sábado, 28 de septiembre de 2013

El torneo no se realizará.




-Hola. -dijo Brianna llegando hasta la taquilla de Cassandra con una sonrisa en la cara. Mientras que su amiga guardaba algunos libros.

-¿Y esa sonrisa? -preguntó Cassandra.

-Nada. Me apetecía sonreír. ¿A ti qué te pasa?

-No se... Nada. Hoy no tengo ganas de nada. -dijo cerrando su taquilla. Ambas se echaron a caminar por los pasillos del instituto.

-Pues prepárate, que hoy por la noche hay entrenamiento.

-Si, ni me lo recuerdes...

-Chicas, hoy reunión de equipo a la hora de comer. -dijo Lilly, cuando pasó corriendo por su lado.

-¡Vale, capitana! -gritó Cassandra, pero Lilly ya no la escuchó.

-¿Para qué quiere una reunión? -preguntó Kayla, que llegaba por el mismo pasillo pero en sentido contrario.

-No se... -musitó Cassandra.


-¡LAS CHICAS LOS ACOMPAÑAN! -gritó Lilly enseñando un cartel sobre el partido de ese fin de semana. El cartel daba toda la información sobre el partido de los chicos, y sólo nombraba a las chicas en esa frase final.

-Siempre somos menos importantes... -dijo Alice.

-Pues eso tiene que cambiar. -dijo Brianna.

-Estoy de acuerdo. -dijo Mery. Un silencio se hizo y todas miraron a Mery. Kayla fue la encargada de romper el silencio.

-¿Y qué podemos hacer para que eso cambie? -el silencio volvió a reinar y las chicas se pusieron a pensar.- Podemos hacer una jornada de puertas abiertas.

-¿Cómo? -preguntó aturdida, Mona.

-Organizamos un torneo solo para equipos femeninos. Les pedimos ayuda a las animadoras, al equipo de volleyball y a los chicos. -explicó Kayla.

-¡Que buena idea! -dijo Cassandra chocándole la mano a su amiga.

-Perfecto. ¿Te encargas tú de eso, Kayla? -dijo Lilly.

-Claro, dejadlo en mis manos. -dijo Kayla. Las chicas volvieron a sus sitios. Menos Mery, que llamó a Brianna.

-¿Podemos hablar, Brianna? -preguntó Mery. Brianna negó y siguió caminando hacia su mesa.


-Bien chicos, se acabó el entrenamiento. Volved a casa, descansad y mañana otro entrenamiento. -dijo Harry Goldman, dando por terminado el entrenamiento.

-Kayla, -gritó Eric antes de que ella fuera a los vestuarios- lo siento pero hoy no puedo volver caminando contigo. Duermo en casa de mi tía y me viene a buscar. Pero si quieres te podemos llevar.

-No, no te preocupes. Vuelvo dando un paseo.

-Pero hace frío, Kayla. -insistió Eric.

-De verdad que quiero volver andando. Pero gracias, eres un sol. -le dio un beso en la mejilla y entró en el vestuario.

Al acabar de ducharse, Kayla, Cassandra y Brianna salieron juntas. En la puerta estaba William esperándolas.

-Chicas, ¿os llevo a casa? -les preguntó.

-¿A mi me puedes llevar? Estoy cansada y no me apetece volver andando.

-Claro, ¿Kayla?

-No, yo vuelvo caminando. No me vendrá mal que me de un poco el aire. -dijo ella.

-¿Brianna?

-Vale... -dijo ella en un suspiro. William, Brianna y Cassandra se subieron en el coche y Kayla se puso a caminar. No sabía, que eso era un grave error.

Eran las dos y media cuando el teléfono de Brianna sonó. El número procedía de la casa de Kayla.

-¿Brianna? -dijo su madre.- Siento llamarte a estas horas... Pero ¿está Kayla contigo? Es que no llegó a casa todavía...

-No, no está conmigo.

-¿Sabes donde podría estar? -la desesperación empezaba a hacerse notar en su voz.

-No, lo siento mucho, señora Marvin.

-Gracias de todas formas, Brianna. Llamaré a Cassandra y después a Brandon.

-Si necesita algo no dude en llamarme.

-Vale. Gracias.

Brianna no pudo volver a acostarse después de eso. Por eso se puso una chaqueta de lana y salió con Lucy. Se acercó a la puerta de William. Karen le abrió la puerta.

-¿Pasa algo, Brianna? -preguntó preocupada.

-Kayla no llegó a casa todavía. Y me gustaría hablar con William por si...

-Brianna... -dijo William bajando las escaleras e interrumpiéndola.

-Will, Kayla no llegó a casa todavía. ¿Sabes donde podría estar?

-No, la última vez que la vi fue en la salida del entrenamiento.

-Estoy preocupada... -confesó Brianna.

-Pasa, te haré un té. -dijo Karen.

-No, gracias Karen. Pero me voy a casa de los Marvin. Quizás allí pueda ayudar. -dijo Brianna dando dos pasos hacia atrás.

-Voy contigo... -dijo William.

-No es necesario... -dijo Brianna mientras su ex-novio subía corriendo las escaleras.

-No va a dejar que vayas sola... -dijo Karen. El móvil de Brianna sonó y Cassandra del otro lado esperaba.

-Brianna, ¿te llamó..? -no le dejó ni terminar de hablar.

-Si, ahora voy a su casa. A ver si puedo ayudar. William viene conmigo.

-Está bien. Yo también voy. -dijo Cassandra antes de cortar la llamada. William bajó, dejaron a Lucy en casa de Brianna y subieron al coche de él, prometiéndole a Karen que estaría informada. Cuando llegaron a casa de los Marvin, la policía ya estaba allí.

-Brianna, William. Me alegro de que vengáis a ayudar... -dijo la madre de Kayla.

-¿Quiénes sois? -preguntó el policía.

-Son amigos de Kayla. Estuvieron con ella esta noche, en el entrenamiento.

-Nombres completos, por favor... -pidió el policía.

-William Morgan.

-Brianna Parsons.

-¿Fuisteis los últimos en ver a Kayla? -preguntó el policía.

-Creemos que si. Cassandra... -musitó William. Cuando vio a su amiga llegar en pijama.

El policía tomó sus datos también y los tres se ofrecieron a enseñarle el camino del pabellón a la casa de los Marvin. Iban caminando recreando el paseo que Kayla debía de dar esa noche cuando William encontró su móvil tirado en el suelo y pisoteado.

A la mañana siguiente...

-Que raro que no llegaran ni William, ni Brianna, ni Cassandra, ni Kayla todavía... -le dijo Noel a su hermano.

-Si, siempre son puntuales...

-Hola chicos. ¿El resto? -preguntó Eric, llegando desde el coche de su tía.

-De eso estábamos hablando. -dijo Ryan.- Es raro que los cuatro lleguen tarde. Perdón... -dijo cuando se tropezó con Sarah. Cuando ella se giró vio sus ojos inundados de lágrimas y su mano tapando su boca.- Sarah, ¿qué pasó?

-No habrá torneo. -dijo entre sollozos.- Kayla...

-¿Qué le pasó a Kayla? -preguntó Eric.

-Desapareció.


Los tres chicos se quedaron en shock delante de Sarah que no paraba de llorar. Cuando Noel se dio cuenta de que todo el mundo los miraba, abrazó a Sarah y los cuatro salieron del instituto donde ya estaba la mayor parte del equipo.  

1 comentario:

  1. No!! Que no le pase nada, por qué no dejo que la alcanzaran a la casa!! Más! me encanta!

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