-Hola. -dijo Brianna llegando hasta la taquilla de Cassandra con una
sonrisa en la cara. Mientras que su amiga guardaba algunos libros.
-¿Y esa sonrisa? -preguntó Cassandra.
-Nada. Me apetecía sonreír. ¿A ti qué te pasa?
-No se... Nada. Hoy no tengo ganas de nada. -dijo cerrando su
taquilla. Ambas se echaron a caminar por los pasillos del instituto.
-Pues prepárate, que hoy por la noche hay entrenamiento.
-Si, ni me lo recuerdes...
-Chicas, hoy reunión de equipo a la hora de comer. -dijo Lilly,
cuando pasó corriendo por su lado.
-¡Vale, capitana! -gritó Cassandra, pero Lilly ya no la escuchó.
-¿Para qué quiere una reunión? -preguntó Kayla, que llegaba por
el mismo pasillo pero en sentido contrario.
-No se... -musitó Cassandra.
-¡LAS CHICAS LOS ACOMPAÑAN! -gritó Lilly enseñando un cartel
sobre el partido de ese fin de semana. El cartel daba toda la
información sobre el partido de los chicos, y sólo nombraba a las
chicas en esa frase final.
-Siempre somos menos importantes... -dijo Alice.
-Pues eso tiene que cambiar. -dijo Brianna.
-Estoy de acuerdo. -dijo Mery. Un silencio se hizo y todas miraron a
Mery. Kayla fue la encargada de romper el silencio.
-¿Y qué podemos hacer para que eso cambie? -el silencio volvió a
reinar y las chicas se pusieron a pensar.- Podemos hacer una jornada
de puertas abiertas.
-¿Cómo? -preguntó aturdida, Mona.
-Organizamos un torneo solo para equipos femeninos. Les pedimos ayuda
a las animadoras, al equipo de volleyball y a los chicos. -explicó
Kayla.
-¡Que buena idea! -dijo Cassandra chocándole la mano a su amiga.
-Perfecto. ¿Te encargas tú de eso, Kayla? -dijo Lilly.
-Claro, dejadlo en mis manos. -dijo Kayla. Las chicas volvieron a sus
sitios. Menos Mery, que llamó a Brianna.
-¿Podemos hablar, Brianna? -preguntó Mery. Brianna negó y siguió
caminando hacia su mesa.
-Bien chicos, se acabó el entrenamiento. Volved a casa, descansad y
mañana otro entrenamiento. -dijo Harry Goldman, dando por terminado
el entrenamiento.
-Kayla, -gritó Eric antes de que ella fuera a los vestuarios- lo
siento pero hoy no puedo volver caminando contigo. Duermo en casa de
mi tía y me viene a buscar. Pero si quieres te podemos llevar.
-No, no te preocupes. Vuelvo dando un paseo.
-Pero hace frío, Kayla. -insistió Eric.
-De verdad que quiero volver andando. Pero gracias, eres un sol. -le
dio un beso en la mejilla y entró en el vestuario.
Al acabar de ducharse, Kayla, Cassandra y Brianna salieron juntas. En
la puerta estaba William esperándolas.
-Chicas, ¿os llevo a casa? -les preguntó.
-¿A mi me puedes llevar? Estoy cansada y no me apetece volver
andando.
-Claro, ¿Kayla?
-No, yo vuelvo caminando. No me vendrá mal que me de un poco el
aire. -dijo ella.
-¿Brianna?
-Vale... -dijo ella en un suspiro. William, Brianna y Cassandra se
subieron en el coche y Kayla se puso a caminar. No sabía, que eso
era un grave error.
Eran las dos y media cuando el teléfono de Brianna sonó. El número
procedía de la casa de Kayla.
-¿Brianna? -dijo su madre.- Siento llamarte a estas horas... Pero
¿está Kayla contigo? Es que no llegó a casa todavía...
-No, no está conmigo.
-¿Sabes donde podría estar? -la desesperación empezaba a hacerse
notar en su voz.
-No, lo siento mucho, señora Marvin.
-Gracias de todas formas, Brianna. Llamaré a Cassandra y después a
Brandon.
-Si necesita algo no dude en llamarme.
-Vale. Gracias.
Brianna no pudo volver a acostarse después de eso. Por eso se puso
una chaqueta de lana y salió con Lucy. Se acercó a la puerta de
William. Karen le abrió la puerta.
-¿Pasa algo, Brianna? -preguntó preocupada.
-Kayla no llegó a casa todavía. Y me gustaría hablar con William
por si...
-Brianna... -dijo William bajando las escaleras e interrumpiéndola.
-Will, Kayla no llegó a casa todavía. ¿Sabes donde podría estar?
-No, la última vez que la vi fue en la salida del entrenamiento.
-Estoy preocupada... -confesó Brianna.
-Pasa, te haré un té. -dijo Karen.
-No, gracias Karen. Pero me voy a casa de los Marvin. Quizás allí
pueda ayudar. -dijo Brianna dando dos pasos hacia atrás.
-Voy contigo... -dijo William.
-No es necesario... -dijo Brianna mientras su ex-novio subía
corriendo las escaleras.
-No va a dejar que vayas sola... -dijo Karen. El móvil de Brianna
sonó y Cassandra del otro lado esperaba.
-Brianna, ¿te llamó..? -no le dejó ni terminar de hablar.
-Si, ahora voy a su casa. A ver si puedo ayudar. William viene
conmigo.
-Está bien. Yo también voy. -dijo Cassandra antes de cortar la
llamada. William bajó, dejaron a Lucy en casa de Brianna y subieron
al coche de él, prometiéndole a Karen que estaría informada.
Cuando llegaron a casa de los Marvin, la policía ya estaba allí.
-Brianna, William. Me alegro de que vengáis a ayudar... -dijo la
madre de Kayla.
-¿Quiénes sois? -preguntó el policía.
-Son amigos de Kayla. Estuvieron con ella esta noche, en el
entrenamiento.
-Nombres completos, por favor... -pidió el policía.
-William Morgan.
-Brianna Parsons.
-¿Fuisteis los últimos en ver a Kayla? -preguntó el policía.
-Creemos que si. Cassandra... -musitó William. Cuando vio a su amiga
llegar en pijama.
El policía tomó sus datos también y los tres se ofrecieron a
enseñarle el camino del pabellón a la casa de los Marvin. Iban
caminando recreando el paseo que Kayla debía de dar esa noche cuando
William encontró su móvil tirado en el suelo y pisoteado.
A la mañana siguiente...
-Que raro que no llegaran ni William, ni Brianna, ni Cassandra, ni
Kayla todavía... -le dijo Noel a su hermano.
-Si, siempre son puntuales...
-Hola chicos. ¿El resto? -preguntó Eric, llegando desde el coche de
su tía.
-De eso estábamos hablando. -dijo Ryan.- Es raro que los cuatro
lleguen tarde. Perdón... -dijo cuando se tropezó con Sarah. Cuando
ella se giró vio sus ojos inundados de lágrimas y su mano tapando
su boca.- Sarah, ¿qué pasó?
-No habrá torneo. -dijo entre sollozos.- Kayla...
-¿Qué le pasó a Kayla? -preguntó Eric.
-Desapareció.
Los tres chicos se quedaron en shock delante de Sarah que no paraba
de llorar. Cuando Noel se dio cuenta de que todo el mundo los miraba,
abrazó a Sarah y los cuatro salieron del instituto donde ya estaba
la mayor parte del equipo.

No!! Que no le pase nada, por qué no dejo que la alcanzaran a la casa!! Más! me encanta!
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