Brianna era un chica que nunca tenía problemas con nadie. No era
mala, era muy buena. Sólo se maquillaba o usaba tacones los días de
fiesta, al contrario que algunas de sus compañeras que utilizaban
maquillaje y tacones a diario. No faltaba a ninguna clase y solía
sentarse en segunda fila, ni en primera -para no aparentar la mítica
niña buena- ni más atrás -para atender y poder aprobar todo a la
primera-. Hoy, después de tres días desde el problema, es su
cumpleaños. Y ha decidido volver por fin a las clases.
Salió de la cama, se visitó e hizo la cama. Bajó a la cocina y se
sorprendió al ver el desayuno listo y encima de la mesa. Miró la
puerta y la vio abierta. Entonces se asomó al salón y su tía la
sorprendió saliendo de él.
-Buenos días, cumpleañera. -le dio un abrazo y un beso en la
cabeza.- ¿Cómo estás?
-Bien, pero... ¿Qué haces aquí?
-Es tu cumpleaños, cariño. Hoy por la noche a cenar, Molly, tú y
yo. En el hotel Willer S.A.
Willer S.A era una cadena de hoteles que se extendía por toda
América. Era muy caro, pero para ocasiones como esas era perfecto.
Tenía el mejor restaurante de todo Bugle, un salón de ceremonias
para bodas, cumpleaños, etc...
-Está bien, pero nadie más. Nosotras tres.
-Ponte guapa. -la avisó antes de que ella saliera de casa rumbo al
instituto.
Salió de casa y vio llegar al autobús escolar. Corrió para cogerlo
y cuando iba a entrar en él, vio el coche de William parado detrás
del autobús. Lo miró y dudó unos segundos, después miró el
interior del autobús y subió a él. Al llegar al instituto y
adentrarse en él para coger sus cosas en la taquilla, todos los
alumnos se quedaron mirando para ella. La tensión se dispersó
cuando Kayla se lanzó encima de ella para felicitarla. Asistió a
sus clases como siempre, pero el problema resultó a la hora de
comer. Entró caminando al comedor y vio a Kayla y Cassandra sentadas
en su mesa de siempre, acompañadas por el resto. Simplemente llegó
y se sentó. Todos se quedaron callados.
-Mantened una conversación, por favor. -pidió mientras empezaba a
comer.
-Está bien. -dijo Cassandra, buscando un tema de conversación en su
mente.- ¿Os habéis enterado de lo que pasó en Tuinod? -ciudad muy
cercana a Bugle.
-¿Qué pasó? -preguntó Noel.
-Secuestraron a una chica un año más pequeña que nosotros. -dijo
Cassandra.- Dicen que es una banda y que no es la primera víctima.
-¿De verdad?
-Si, varias chicas de más o menos nuestra edad están secuestradas
por los mismos.
-Seguro que son unos degenerados... -dijo Eric.
-¡Ay que miedo! -dijo Kayla.
La conversación se mantuvo durante toda la comida. Pero parecía que
la cosa no iba con William ni con Brianna que no abrieron la boca
durante toda la comida. Después de comer cada uno volvió a sus
clases y cada uno a su casa. Cuando Brianna llegó a su casa vio a su
tía vistiendo a su prima en el salón con un vestido rosa.
-¿Es necesario hacer esto? -le preguntó desde el pasillo.
-Más que necesario. Elegante, Brianna, muy elegante. -dijo su tía
terminando de vestir a su hija.
-Está bien, está bien... -dijo agitando las manos mientras subía
las escaleras hacia su habitación.
Se vistió con un vestido de tirantes negro. Era flojo con un
cinturón negro en la cintura y le sentaba muy bien. Una chaqueta
negra también, los zapatos y el bolso negros. Maquillaje en los ojos
y los labios de rojo. Una pulsera de plata y otra roja. Lista. Bajó
y su tía condujo hasta el hotel Willer. Cuando entró en el hotel,
lo que menos se esperaba a unas cien personas vestidas como se debe
celebrando su cumpleaños.
-¡Sorpresa! -gritaron cuando la vieron entrar, saltando de sus
escondites.
-¿Qué es esto? -le preguntó Brianna a Heather, mientras todos los
invitados se acercaban a felicitarla.
-Una pequeña sorpresa... -la gente ya la estaba abrazando pero su
tía le seguía hablando.-He invitado a tus compañeros, familia y a
tus compañeros de equipo.
-¿A todos mis compañeros de equipo? -preguntó Brianna. Entonces,
Kayla y Cassandra estaban a su lado.
-Si, estamos todos aquí. -dijo Kayla. Cassandra señaló con la
mirada a William, y Kayla a Mery.
-Perfecto. -dijo con ironía Brianna. Le sonrió a su tía, que en el
fondo no tenía ninguna culpa.
Los chicos iban todos de traje y las chicas igual de elegantes.
Heather y Molly se sentaron a cenar con los abuelos de Brianna y el
hermano de su padre. Brianna, al ver dos sitios libres, se iba a
sentar con ellos. Pero su tía le dijo que su sitio estaba en la mesa
donde todos los jugadores estaban. Brianna se sentó entre Eric y
Cassandra.
-¿Estás bien? -preguntó Eric.
-Lo mejor que se puede estar... -dijo revolviendo su comida con el
tenedor.
-Brianna, si no vas a comer, ¿me das tu comida? -e preguntó
Charles.
-Claro, Charlie. Toma. -pasó su plato por encima de la mesa.
-Gracias, eres genial Brianna.
-Vuelvo ahora. -dijo la cumpleañera antes de levantarse y salir del
hotel, a tomar el aire. Se sentó en un banco de mármol que estaba
delante de la puerta y respiro hondo.
-Mira, Emily. Si es la princesa de Bugle. -dijo una voz delante de
ella. En seguida supo quien era. Su padre solía llamarle así cuando
era pequeña. Brianna sonrió y los abrazó.
-¿Qué hacéis aquí? -preguntó después de abrazar a su madre.
-¿Cómo que que hacemos aquí? -dijo su madre.- Es tu cumpleaños, y
tu tía nos ayudó un poquito organizando todo esto. -dijo señalando
a Heather que salía del hotel.
-Siempre es un honor verte, Heather. -dijo Bob.
-Vamos a la fiesta. -dijo Emily. Los cuatro entraron y la música ya
estaba sonando. Algunos estaban bailando y otros sentados en las
mesas. Brianna tuvo que enfrentarse a un debate interno. No le
apetecía bailar, no tenía fuerzas. Pero si se iba a sentar, tendría
que hacerlo con William. Pero Mery también estaba bailando, y no
quería ni estar cerca de ella. Finalmente decidió sentarse con
William y los mellizos.
-¿No bailáis, chicos? -les preguntó mientras se sentaba.
-Nosotros no bailamos... -dijo Noel.
-Disculpe, Conde de Bugle... -dijo Brianna revoleando los ojos y
agitando las manos. Gracias a ella los tres soltaron una risa.
-Voy a bailar con Mónica. -dijo Ryan.
-¿Tú si que bailas? -le preguntó William.
-Yo soy el mejor bailarín que veréis aquí. -dijo Ryan haciendo un
paso típico de John Travolta en Saturday Night Fever.- Y que bien me
sienta el traje. -dijo acariciando su ropa.

Arreglaran todo en el cumpleaños? Caradura Mery después de lo que hizo ni se tendría que haber presentado a la fiesta! Más me encanta!
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