jueves, 26 de septiembre de 2013

La señorita que sigue adelante.




Brianna era un chica que nunca tenía problemas con nadie. No era mala, era muy buena. Sólo se maquillaba o usaba tacones los días de fiesta, al contrario que algunas de sus compañeras que utilizaban maquillaje y tacones a diario. No faltaba a ninguna clase y solía sentarse en segunda fila, ni en primera -para no aparentar la mítica niña buena- ni más atrás -para atender y poder aprobar todo a la primera-. Hoy, después de tres días desde el problema, es su cumpleaños. Y ha decidido volver por fin a las clases.

Salió de la cama, se visitó e hizo la cama. Bajó a la cocina y se sorprendió al ver el desayuno listo y encima de la mesa. Miró la puerta y la vio abierta. Entonces se asomó al salón y su tía la sorprendió saliendo de él.

-Buenos días, cumpleañera. -le dio un abrazo y un beso en la cabeza.- ¿Cómo estás?

-Bien, pero... ¿Qué haces aquí?

-Es tu cumpleaños, cariño. Hoy por la noche a cenar, Molly, tú y yo. En el hotel Willer S.A.

Willer S.A era una cadena de hoteles que se extendía por toda América. Era muy caro, pero para ocasiones como esas era perfecto. Tenía el mejor restaurante de todo Bugle, un salón de ceremonias para bodas, cumpleaños, etc...

-Está bien, pero nadie más. Nosotras tres.

-Ponte guapa. -la avisó antes de que ella saliera de casa rumbo al instituto.

Salió de casa y vio llegar al autobús escolar. Corrió para cogerlo y cuando iba a entrar en él, vio el coche de William parado detrás del autobús. Lo miró y dudó unos segundos, después miró el interior del autobús y subió a él. Al llegar al instituto y adentrarse en él para coger sus cosas en la taquilla, todos los alumnos se quedaron mirando para ella. La tensión se dispersó cuando Kayla se lanzó encima de ella para felicitarla. Asistió a sus clases como siempre, pero el problema resultó a la hora de comer. Entró caminando al comedor y vio a Kayla y Cassandra sentadas en su mesa de siempre, acompañadas por el resto. Simplemente llegó y se sentó. Todos se quedaron callados.

-Mantened una conversación, por favor. -pidió mientras empezaba a comer.

-Está bien. -dijo Cassandra, buscando un tema de conversación en su mente.- ¿Os habéis enterado de lo que pasó en Tuinod? -ciudad muy cercana a Bugle.

-¿Qué pasó? -preguntó Noel.

-Secuestraron a una chica un año más pequeña que nosotros. -dijo Cassandra.- Dicen que es una banda y que no es la primera víctima.

-¿De verdad?

-Si, varias chicas de más o menos nuestra edad están secuestradas por los mismos.

-Seguro que son unos degenerados... -dijo Eric.

-¡Ay que miedo! -dijo Kayla.

La conversación se mantuvo durante toda la comida. Pero parecía que la cosa no iba con William ni con Brianna que no abrieron la boca durante toda la comida. Después de comer cada uno volvió a sus clases y cada uno a su casa. Cuando Brianna llegó a su casa vio a su tía vistiendo a su prima en el salón con un vestido rosa.

-¿Es necesario hacer esto? -le preguntó desde el pasillo.

-Más que necesario. Elegante, Brianna, muy elegante. -dijo su tía terminando de vestir a su hija.

-Está bien, está bien... -dijo agitando las manos mientras subía las escaleras hacia su habitación.

Se vistió con un vestido de tirantes negro. Era flojo con un cinturón negro en la cintura y le sentaba muy bien. Una chaqueta negra también, los zapatos y el bolso negros. Maquillaje en los ojos y los labios de rojo. Una pulsera de plata y otra roja. Lista. Bajó y su tía condujo hasta el hotel Willer. Cuando entró en el hotel, lo que menos se esperaba a unas cien personas vestidas como se debe celebrando su cumpleaños.

-¡Sorpresa! -gritaron cuando la vieron entrar, saltando de sus escondites.

-¿Qué es esto? -le preguntó Brianna a Heather, mientras todos los invitados se acercaban a felicitarla.

-Una pequeña sorpresa... -la gente ya la estaba abrazando pero su tía le seguía hablando.-He invitado a tus compañeros, familia y a tus compañeros de equipo.

-¿A todos mis compañeros de equipo? -preguntó Brianna. Entonces, Kayla y Cassandra estaban a su lado.

-Si, estamos todos aquí. -dijo Kayla. Cassandra señaló con la mirada a William, y Kayla a Mery.

-Perfecto. -dijo con ironía Brianna. Le sonrió a su tía, que en el fondo no tenía ninguna culpa.

Los chicos iban todos de traje y las chicas igual de elegantes. Heather y Molly se sentaron a cenar con los abuelos de Brianna y el hermano de su padre. Brianna, al ver dos sitios libres, se iba a sentar con ellos. Pero su tía le dijo que su sitio estaba en la mesa donde todos los jugadores estaban. Brianna se sentó entre Eric y Cassandra.

-¿Estás bien? -preguntó Eric.

-Lo mejor que se puede estar... -dijo revolviendo su comida con el tenedor.

-Brianna, si no vas a comer, ¿me das tu comida? -e preguntó Charles.

-Claro, Charlie. Toma. -pasó su plato por encima de la mesa.

-Gracias, eres genial Brianna.

-Vuelvo ahora. -dijo la cumpleañera antes de levantarse y salir del hotel, a tomar el aire. Se sentó en un banco de mármol que estaba delante de la puerta y respiro hondo.

-Mira, Emily. Si es la princesa de Bugle. -dijo una voz delante de ella. En seguida supo quien era. Su padre solía llamarle así cuando era pequeña. Brianna sonrió y los abrazó.

-¿Qué hacéis aquí? -preguntó después de abrazar a su madre.

-¿Cómo que que hacemos aquí? -dijo su madre.- Es tu cumpleaños, y tu tía nos ayudó un poquito organizando todo esto. -dijo señalando a Heather que salía del hotel.

-Siempre es un honor verte, Heather. -dijo Bob.

-Vamos a la fiesta. -dijo Emily. Los cuatro entraron y la música ya estaba sonando. Algunos estaban bailando y otros sentados en las mesas. Brianna tuvo que enfrentarse a un debate interno. No le apetecía bailar, no tenía fuerzas. Pero si se iba a sentar, tendría que hacerlo con William. Pero Mery también estaba bailando, y no quería ni estar cerca de ella. Finalmente decidió sentarse con William y los mellizos.

-¿No bailáis, chicos? -les preguntó mientras se sentaba.

-Nosotros no bailamos... -dijo Noel.

-Disculpe, Conde de Bugle... -dijo Brianna revoleando los ojos y agitando las manos. Gracias a ella los tres soltaron una risa.

-Voy a bailar con Mónica. -dijo Ryan.

-¿Tú si que bailas? -le preguntó William.


-Yo soy el mejor bailarín que veréis aquí. -dijo Ryan haciendo un paso típico de John Travolta en Saturday Night Fever.- Y que bien me sienta el traje. -dijo acariciando su ropa.

1 comentario:

  1. Arreglaran todo en el cumpleaños? Caradura Mery después de lo que hizo ni se tendría que haber presentado a la fiesta! Más me encanta!

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