jueves, 27 de junio de 2013

18.-





























-Te ayudo con eso. -dijo Rocío acercándose a su novio y atándole la corbata al cuello. Peter miró a Lali pidiendo ayuda.

-A mi no me mires que tampoco se. -dijo Lali. Rochi rió. Entonces la puerta se abrió y se escucharon unos gritos. Claudia, Diego y Stéfano entraron en la sala. Peter y Pablo fueron a saludarlos mientras Rocío y Lali los miraban.

Enano! -gritaron a coro para abrazarlo fuerte.

Sueltenme! -exijió el rubio.

Como te echamos de menos! -dijo Pablo.

-¿Que decís Pablo? -dijo Stéfano.- ¿Que te hicieron para que hables así? ¿Te cambiaron el cerebro?

Que gracioso! -Pablo rió irónico.

-¿Y que hacían acá con las señoritas? -preguntó Claudia. Peter señaló su corbata y su madre se la ató.

-Gracias, mamá. Mirá. -agarró a Lali de la mano y tiró de ella hasta su lado.- Ella es Lali, mi novia.

Lali sorprendida se puso colorada y bajó la mirada. Claudia se rió y Diego también. PAblo señaló con la mirada a Rocío y su madre entendió todo, pero su padre no.

-¿Ella también es tu novia, Pablo? -preguntó Diego, entendiéndolo todo al final.

-Se podría decir que si. -dijo Pablo riendo.

-¿Que hacen acá? -preguntó Peter.

-Nos invitaron a vuestra graduación. -dijo Stéfano. Lali y Rochi se miraron.

-¿A todos? -preguntó Rocío. Claudia asintió y las dos salieron corriendo hacia la entrada, hasta que encontraron a su familia y los abrazaron. Lali se colgó de Pato, a pesar de llevar vestido, y Rocío corrió hacia sus dos papás.

Todos los papás de los chicos estaban allá. Después de las bienvenidas, Alberto y Mariola llegaron a la academia e indicaron de que deberían ir al instituto para la graduación. El instituto estaba todo listo para la despedida de la secundaria de muchas personas. Se sentaron en unas sillas enfrente a un escenario a escuchar lo que los profesores y alumnos dirían en su discurso.

Varios discursos se hicieron presentes, pero el más importante para ellos fue el que Eugenia e Irina dijeron.

-Nosotros somos nuevos acá y ya nos tenemos que ir. Este año fue muy corto para todos, pero también lo disfrutamos. Nosotros convivimos con el básquet y las clases. Conocimos a gente nueva que ahora es muy importante en nuestras vidas. Viajamos, mucho. Pero también estudiamos y nos preparamos para esto, y ahora que estamos aquí no queremos que se acabe. Es una dura etapa, pero también la más linda. Todos nosotros nos acordaremos siempre de Yeno y de sus lugares. De Orange ball y de sus participantes. Del instituto y de sus alumnos. Y estamos seguros que algún día estaremos todos juntos otra vez, ¿y quien sabe si será en Yeno?

Los 18 compañeros de las rubias se pararon para aplaudirles. Mariola, Alberto y Micaela, también. Los padres de todos ellos no fueron menos. Les entregaron sus regalos y algunos alumnos cantaron e hicieron alguna coreo para el momento. Después todos tenían la cena en un salón alquilado a pocos kilómetros del instituto. Algunos rueron caminado y otros en auto.

Cenaron en el salón y después se irían de fiesta. Eso era lo mejor de todas las graduaciones.



El día amaneció y los encontró dormidos en un banco de mármol. Los dos estaban dormidos abrazados y ella tenía las piernas encima de las de el. El primero en despertarse fue el.

-Lali... Es de día. -ella gruñó y se acurrucó en su cuello.- Vamos a casa...

Peter la agarró en brazos y caminó unos pocos metros hasta que llegaron a la academia, no sabía como había dormido en un banco si la casa estaba tan cerca. Entró despacio sin despertar a cualquiera de sus compañeros que dormían en cada esquina. Subió las escaleras y dejó a Lali en su cama. Antes de irse la volvió a mirar y se tentó a acostarse con ella y seguir durmiendo. Finalmente eso hizo y se durmió con Lali entre sus brazos.

Un grito los volvió a despertar.

-¿Que hacen? -era la voz de Ángela.

-Dormir. -dijo Lali escondiendo su cara en el cuello de Peter.

-¿Pero acá? -preguntó Ana.- ¿Juntos?

-Dejenlos descansar... Vamos... -dijo Rocío sacándolas de su cuarto.

-¿Se puede saber que haces? -preguntó Lali.

-Dormir. -contestó Peter.

-¿Que hacés acá?

-¿Te molesta?

-No, me gusta. Pero un poco zarpado meterte en mi cama, con ropa... -añadió más tarde intentando desabrochar su camisa. Peter pasó la mano por su espalda y bajó una de las tiritas de su vestido. Pero la que tomó el control fue Ali que se separó un poco para mirarlo.- Están todos los chicos por ahí, Peter...

-Lo siento. -dijo el saliendo de su cama. Lali lo miró tumbada y cerrándole los ojos.


-Pero, por dormir no pasa nada ¿no? -el se rió y volvió a acostarse abrazando a la petiza para dormir juntitos.

1 comentario:

  1. Ajjjj, quiero mas nove y MÁS laliter!
    Me encanta. Besoooos
    @laliterfever

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