se sentó en
el sillón del salón. Miró a un punto de la pared intentando
contener las lágrimas, pero éstas salieron de sus ojos rápidamente.
Subió a su cuarto y totalmente vestida y maquillada se tiró en su
cama llorando hasta que se quedó dormida.
La mañana siguiente amaneció nevado. La nieve era el estado del
agua favorito de Cassandra, por eso en cuanto se levantó se vistió
y llamó a sus amigos. Irían al lago a patinar. Todos irían para
allí, menos Brianna que no le cogió el teléfono. Entonces decidió
ir a su casa a buscarla. Caminó hasta allí y cuando estaba llegando
vio a William saliendo de su casa.
-¿Qué haces aquí, Cassie? -le preguntó sorprendido al verla.
-Vengo a buscar a Brianna que no pude hablar con ella. -iban
caminando hacia su casa ambos mientras hablaban de lo bonita que era
la nieve. Llamaron a la puerta de Brianna pero nadie les abrió.
Entonces William giró en pomo de la puerta.
-Está abierto. -dijo él.
-Que raro.
Los dos entraron y vieron la comida encima de la mesa, y ambos, que
eran los únicos que sabían que Brianna vivía sola, entendieron
todo. Subieron a su habitación y la vieron tumbada boca abajo en la
cama todavía vestida.
-Bri... Brianna. -dijo Cassandra moviéndola un poco.
-Despierta, Brianna. -dijo William. Brianna abrió los ojos y los
miró desconcertada.
-¿Cómo entrasteis? -preguntó Brianna frotándose debajo de los
ojos para quitarse las manchas del maquillaje corrido.
-Estaba abierto. -dijo Cassandra.- ¿Qué pasó? -Brianna entendió
que ambos la habían descubierto.
-No van a venir. Tienen que trabajar... -dijo dejando que las
lágrimas inundaran su cara, otra vez. William la abrazó y Cassandra
le acarició el brazo.
-Lo siento, Bri. Pero no puedes encerrarte en casa. -dijo Cassandra.-
Vamos, que está nevando.
-No, no quiero. -dijo ella.
-Vamos, Brianna. Están todos esperándonos en el lago. -insistió
William.
-No tengo ganas de nada. -dijo ella.
-Lo se. Pero cuando veas la capa de nieve que hay te vas a morir.
-dijo Cassandra buscando en el armario de su amiga su ropa de la
nieve.
-Os espero abajo. -dijo William, que le besó la cabeza a su novia y
bajó a limpiar la cena que había preparado ella.
-De verdad que no tengo ganas, Cassie. -repitió Brianna.
-Eso ya lo se. Pero, por favor, haz el esfuerzo. ¿O te vas a quedar
todas las vacaciones aquí, sola? Por favor, Bri. Tienes a William, a
Kayla, a Eric, a los mellizos, a mi... ¿Quieres venir a casa a pasar
las navidades?
-Cassandra, sois veintiséis personas en tu casa.
-Tienes sitio y lo sabes, Bri.
-No, de verdad que eso si que no quiero.
-Entonces, ¿vamos al lago?
-Está bien...
Cassandra la abrazó y la preparó para ir a patinar. Se quitó el
maquillaje, se duchó y se vistió para ir a patinar. Cuando bajó
William había recogido todo y le había dado de comer a Lucy, la
cual los acompañó al lago.
Espero que les esté gustando. esto era un prueba para ver como se me daba realmente esto de escribir.
Una mención especial a Vale por seguir ahí siempre.
Un beso a todos.
Cris.~

Me hiciste llorar!! No entiendo como no pueden tener tiempo para pasar las fiestas con su hija, el tiempo se les pasa y no se recupera! Más!
ResponderEliminarHola, que tal? Me gustaria que pases a leer mi novela www.tusnovelalitter.blogspot.com ¿Recomendas mi novela? Si lo haces avisame y te recomiendo en mi blog, Besos
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